TOPACIO
¿Qué hago si el montón sobrepasa la agudeza de olvidar
esas agilidades del pensamiento moderno?
La narración copia esta realidad y es hora de la obediencia
o de asir las herramientas y dejar limpio todo.
Primero ver la forma.
Ese trípode de aluminio ha de contener el plano a partir de la medición
si no se quiere el llenado absurdo. Las fotografías
no deben parecer tapias desde aquí.
Nuestro alejamiento también llena su individualidad.
Dirán cuándo el llano y no el montón que han pasado
sin trabajo como una auto culpa.
Un hervidero entusiasma con su lenguaje.
Nuestro desplazamiento progresa. Ruego & canto
han sido desde siempre integraciones
con tapadas definiendo americanismos,
tal vez como una resistencia de replantear el lujo de la colonia,
su embotellamiento que se hace trizas en la conformación
de un brillante,
el topacio. Nosotros somos así,
cualquier cosa para no ser negados elevará su dualidad.
Por suerte nos amamos y las pertenencias las lleva otro.
El amor viste un sabor agitado.
Es preciso dejar pasar cualquier humillación
y empezar gallardo romance
<
pero asegurando tu regreso
y gane jaleo o noche varada el compromiso.
Se establece el topacio,
pues ablución y cantata prosperen ya
aunque te repitas desde el poder político
y se amontonen los nombres separados. Hacia ese tiempo
actúo sin liviandad.
La captura lentamente tendrá su fin. Encerrado
se respira la consignación de los capitales,
y el precio consigue su altura.
Hay riqueza o nivel de ansiedad. No eres el peregrino que se detiene
ante un arreglo floral.
<
Ansío un suspiro cada mañana malgastando los soles
en colonias que alzan el cielo de un humor tranquilo.
Para todas las selvas de la intuición se detienen los países.
Tarde o temprano comprenderemos un día.
Saca ventaja el sentido. Me atrevo con ese crecimiento de historia,
su partición aclara el amor de los tontos en un Estado asfixiante.
Asunto vía conocido e imagen de yeso
tantas veces repetida en esa revista. Cada semestre es un Caribe revuelto
de sol y sombra.
Ése es el montón o sostén de la melancolía, la mirada viva,
persiana que el gato rompe entre la noche y la agenda del día.
Un día es así aquí.
Baile de caribeños & cajón de negros. Ése fue el día.
Junto a ella, incluso, a sus maneras de personaje real.
Ése fue el día de la escena.
Ah, tan teatral la épica.
Pero dije árbol porque era una imagen sobreviviente a nuestro lado. Campo
entre nostalgia y pesimismo político. Eso se entiende,
su proceso de descendencia en la casa de nuestros primos engañados,
se vistió de estampas, de santos en el televisor y en la refrigeradora.
Relleno y simulación del afecto –habrían dicho
Esto es el poder de la cicatrización, y tenemos
todavía más motivos que esta esperanza de ser distintos.
¿Qué mueve este mar?
¿A dónde nos llevarán sus embarcaciones
como arrestos de la noche?
Esas fotografías del año pasado en el museo rotativo
de nuestra memoria, por ejemplo, se vienen como salmos.
Muestran un revés cuyas luces del centro frente al montón
elevan este canto,
pámpano de cuadernillo
donde esperanza y miedo vuelven a repetirse.
Del libro inédito: Cruzada
Willy Gómez Migliaro. Nació en Lima, Perú, en 1968. Es autor de los libros de poesía Etérea (2002), Nada como los campos (2003), La breve eternidad de Raymundo Nóvak (2005), Moridor (2010); compilador del libro OPEMPE, relatos orales asháninka y nomatsiguenga (2009). Actualmente realiza investigaciones sobre literaturas orales amazónicas.
4 comentarios:
chevere Willi
Asi,Se Escribe.....Me gusto....Atte.Luna de Plata
¡Ay,Es Increible!Solo Publicas Los Comentarios Que Te Convienen¡¿no?!eso te parece justo ¡maldito!por eso tus "amigos"te dicen ¡solo!lo que quieres escuchar.......esta vez no es Atte.Luna De Plata(¡quiero ver si pblicas esto pues acomplejado!)
BUEN POEMA, WILLY GÓMEZ.
RENZO
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