Ahora resulta que todos se dieron
cuenta de que leche Gloria no es leche sino cualquier cosa con un poco de
pintura blanca, talco o yeso, pero si esta denuncia ya tiene años, y como
siempre aquí a nadie le importa: el consumidor es la última rueda del coche y
le puedes dar cemento y decir que es menestra o le puedes vender chocolate
cuando solo son saborizantes con tartrazina y edulcorantes que a la larga te
darán un cáncer o te volverán vegetal, pero eso tampoco a nadie le importa. En
este país-corral de chanchos solo importan los empresarios, los millonarios,
los políticos y sus chupamedias. El resto del país tiene que arreglárselas como
pueda.
Y es que, como nos estamos dando
cuenta, hemos entrado de cabeza (y no de
pies) al mundo moderno. Esto es Alicia en el país de las maravillas y aquí nada
es lo que parece ser. Ni el queso es queso (mucho menos esos plásticos con
cadmio y derivados del petróleo), ni el yogurt es yogurt (las cepas las sacan
de una jeringa), ni el café es café (como el transgénico que produce Nestlé), ni
la mantequilla es mantequilla (solo pura margarina) ni los jugos de naranja,
durazno, mango, etc., que venden en cajas son tal, solo productos procesados y
coloreados para hacerte pasar gato por liebre. Y hasta los huevos son producto
farmacéuticos (por eso hay que pedir huevos de granja o huevos kosher), y el
arroz chino lo están procesando junto a los plásticos.
Y es que la mercadotecnia y la
publicidad solo requieren que haya un uno por ciento de verdad en todas las
porquerías que nos venden, luego se aprovechan que las leyes están dictadas por
los mismos empresarios (vía sus lobbys) para seguir engañando y lucrando
incluso con la salud de los consumidores, gran parte de ellos niños, bebés y
ancianos. Lo que importa aquí son las viles ganancias. Vender mierda como si
fuera el elixir de la vida. Eso sin contar que muchos de estos productos de
“pan llevar” incluyen adictivos, ergo, drogas sintéticas y/o estimulantes para
generar dependencia y así sigas comprando hasta que te mueras.
Finalmente, todo esto es un
pequeño detalle de lo que es el capitalismo, y Gloria, como muchas empresas, lo
sabe bien, por eso mismo nunca ha tenido ni tendrá compasión por lo que todos
esos químicos puedan hacer con tu cuerpo. Y a lo mucho lo que tendrá que pagar
es un sencillo por “publicidad
engañosa” y listo: muerto el perro, muerto la rabia, porque los grandes
escándalos de las empresas se solucionan con plata y con coimas. Y esto lo saben
bien los que trafican detrás del estado y detrás del ministerio de salud porque
aquí no tenemos ministerio del consumidor, como hay en Bolivia*. Y no te
olvides que “la leche es vida y tienes que tomar tres vasos al día”. Bien ahí,
leche Gloria ctm.
*Bolivia tiene Viceministerio de
Defensa de los derechos del usuario y del consumidor. En Europa existe el
Centro Europeo del Consumidor.
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