LOS FUJIMORI'S O EL RETORNO DE LA PESTE

Para nadie es un secreto que Alberto Fujimori dirige desde la cárcel la campaña presidencial de su engendro, testaferro y albacea Keiko F. Las caretas y las pátinas se cayeron por completo esta semana con la develación de la propaganda que sale directamente desde el cuartel general del fujimontesinismo: la Diroes http://www.larepublica.com.pe/15-05-2011/fujimori-arma-toda-la-campana-de-su-hija-desde-prision (una concesión más del apra, que ya antes había permitido la boda de Sashi Fujimori con un alemán, al modo de los grandes capos de la mafia en un país bananero) a lo que se suma el hecho de que Kenji ha dicho o dado a entender, en una carta a Somos (sábado 14 de Mayo 2011), de que, sí, está preparado para dirigir el congreso de la república: ‎"Yo nunca he dicho 'no estar preparado para asumir la presidencia del Legislativo'. Lo que dije, y está escrito, es que de darse esa figura, yo daría un paso al lado para evitar suspicacias". Y, si de suspicacias o sospechas se trata: la posible presidencia de la república en manos de Keiko, el congreso bajo dirección del zoofílico Kenji y algunos ministerios en manos de unos tíos, primos o amigos (Joy Way), y la familia, como la mafia, gobernando feliz este país corral de chanchos. País al que mejor hubiéramos entregado al narcotraficante Mosca Loca cuando se ofreció a pagar la deuda externa; o pedir de una vez nuestra anexión como "Estado libre asociado" al imperio norteamericano, al modo de Puerto Rico, o pedirles a los chilenos que nos invadan y que nos otorguen la condición de ciudadanos del segundo mundo, aunque sea para la foto o para las estadísticas.

Sin embargo, al hecho de que el fujimontesinismo ya no tenga nada que ocultar (por lo menos, para los que tienen rostro de suela para vestirse de naranja) hay que recordar que Alberto Fujimori no está solo, los 78 presos fujimontesinistas apoyan y monitorean el caballo de troya que significa Keiko Sofía Fujimori Higuchi (entre los que están ministros, viceministros, generales, periodistas, fiscales de la nación y un largo etcétera de asesinos vendepatria y delincuentes comprobados) al igual que cierto sector de las clases medias o acomodaticias o simplemente peruanos que prefieren mirar a un costado y guardarse la dignidad en el bolsillo porque tienen un ahorrito en el banco, una casita o unos perros que mean en el jardín y porque su supuesta paz se basa en ignorar a los mendigos, a los menesterosos, los sin casa, los sin trabajo, los sin seguro, los nadies, y no mirar la cruda realidad de un país real que vive en el total abandono y que ahora, está reclamando un cambio, aunque este sea un "salto al vacío".

Alberto Fujimori sabe perfectamente que la única arma que tiene (con la que gobernó antes y con la que pretende regresar) es la mentira a lo Goebbels: “Miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”, y más todavía con la ayuda de toda la maquinaria fujimontesinista y los empresaurios avarientos cuya verdadera patria es el dinero. Y keiko ha aprendido que más que candidatear, lo que tiene que hacer es actuar, escenificar, representar y hacer creíble su personaje dentro de una telenovela japonesa chillona y de baja calidad donde el héroe es el padre en prisión, donde el hermano perverso y fronterizo, el anti-Hamlet por excelencia, va dirigir un congreso de cojudos y pusilánimes de un país de gentes arrebañadas, envilecidos y estupidizados por las psicosociales, ciegos, sordos y mudos atados de pies y manos, y donde los presos naranjas (el centenar que metió Valentín Panigua y los que lograron fugar como la delincuente Rosa Fujimori o Víctor Aritomi que según las cuentas del Bank of Tokio, eran, pues, los tesoreros y los que le “prestaban” plata a Alberto Fujimori ), y la mafia en su conjunto regresaran como los muertos vivientes a comerse el cerebro de los que todavía piensan y se oponen al fracaso del proyecto país y la institucionalización del narco-Estado . Por eso, Keiko, la misma que hace unas semanas gritaba arengas para que “escuche el chino que lo vamos a sacar de ahí”, tiene que apelar a representar el papel de madre abnegada que sale con sus hijos en brazos (aunque tenga a la empleada doméstica a dos metros) y con el esposo a su diestra (un sufrido caballero norteamericano que le ha ofrecido un “mejor futuro” en Yankilandia) y con una sonrisa de dentífrico mientras 30 millones de extras genuflexos le piden de rodillas y al borde de las lágrimas que no vaya a soltar a su padre, que no vuelva a encomendar “tareas” al grupo Colina, que no lleve el oro en mochilas o maletas (el denunciado sistema-hormiga donde hasta la abuela Matsue Fujimori se le ha acusado de tener 558 mil dólares en una de sus cuentas bancarias del Norbank), que no vuelva construir colegios que se caen a pedazos, que no vuelva a castrar a 300 mil mujeres pobres a cambio de arroz, azúcar, leche o una botella de aceite, que no vuelva a sembrar este país con 6 mil fosas comunes, desaparecidos, cuerpos que aún hoy no encuentran sepultura; que no vuelva a comprar congresistas, empresarios, periodistas, y que no vaya a renunciar cobardemente por fax como su vil progenitor.

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