jueves, 23 de junio de 2011

POEMA INÉDITO DE WILLY GÓMEZ


TOPACIO



¿Qué hago si el montón sobrepasa la agudeza de olvidar

esas agilidades del pensamiento moderno?

La narración copia esta realidad y es hora de la obediencia

o de asir las herramientas y dejar limpio todo.



Primero ver la forma.

Ese trípode de aluminio ha de contener el plano a partir de la medición

si no se quiere el llenado absurdo. Las fotografías

no deben parecer tapias desde aquí.



Nuestro alejamiento también llena su individualidad.

Dirán cuándo el llano y no el montón que han pasado

sin trabajo como una auto culpa.



Un hervidero entusiasma con su lenguaje.

Nuestro desplazamiento progresa. Ruego & canto

han sido desde siempre integraciones

con tapadas definiendo americanismos,

tal vez como una resistencia de replantear el lujo de la colonia,

su embotellamiento que se hace trizas en la conformación

de un brillante,

el topacio. Nosotros somos así,

cualquier cosa para no ser negados elevará su dualidad.

Por suerte nos amamos y las pertenencias las lleva otro.



El amor viste un sabor agitado.

Es preciso dejar pasar cualquier humillación

y empezar gallardo romance

<>,

pero asegurando tu regreso

y gane jaleo o noche varada el compromiso.



Se establece el topacio,

pues ablución y cantata prosperen ya

aunque te repitas desde el poder político

y se amontonen los nombres separados. Hacia ese tiempo

actúo sin liviandad.

La captura lentamente tendrá su fin. Encerrado

se respira la consignación de los capitales,

y el precio consigue su altura.

Hay riqueza o nivel de ansiedad. No eres el peregrino que se detiene

ante un arreglo floral.

<>.

Ansío un suspiro cada mañana malgastando los soles

en colonias que alzan el cielo de un humor tranquilo.

Para todas las selvas de la intuición se detienen los países.

Tarde o temprano comprenderemos un día.



Saca ventaja el sentido. Me atrevo con ese crecimiento de historia,

su partición aclara el amor de los tontos en un Estado asfixiante.

Asunto vía conocido e imagen de yeso

tantas veces repetida en esa revista. Cada semestre es un Caribe revuelto

de sol y sombra.

Ése es el montón o sostén de la melancolía, la mirada viva,

persiana que el gato rompe entre la noche y la agenda del día.

Un día es así aquí.



Baile de caribeños & cajón de negros. Ése fue el día.

Junto a ella, incluso, a sus maneras de personaje real.

Ése fue el día de la escena.

Ah, tan teatral la épica.

Pero dije árbol porque era una imagen sobreviviente a nuestro lado. Campo

entre nostalgia y pesimismo político. Eso se entiende,

su proceso de descendencia en la casa de nuestros primos engañados,

se vistió de estampas, de santos en el televisor y en la refrigeradora.

Relleno y simulación del afecto –habrían dicho



Esto es el poder de la cicatrización, y tenemos

todavía más motivos que esta esperanza de ser distintos.



¿Qué mueve este mar?

¿A dónde nos llevarán sus embarcaciones

como arrestos de la noche?



Esas fotografías del año pasado en el museo rotativo

de nuestra memoria, por ejemplo, se vienen como salmos.

Muestran un revés cuyas luces del centro frente al montón

elevan este canto,

pámpano de cuadernillo

donde esperanza y miedo vuelven a repetirse.


Del libro inédito: Cruzada



Willy Gómez Migliaro. Nació en Lima, Perú, en 1968. Es autor de los libros de poesía Etérea (2002), Nada como los campos (2003), La breve eternidad de Raymundo Nóvak (2005), Moridor (2010); compilador del libro OPEMPE, relatos orales asháninka y nomatsiguenga (2009). Actualmente realiza investigaciones sobre literaturas orales amazónicas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

chevere Willi

Anónimo dijo...

Asi,Se Escribe.....Me gusto....Atte.Luna de Plata

Anónimo dijo...

¡Ay,Es Increible!Solo Publicas Los Comentarios Que Te Convienen¡¿no?!eso te parece justo ¡maldito!por eso tus "amigos"te dicen ¡solo!lo que quieres escuchar.......esta vez no es Atte.Luna De Plata(¡quiero ver si pblicas esto pues acomplejado!)

Anónimo dijo...

BUEN POEMA, WILLY GÓMEZ.

RENZO