Los últimos sucesos ocurridos en La Parada demostraron, una vez más, el grado de bestialismo e inhumanidad en el que nos encontramos: cuatro muertos, más de una centena de heridos, un policía casi canibalizado por una turba, un caballo destazado, un camarógrafo con la oreja mutilada, saqueos con millones en pérdidas, zozobra, inestabilidad, sensación de inseguridad, etc., fueron el saldo más visible de una “intervención exitosa”. La Policía demostró que solo sabe disparar a quemarropa y justificó la acción con el hecho de que eran lúmpenes (“Bala al salvaje que joda”, A. Mariátegui dixit), pero sin poder diferenciarlos entre los humildes comerciantes, recicladores, tricicleros y estibadores que también formaban parte de la masa protestante y que jamás merecieron ese trato de asaltabancos o enemigos de la sociedad, de esa misma sociedad que por más de cincuenta años les dio la espalda y los obligó a subsistir de las migajas y las miserias de una seudourbe fascista, racista y acomplejada que mira al océano por las mamparas de Larcomar o desde las terrazas de esa ilusión óptica llamada Eisha.
Otro hecho que nos mueve a la crítica es que carecemos de todo tipo de estrategia, derrotero o todo tipo de planificación (la arquitectura y la urbe de Lima son el reflejo exacto de esto: Lima ha crecido y se ha desparramado como un hongo venenoso); aquí la “champa”, la improvisación, el hacer-por-hacer es la norma, tanto así que, por ejemplo, nadie se pone de acuerdo en lo que se va a convertir el terreno dejado por el Mercado Mayorista: unos dicen que hoteles; otros, que se ampliará Gamarra; otros, que se hará un supermercado Metro; y la alcaldesa ha salido a decir que se convertirá en un fuerte policial, etc., etc. Y quizás nadie, tampoco, se preguntó por el carácter de ese terreno (que fue una donación) y por los planos y remodelación que los mismos comerciantes ofrecieron como alternativa para modernizar sus puestos de trabajo sin llegar al desalojo o a la barbarie (que aquí fueron lo mismo). Y nadie responderá, porque siempre es mejor callar y transar. Total, en un mundo donde la coima y el soborno son la norma, la verdad, que se cae de madura, siempre termina extraviándose o convirtiéndose en un mito urbano.
Otro punto es que la improvisación del día jueves (y la del sábado) pudo llegar a convertirse en otra Bagua o en un 5 de febrero de 1975; para los que estuvimos pendientes de toda esta movilización, nos dimos cuenta de que el convento Madre Teresa de Calcuta, ubicado entre 28 de Julio y Aviación, que cuida y protege a niños especiales y a indigentes y enfermos terminales, corrió riesgos innecesarios que se pudieron evitar con una evacuación, al igual que los colegios aledaños. Las llamadas de auxilio que se escucharon en la radio no fueron atendidas y, por el carácter humilde del convento, no se dieron mayores declaraciones. Al final, todos los medios se centraron en los revocadores y los villaranistas, pero nadie, otra vez, se preguntó quiénes son los verdaderos beneficiarios de este “traslado”, quiénes son los que pescarán a río revuelto o los que terminarán llevando agua para su molino.
Como sabemos, el emporio comercial de Gamarra mueve 1,000 millones de dólares al año, y su crecimiento es galopante, apenas frenado por la invasión china, y La Parada, junto al terminal pesquero de San Jacinto, el Mercado de Frutas y los cachineros de Aviación y la avenida Huánuco, era algo así como el basurero hediondo, el silo o patio trasero de esta zona a la cual muchos empresarios le echaron el ojo desde hace mucho tiempo y más ahora que el tren eléctrico tiene su paradero a cinco cuadras de la zona de conflicto y es necesario darle un pulmón de divertimento a los compradores, para que no solo agarren su mercaderías y escapen por la misma, puesto que el parque Cánepa apenas cumple con esta función catártica, gastronómica y/o desfogue.
Es cierto que la modernidad y el orden son necesarios y nadie en su sano juicio podría oponerse a ello, pero improvisaciones (como esa que quiere convertir a los cargadores en serenos: http://peru21.pe/actualidad/estibadores-parada-podran-convertirse-serenos-inspectores-transporte-2046563 ) y, sobre todo, desalojos a ese nivel de bestialidad no se pueden permitir. Lo vimos durante la construcción del tren eléctrico, cuando media manzana entre Aviación y la avenida Grau fue acordonada con un cinto de seguridad, y familias enteras fueron echadas a la calle (en su momento, hice la denuncia respectiva, conversé con los vecinos y envié notas de prensa y fotos a varios medios informativos, pero nadie hizo caso: la noticia no tenía “pepa”). Ese método chinesco y fascista no debe ni puede prosperar ahora ni nunca.
Lima merece tener otro rostro, merece orden, paz, tranquilidad, desarrollo, áreas verdes, mercados decentes, etc., etc., pero no sobre muertos, no sobre la imposición a pobladores o comerciantes a quienes nunca les dimos nada (San Cosme es un foco infeccioso de TBC multidrogorresistente), no sobre empresauros o sobre politiqueros carroñeros que no piensan en obras y en acciones, sino en elecciones (como ese tarado de Castañeda Lossio y los fujimontesinistas hambrientos de poder), no sobre políticas que tratan a unos con decoro y guantes de seda y condenan a otros a la desigualdad de condiciones, al martirio, las balas, el pisoteo social y el maltrato permanente.
Otro hecho que nos mueve a la crítica es que carecemos de todo tipo de estrategia, derrotero o todo tipo de planificación (la arquitectura y la urbe de Lima son el reflejo exacto de esto: Lima ha crecido y se ha desparramado como un hongo venenoso); aquí la “champa”, la improvisación, el hacer-por-hacer es la norma, tanto así que, por ejemplo, nadie se pone de acuerdo en lo que se va a convertir el terreno dejado por el Mercado Mayorista: unos dicen que hoteles; otros, que se ampliará Gamarra; otros, que se hará un supermercado Metro; y la alcaldesa ha salido a decir que se convertirá en un fuerte policial, etc., etc. Y quizás nadie, tampoco, se preguntó por el carácter de ese terreno (que fue una donación) y por los planos y remodelación que los mismos comerciantes ofrecieron como alternativa para modernizar sus puestos de trabajo sin llegar al desalojo o a la barbarie (que aquí fueron lo mismo). Y nadie responderá, porque siempre es mejor callar y transar. Total, en un mundo donde la coima y el soborno son la norma, la verdad, que se cae de madura, siempre termina extraviándose o convirtiéndose en un mito urbano.
Otro punto es que la improvisación del día jueves (y la del sábado) pudo llegar a convertirse en otra Bagua o en un 5 de febrero de 1975; para los que estuvimos pendientes de toda esta movilización, nos dimos cuenta de que el convento Madre Teresa de Calcuta, ubicado entre 28 de Julio y Aviación, que cuida y protege a niños especiales y a indigentes y enfermos terminales, corrió riesgos innecesarios que se pudieron evitar con una evacuación, al igual que los colegios aledaños. Las llamadas de auxilio que se escucharon en la radio no fueron atendidas y, por el carácter humilde del convento, no se dieron mayores declaraciones. Al final, todos los medios se centraron en los revocadores y los villaranistas, pero nadie, otra vez, se preguntó quiénes son los verdaderos beneficiarios de este “traslado”, quiénes son los que pescarán a río revuelto o los que terminarán llevando agua para su molino.
Como sabemos, el emporio comercial de Gamarra mueve 1,000 millones de dólares al año, y su crecimiento es galopante, apenas frenado por la invasión china, y La Parada, junto al terminal pesquero de San Jacinto, el Mercado de Frutas y los cachineros de Aviación y la avenida Huánuco, era algo así como el basurero hediondo, el silo o patio trasero de esta zona a la cual muchos empresarios le echaron el ojo desde hace mucho tiempo y más ahora que el tren eléctrico tiene su paradero a cinco cuadras de la zona de conflicto y es necesario darle un pulmón de divertimento a los compradores, para que no solo agarren su mercaderías y escapen por la misma, puesto que el parque Cánepa apenas cumple con esta función catártica, gastronómica y/o desfogue.
Es cierto que la modernidad y el orden son necesarios y nadie en su sano juicio podría oponerse a ello, pero improvisaciones (como esa que quiere convertir a los cargadores en serenos: http://peru21.pe/actualidad/estibadores-parada-podran-convertirse-serenos-inspectores-transporte-2046563 ) y, sobre todo, desalojos a ese nivel de bestialidad no se pueden permitir. Lo vimos durante la construcción del tren eléctrico, cuando media manzana entre Aviación y la avenida Grau fue acordonada con un cinto de seguridad, y familias enteras fueron echadas a la calle (en su momento, hice la denuncia respectiva, conversé con los vecinos y envié notas de prensa y fotos a varios medios informativos, pero nadie hizo caso: la noticia no tenía “pepa”). Ese método chinesco y fascista no debe ni puede prosperar ahora ni nunca.
Lima merece tener otro rostro, merece orden, paz, tranquilidad, desarrollo, áreas verdes, mercados decentes, etc., etc., pero no sobre muertos, no sobre la imposición a pobladores o comerciantes a quienes nunca les dimos nada (San Cosme es un foco infeccioso de TBC multidrogorresistente), no sobre empresauros o sobre politiqueros carroñeros que no piensan en obras y en acciones, sino en elecciones (como ese tarado de Castañeda Lossio y los fujimontesinistas hambrientos de poder), no sobre políticas que tratan a unos con decoro y guantes de seda y condenan a otros a la desigualdad de condiciones, al martirio, las balas, el pisoteo social y el maltrato permanente.
2 comentarios:
Cerro San Cosme 30 de Octubre del 2012.
Comunicado de Emergencia a la Opinión Pública.
Nosotros los hijos del éxodo constante, serranos y selváticos descendientes de nuestras abuelas ultrajadas por el español ignorante y conquistador.
Nosotros descendientes de nuestras madres violadas por el patrón criollo, soberbio,estúpido y resentido.
Nosotros hijos de la bejación ejercida por los llapanaticc y sinchis ignorantes, mercenarios y traidores.
Nosotros descendientes de naciones sometidas y masacradas por más de 500 años.
Nosotros siempre llegando a esta ciudad gris, desmadrada, cruel, que nos mantiene exiliados en Apus de los extramuros de una ciudad ficticia de segundo mundo, una cuidad acomplejada donde la decidia ha trepanado los cerebros de las "autoridades" de este país bamba.
Nosotros los que día a día bajamos y subimos escaleras de concreto, amarillas, escaleras sin fin que se pierden entre la neblina y tu retina.
Nosotros los que maldecimos las lluvias porque derrumban los techos de nuestras casas,
Nosotros los que odiamos el sol inclemente de los veranos porque potencia la tifoidea,
Nosotros los que comemos de tu basura porque el día no alcanzó para juntar las monedas.
Nosotros los tuberculosos multidrogo resistentes,
Nosotros los que incomodamos tu viaje en las combis y te recordamos lo miserable y cobarde que es tu vida.
Nosotros los sin libro que nunca hemos reclamado ni un solo derecho humano de todos los que nos robas a diario.
Lima, la corrupta, la hipócrita, la asesina, ahoara se atreve a quitarnos nuestra única fuente de vida "LAPARADA" La Victoria.
Nosotros los que habitamos estos cerros eriazos no permitiremos más genocidio como lo hacen con otros pueblos en el interior de este país (Bagua, Conga, Espinar, etc).
Nosotros nos paramos frente a tí, desangrandonos llevando en una mano la pata rota de un caballo y en la otra la oreja de un camarógrafo y ponemos a tus pies nuestros cuatro cadáveres.
Esta es una Declaratoria de Guerra.
Exigimos la cabeza de Susana Villarán Piqueras por asesina y doble moral.
¿Con qué vamos a alimentar a nuestros niños?
Nosotros nacimos para resistir, ustedes limeñitos podrán hacerlo?
Bienvenidos al más grande show nunca visto, el reality más sintonizado de la televisión peruana...
Señores y señoras limeños podrán cerrar sus ventanas y puertas pero sentirán un susurro en sus oídos, eso somos nosotros, sus esclavos, los que mantenemos tu sistema de vida putrefacto. Ahora que tus mercenarios (PNP)han demostrado sus incapacidad y cobardía, ahora que estás sola y desesperada señorita Lima, ahora que te sudan las manos y te sientes acorralada, ahora tu peor pesadilla está por hacerce realidad... los cerros aún no hemos bajado.
LOS AQUÍ FIRMANTES:
NOSOTROS,GINO CARDENAS REVERO,KENYI CASTRO VELITA, EDUARDO ENRÍQUEZ APOLAYA, NN, LOS OBREROS, LOS COMERCIANTES, LOS VENDEDORES AMBULANTES, LOS CARRETILLEROS, LOS MECÁNICOS, LOS CACHINEROS, LOS BUCEADORES, LOS ESTIBADORES, LAS PROSTITUTAS, LAS PROFESORAS DE COLEGIOS NACIONALES, LAS ASISTENTAS SOCIALES DE A PIE,LOS LAVAFIERROS, LOS COSTUREROS, LOS CARPINTEROS Y EBANISTAS, LAS ELECTRICISTAS, LAS COSMETÓLOGAS Y LOS PODÓLOGOS,LAS EMPLEADAS DOMÉSTICAS, LAS NIÑERAS, LOS PROCENETAS,LOS PINTORES DE BROCHA GORDA Y PINCEL, LOS GASFITEROS, LOS TAXICHOLOS, LAS ENFERMERAS Y MÉDICOS DE LAS POSTAS, LOS JARDINEROS, LAS BARRENDERAS, LA BAJA POLICÍA Y EL TOMBITO HONESTO, LOS PIRAÑITAS Y TEROKALEROS, LOS MENDIGOS, LOS LOCOS, LOS CHOROS MONSE, LOS CHOROS RANKEADOS, LOS APRETONES, LOS CHOROS PLANTADOS,LOS POETAS, LOS PESCADORES Y LAS FILETEADORES, LAS MADRES DE LA ORDEN DE TERESA DE CALCUTA, LOS SEGUIDORES DE SITYA SAI BABA, LOS HUBERT LANSIER,LOS HARE KRISHNA Y SU PRASHADAM, LAS AMAS DE CASA Y LOS ÑIÑOS Y NIÑAS SIN FUTURO.
¿Cuándo se animará la alcaldesa Villarán y el Presidente Humala o quien chucha sea desde el Estado a desalojar a los malcriados que han INVADIDO el litoral sur desde el peaje de COnchán, privatizando las playas, colocando murallas, rejas y guachimanes armados como rambos para impedir la entrada del peruano común y corriente?
Digo, porque si de proteger el espacio público se trata y de hacer respetar la ley, entonces también deberían ver el tema de los condominios en el sur y las playas privatizadas a su gusto por empresarios, militares y todos los pudientes con la complacencia y complicidad del propio Estado peruano.
Los malcriados del mundo no contratan a lumpenes para que los defiendan: contratan a empresas de seguridad, a mercenarios a sueldo, generales y coroneles que a su vez ordenan a los cachaquitos que los defiendan.
Basilio Auqui Salvatierra
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