LUIS ARIAS MANZO
Chile
MI QUERIDO FELICIANO,
MEJÍA HIDALGO,
LINAJUDO ENTRE LOS PRÓCERES DE LA PATRIA GRANDE
Con los poetas
como tú siempre habrá un espacio
en nuestras
almas y en nuestras hojas blancas.
tu sangre
hecha tinta cubrirá las páginas aún no escritas
y tus voces
serán derramadas como diluvios por los valles
de nuestro
continente y del planeta avasallado
por los inescrupulosos
y esbirros de garras congeladas;
esos de ojos
secos y de sangre de fango podrido.
Nuestro Che
como el pan de
cada día
alimenta las
luchas clandestinas
de los montes
y los barrios perdidos de la urbe
y nada
detendrá el hambre libertario de nuestros héroes.
Nuestro Che
nos mira desde
cada rincón;
de aquella
mirada clandestina de un retrato
colgado en la
pared de la mísera casa obrera y campesina,
y sangra cada
día, ruge en el rincón perdido de la realidad
y luego vuela
como un cóndor por sobre los andes
y se
transporta de continente en continente
con la
agilidad y perseverancia de las golondrinas
haciéndonos
ver el espectáculo de las primaveras.
Cada aurora
está con nosotros, camarada,
alumbrándonos
el sendero por recorrer.
Cada amanecer
nos trae un poema hecho fusil
haciendo
temblar al verdugo de ojos adustos.
Nuestro Che
vive en tu
mirada, compañero de los Andes;
tu carta ya
recorre los caminos de la victoria
deteniéndose
en la mirada luminosa de nuestra gente.
Tu siempre
Ariasmanzo
FELICIANO
Perú
Foto, Taller
Dulmideluz, 31 de mayo de 2014
CARTA-INFORME
AL CHE DESDE LIRKAY
A RITMO DE ROQUE DALTON
Para el poeta Arturo
Corcuera,
quien, un día cuando le
pregunté
cómo era Fidel, me dijo:
“Es como estar
al pie de una Montaña”.
Querido Camarada Ernesto
Che.
Sumaq taytay, qori wauqeychallamirí.
Las tarea se cumplen y se van cumpliendo
aquí.
Todos los Vietnam de América del Sur
están en lava
en la columna vertebral candente de los
Andes.
(Desde el Darién a La Tierra del Fuego:
a pie he recorrido todo el Continente, no
digo vainas de libros o me lo dijeron. En
mi camino
me ayudaron el Ariansmanzo el Kirguise,
el flaco
Hernando Ardila, Los Guerreros de Luz del
Guayas,
Mi Reina Lúa Delasnieve, el Juanito
Pomponio
que perdió todo el cabello, y ahora
parece Buda,
el Jiménez y su Sonita –que se aman a
muerte
y se pelean a muerte-; siempre y con
mucho amor
la Amanda, los Diablos del Oriente que se
llaman
Maldita Boa ellos mismos, el Wélmer
Cádenazcha,
y de su manera jodida el Diablo, tú ya
sabes,
el Shamán Blanco-Gris que a veces se
porta
como un Caballo de Fuego.
También y mucho ese Diablo Rojo y
Camarada
como tú, Federico Latorre Ormachea que
ahora,
hace poco,
finadito fue de muerte natural. Y el
Saqra James Oscco
Anamaría,
también finado, pero a él me lo mataron
por tortura
durante tres días sin descansar. Ya ves,
Che, así
caminé por años, como mi padre el Wamán Puma de Ayala).
Yo no te digo piedras, ni lo he leído ni
nadie me lo dijo:
Yo lo vi todo con mis propios ojos lo que
abajo te digo.
Inkarrí está entero y en pie,
DANZANDO
con sus fuetes de Serpientes:
PUKLLANKU Wakunada.
Puka runachakuna takikun, tusukun.
Sumaq Puka warmichakuna, rimakun , lliu!
En tu Perú tu ametralladora se encendió
el 17 de mayo
de 1980 a las 11h45 en Chuqchi.
Qayllichallaytas kusikun ya.
Pero como no teníamos balas ni fusiles
ametralladoras,
salvo una, de madera, y un revólver;
nada más usamos lo que abundaba y abunda
en nuestras vidas mineras:
y estalló la “humilde dinamita”. Y un
cuartel voló por los aires,
y
una municipalidad con su podredumbre saltó incendiada por los aires,
con los gusanos de sus votos y sus urnas;
y los Juzgado de Paz fueron hechos basura
por los aires. Y a las 12
y 15 pm ya teníamos diez fusiles
ametralladoras
ZB30, 35 granadas tipo piña,
12 revólveres Smith y Wesson;
cinco palos gigantes de eucalipto
flameando sus banderas con las hoces
y martillos en las equinas y centro de
Chuqchi liberado.
un Comité del Nuevo Poder (evidentemente
clandestino)
del Nuevo Estado que nacía como un ramito
de alhelí,
y
12 guardias civiles en calzoncillos amarrado en el centro del sol
de la plaza cerca del alto Pisonay. No
los pusimos bajo su sombra
para que sufran un poco esos pobres
degenerados.
A diez de ellos los echamos descalzos
por el sendero de pedriscos, y nadie fue
ejecutado
como quería la masa campesina, y dos
Guardias Civiles se incorporaron
a la guerra de guerrillas. Guerra de Guerrillas
de entonces, ahora, 2014, Guerra de
Liberación
por la invasión Yanki y Sionista.
Todo estaba manejado con pulso de
diamante y dirigido,
centímetro a centímetro, a nivel de todos
los rincones de la Patria
por el Gran Rubí:
el Partido
Comunista
del Perú-PCP (16 años
de labor de hormiga
y estudio y discusión
clandestinísimos
debieron ser necesarios para ello),
nuestro amado Partido,
aquel que organizó (en Socialista) el estratega
genial de José Carlos (qué suerte
la nuestra
y de este herido Perú); ese Partido con
más de medio siglo
de andar en la oscura podridura hasta hallar el sendero luminoso
de J. C. Mariátegui, que muriendo anunció
la alborada.
ÉSE,
TODO LO DIRIGIÓ:
P
A R T I D O
C
M U N I S TA.
Y se hizo la luz en el Tawantinsuyo.
CHAYNAM CHAY, INKARRICHA CHURIKUNA
KUSIKUNKU;
y el genocidio legal siguió su curso. Y
la pugna
sangrienta entre el Toro y el Cóndor fue
un canto de angustia
y de dolor y de alegría. Et la nuit de
sang entre nous,
pandant le siècle vingt avait COMENZADO à mourir!
Ahora, Che, Hermano, media Patria esta
Liberada en Guerra Prolongada,
EN EQUILIRIO ESTRATÉGICO
y las ametralladoras Galil rugen en el
Faro
de Vizcatán inexpugnable.
Y con instalazas nos bajamos como moscas
los Tokotokos
(los helicópteros, pe, Che,
no entiendes: te me estás quedando)
Ya no necesitamos amarrar Perros Muertos
en las calles:
El Maldito Imperio Chino, que se tiene
comprado
el 45% de la minería peruana, ya está
notificado.
La selva peruana está llena de casas y
clínicas
y calles bajo tierra hasta cerca de
Iquitos,
en la floresta de nuestra Amazonía,
con sus entradas tapiadas con secas
lupunas
y tierra roja encima (la tierra de la
selva,
pues, tiene nuestro color) y lianas y
saprófitas
y mucho yerbaje natural encima, igualito
que en el Viet Nam.
Aquí no paró nada.
Aquí ni un segundo nuestro PCP paró un
segundo.
Nuestro Partido, mi querido Ernestito Che
Guevara Lazerna
(con z se escribe tu apellido
o con s: avisa)
es clandestino, y nuestro Ejército
Popular de Liberación es clandestino, y
nuestro Frente
Revolucionario de Masas en las ciudades
es clandestino,
no madurado aún, pero ya cuajará:
No estamos quietos, ni apurados:
Guerra Prolongada, manyas?.
Un millón 300 y 40 mil muertos nos
amenazan
hacer los Yankis en sus planes, hacer,
solo cuando la Toma de Lima
bombardeando la ciudad antes del triunfo.
(Saca tu cuenta, Checito).
Y nuestro PCP (y el tuyo, por qué no)
dijo
con documentos y hechos: ¡Pago!
Y pagaremos. Que la muerte
en la Guerra Prolongada
es solo un accidente
de trabajo.
Amado Che, desde 1532,
primero los Españoles hasta 1824, y luego
los Ingleses y Franceses,
hasta 1919; y ahora, desde esa fecha a
hoy
25 de mayo de 2014 que te escribo la
presente,
los norteamericanos
nos pudren el pan.
(Hijos de Puta).
Cinco siglos, Che,
y no podemos ni hablar
nuestra lengua madre (segunda lengua
oficial del Perú pero PROHIBIDA,
qam, yachankichu, icha manachu
runasimitaqa?)
nuestro RUNASIMI es escupido y odiado:
Fíjate que te escribo en castellano.
(No en inglés ¡NO!)
Murieron ya 250 mil hombres peruanos
entre masas,
combatientes y cuadros
Comunistas, y el 80% del Comité Central
está en la Luminosas Trincheras de
Combate
de cientos de prisiones
y en estas prisiones, van tratados como
animales,
salvo, evidente-
mente,
los traidores y ratas que piden
gimoteando ¡elecciones!.
Así, murieron desde 1980 hasta hoy 2014,
muchos.
Pero la muerte por hambre, día
a día es mucho más. Y la Comisión
de la Verdad y Reconciliación
(La Comisión del soplonaje) financiada
por la Fundación
Rockefeller
y dirigida por el Opus Dei –el fascismo
de la Iglesia
Cristiana peruana- del Papado pedófilo de
Roma, dice
burlándose: solo fueron 64 mil muertos.
Los Yankis nos incrustaron a lo largo del
territorio
nacional
13 Bases Militares como la de Satipo y
Madre mía:
Creen que a bala y genocidio se domina a
un pueblo levantado;
idiotas los muy idiotas. No aprendieron
del Viet Nam.
Y nos han puesto e impuesto
una sala de la CIA EN EL PLACIO DE
GOBIERNO
Y MUCHOS FELIPILLOS, TODOS, DE MINISTROS
DE ECONOMÍA
(Ladroncillos como siempre, los Yankis,
mi querido Checito).
Pero, Che, Camarada, la guerra con tu
ejemplo, sigue,
sigue, cada segundo, sigue,
con los Comunistas sigue,
llamados por el enemigo estratégico
Terroristas, sigue,
o llamados narco-terroristas, sigue,
(no existe para ellos en el mundo ninguna
lucha
revolucionaria: solo son, todos, para
ellos, terroristas; ¿te fijaste?)
y seguirá hasta el final
cuando se declare la liberación
de la Unión de Repúblicas Socialistas
(en transe al Comunismo) Soviéticas de
América del Sur.
Y no lo digo yo: Lo dice Inkarrí.
El enemigo principal en el mundo de hoy
(los Yankis)
se caen hoy a pedazos sobre la faz de la
tierra
y el de mañana y el de casi de hoy (los
malditos chinos)
robustos se preparan para pudrir la
tierra.
Ernesto, tú sabes. “El Foco” ya fue.
Ahora aplicamos las Tres Jabalinas
de Oro:
- Partido Comunista amado, armado y clandestino.
- Ejército, bien armado y clandestino.
- Frente Revolucionario de Masas
en todos los
Andes, en las costas y las selvas,
en ciudades, armado
y clandestino.
Che, Camarada.
Tú cumpliste como cumple el hombre más
bello del mundo:
El Comunista.
7,234 tumbas clandestinas
de nuestros combatientes
nos dicen que el aura sigue.
Sumaq pukarunacha wañukun, allim
llamkaqrunakuna,
PUKACHAKUNA
manam tukurunchu!
(Che mío. Corto este informe.
Debo llevar un camión
de medicinas
de Lima a Vizcatán.
Aquí en Lirkay está haciendo frío que
arruga
el alma.
Y ya debo salir. Los puntos de contacto
esperan. Acá no nos atrasamos ni de 30
segundos
un contacto, sino puedes tener un
accidente de trabajo
y te dan 35 años de cárcel
o mueres, pues, simplemente, y fallas;
pero a nuestro pueblo no le podemos
fallar.
Yo me despido con cariño:
Tu
Camarada Feliciano.
Lirkay,
25 de mayo de 2014.
4h25
am.
El
camión arranca
como
las propias sedas.
©F.M.
De: GÁRGOLAS (inédito)
1 comentario:
Gracias mil, Rodo.
C. Feliciano.
Publicar un comentario