viernes, 27 de marzo de 2015

50 SOMBRAS DE GREY O 50 PATADAS EN EL CULO, COLUMNA PIRATA EN LIMA GRIS

50 SOMBRAS DE GREY O 50 PATADAS EN EL CULO (Solo para adultos)

Precedida de una enorme orquesta publicitaria, polos, carteras, baratijas, llaveros, souvenirs eróticos, etc.,Cincuenta sombras de Grey (50 SG) se exhibió en los cines de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Valgan verdades, este tipo de películas no buscan captar la atención de los críticos (honestos o no aceitados) y mucho menos su aprobación, sino, muy por el contrario, se sostienen en el escándalo y en las reacciones en cadena o efecto dominó, que, casi siempre, terminan machacando sobre la libido o sobre la violencia y “mejor” si son las dos cosas a la vez: “sexo a balazos” con una pizca de “manual de autoayuda”: consejos mínimos o moralejas que puedan servir para el común denominador, esto es, para el hombre o mujer estándar que va al cine para olvidarse de sus problemas, para relajarse o para tener algún pretexto para besar o arrumarse con el (la) enamorad@.

50 SG, de Sam Taylor-Johnson, es una película rosa que se agarra de la vieja fábula de La Cenicienta –o la Natacha, de Ofelia Lazo, si quieren–, donde una estudiante, trabajadora de una ferretería y que comparte cuarto con una amiga, se enamora casualmente, en una entrevista para una publicación universitaria, de un empresario multimillonario, joven y apuesto: Christian Grey (Jamie Dornan), pero con “extrañas” costumbres: él no “hace el amor”, él “coge con fuerza”, fornica y no se enamora, cuestión que deja en claro y que repite tautológicamente como para que se entienda y no haya mayores problemas. Y, para añadirle una cereza a esta torta de bromato, defectuosa y peor presentada, la joven enamorada, Anastasia Steele (Dakota Johnson, hija de Melanie Griffith), es pobre y su única riqueza, aparte de su nombre de princesa rusa, consiste en su virginidad, la que está dispuesta a ofrecer-ofrendar sin nada a cambio, o quizás sí: por un poco de afecto.
El drama o melodrama en algo que ya de por sí es un adefesio consoftporn o mummy porn (porno para mamis) –en nada equiparable a las otroras Historia de ONueve semanas y mediaEl imperio de los sentidos, oEl último tango en París– consiste en que Grey intentará convencer a Anastasia de que tiene que firmar un contrato en el que están estipuladas todas las cláusulas o, mejor dicho, todas las formas en que se realizará el “coitotécnico”, porque cualquiera que esté con él “no puede sentarse una semana” (Christian Grey dixit). Así, entre los puntos de un largo acuerdo, que más parecen las pautas que debe seguir una actriz porno triple x experimentada, se establecen torturas, juegos de bondage, sumisión, disciplina, fifting, sadomasoquismo, etc., etc., detallados punto por punto, y con uso de herramientas y sofisticados aparatos por utilizar. Asimismo, aparece una dieta que la firmante tendrá que respetar y varios detalles, como visitar a un ginecólogo que él mismo recomienda, lo que, por un momento, nos hace pensar que Grey puede ser un psicópata, un experimentado y cuidadoso violador o un serial killer.
Es claro también que, desde un inicio, Anastasia, la estudiante enamorada, se deshace en un juego de deseos, sudoraciones, blanqueamiento de ojos, efluvios y tremores, que hacen entrever que hay una comunicación perfecta de señales eróticas, que, en la común lógica, debieran acabar en el lecho amatorio, pero la razón contrafáctica es que Anastasia, concluyente de la preparatoria, es virgen y, por lo tanto y dado lo especialdel caso, el que domina se verá, primero, sorprendido y, luego, subyugado por este detalle, con lo que se constituye así la vieja paradoja del cazador cazado. A partir de ahí, se desarrolla un cortejo-enamoramiento como el de cualquier pareja común, con el detalle del lujo y las excentricidades propias de un habitante del jet set: paseos en aviones privados, cenas en restaurantes cinco tenedores, regalos opulentos y autos deportivos por docenas.
Por su parte, Christian Grey no pierde la oportunidad para hacerle recordar que tiene que firmar el contrato. De este modo, le hace conocer su cuarto secreto, donde están todas sus piezas sadomasoquistas, a la vez que confiesa que es adoptado y que tuvo una infancia dura. En algún momento, como para explicar el sentido autoritario de su carácter, refiere que tuvo una relación perversa con la amiga de su madre, quien, por varios años, lo sometió a sus prácticas de “disciplina” o “dominatrix”. De otro lado, Anastasia intentará que el “amor” prevalezca sobre las prácticas insanas, casi doblegando el carácter obsesivo-compulsivo y las formas de Grey, quien incluso le concede tener una salida juntos una vez a la semana, como si fueran novios, con cena y baile incluidos.
La persistencia de Grey, unida a la seducción y lucha de caracteres (Anastasia-ternura, Grey-autoridad), hará que Anastasia se someta al castigo del azote, que cuente cada uno de los latigazos que le caerán en el bajo derrière, lo que se consuma en un acto de unilateral placer por un lado y decepción por el otro, por lo que el rompimiento deja poco para la imaginación o para algún desenlace sorpresa. Y una relación que empezó al abrirse la puerta (otro trasnochado artilugio, sumado al forzado encuentro inicial donde la amiga se “enferma” para ser suplantada por Anastasia) se cerrará con las miradas cortadas por el ascensor y sin posibilidad de retorno, al menos en lo que va de este capítulo hecho película en la ya anunciada y escrita trilogía. Colección compuesta porCincuenta sombras de GreyCincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas, y redactados por una fanfiction (textos escritos por fans) de la serie Crepúsculo: E. L. James, autora de 50 SG, quien ha derrotado en las ventas incluso a Harry Potter, con 40 millones de copias vendidas solo del primer tomo y con derechos comprados en 37 países, y ha desatado el interés de escritores como Bret Easton Ellis (Americam PsychoMenos que cero), quien se propuso para hacer el guion y terminó escribiendo para Paul Schrader y su The Canyons, inspirada, cómo no, en 50 SG con un añadido mayor de sexo y crimen.
Si la pregunta final es cómo así una película de este tipo, que más parece un manual de ginecología de adolescentes o el backstage de Victoria’s Secret, ha logrado un éxito demoledor y global, la respuesta solo se encuentra en el sistema económico y en el sachaorden imperante, donde elmass media dirige el tránsito de los gustos y la capacidad de pensar se ha endosado a la capacidad de sentir o disfrutar la vida (“Vive la vida y no esperes que la vida te viva”, decía Susy Días); entonces, es más fácil digerir un producto que no te cuestiona nada ni propone nada y que, además, te da la oportunidad de descubrir que el-placer-(goce)-tiene-diversas-formas. Y que el erotismo puede ser lo mismo que siente un cerdo en celo por su yunta. Siente, magrea y no pienses parece ser el mensaje subliminal que, en 50 SG, encuentran y entienden muchas jovencitas y amas de casa, es decir, una telenovela muy acorde a estos tiempos para olvidar la presión del trabajo, la rutina o el tráfago monótono y repetitivo del hogar, sentándose a ver un mamarracho con las manos entre las piernas o la entrepierna, tomando Coca-Cola y chacchando palomitas de maíz, y para olvidar también que es el sistema y no el o la amante quien les da latigazos en la espalda o patadas en el culo.
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Author: Rodolfo Ybarra
Rodolfo Ybarra
Rodolfo Ybarra. Ha estudiado matemática pura, física, electrónica y comunicaciones. Ha publicado una veintena de textos entre novelas, cuentos, poemarios y ensayos. Ha dirigido un programa de televisión de contracultura y política, y editado revistas y fanzines. Se expresa también vía el vídeo y la música. Desde el 2007 maneja el blog www.rodolfoybarra.blogspot.com.
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