martes, 25 de agosto de 2015

CARTA A JUAN CRISTÓBAL

RESPUESTA A LA CARTA ABIERTA DEL POETA JUAN CRISTÓBAL SOBRE LA PRECANDIDATURA DE VERÓNIKA MENDOZA

CARTA A JUAN CRISTÓBAL


Primero, muchas gracias por la carta abierta, antes que nada quiero saludarlo y manifestarle mi aprecio a su persona y a su obra literaria. Dicho esto, paso a darle mi respuesta, que es también la respuesta a otras cartas de amigos y de no tan amigos, sobre este mismo tema: la precandidatura de Verónika Mendoza.

Opinar, divulgar información, estar al tanto de lo que sucede en nuestro país, no puede calificar como “ataque”. ¿Ataque a quién? Esa es exactamente la manera con que se defienden los burócratas y el poder instituido cuando señalas sus errores o cuando los pones en evidencia de alguna falta. Lo cierto es que no tengo nada personal contra nadie ni soy financiado por la ultraderecha o por la ultraizquierda como sugieren maliciosamente por ahí. Asimismo, señalo lo que me parece un despropósito y una falta de coherencia dentro de la candidatura de Verónica Mendoza. Antes que nada, porque no tiene una carrera política, solo hay que recordar que llega al congreso porque era amiga personal de Nadine Heredia en Paris, y, si revisan bien los spots de su candidatura, se darán cuenta que tenía el mismo discurso de Ollanta Humala, incluso nos prometió bajar el precio del gas y sugirió un nacionalismo alejado de las transnacionales:https://www.facebook.com/244373448928388/videos/1031433510222374, pero resulta que, en algún momento de su ejercicio congresal, derivó en defensa del aborto al lado de las oenegés de capitales extranjeros que invierten y no regalan su dinero (revisar caso Suiza y sus 250 casos de oenegés cuyos activos proceden de empresas que venden armas).  Lo que hay que revisar también son sus propuestas de ley:http://www.veromendoza.pe/index.php/2014-08-14-07-02-29/leyes. En la que tiene varios proyectos sobre asuntos ambientales, pero, también, proyectos que podrían ser importantes en otro escenario, solucionando, primero, por ejemplo, cuestiones de economía social o de seguridad ciudadana, sin embargo se prefirió apostar por los siguientes: “Proyecto de Ley de Alternancia de Género”, “Ley contra el acoso callejero”, “Leyes por acceso a educación y salud sexual y reproductiva”, etc. (Revisar este artículo sobre la mesa tripartita y el papel nefasto de ciertas organizaciones feministas en las esterizaciones forzadas en la época de Fujimori, organizaciones que, por cierto, se han lavado la cara y ahora se presentan como baluartes en la defensa de la mujer: http://www.limagris.com/la-mesa-tripartita-ongs-feministas-y-esterilizaciones-forzadas ). Y las que VM apoyó de forma tangencial, si a alguien le importa, puede abrir este pdf  del 23 de marzo del presente añohttp://www2.congreso.gob.pe/Sicr/TraDocEstProc/Contdoc03_2011.nsf/0/beea999d4f1fc20b05257e1100669d18/$FILE/PL0434720150323.–.pdfy ahí encontrará que mientras nuestro país necesita de urgente seguridad ciudadana, mientras hay hambre, miseria, convulsión social, etc., Mendoza estaba, junto a “Vitocho” García Belaúnde, tratando de quitarle el título nobiliario de “prócer” de la batalla del 2 de Mayo a Mariano Ignacio Prado, hecho que llevó a toda una lucha y una pérdida de tiempo entre abogados, parientes y congresistas abocados en esta causa que podría ser justa o no, pero no en tiempos en que hay otras urgencias. Eso se llama NO tener sentido común. (Ver firma de VM al final del documento).
El otro asunto que nos preocupa, es que VM haya firmado para el ingreso de tropas en nuestro país, noticia que sus adláteres, allegados y oportunistas de turno, han querido negar diciendo que no son 3200 soldados sino solo 46, siguiendo la lógica de “matamos menos”, hecho que condice cualquier sentido de inviolabilidad e intangibilidad territorial. Recordemos que esas prácticas militares tuvieron como escenario a Lima, Junín, Loreto, Pasco, Cuzco y Ayacucho, lugares todavía convulsos en que el estado tiene poca presencia o se ha generado un vacío de poder. (Ver documento del congreso donde aparece la firma de VM, pág. 27:http://www2.congreso.gob.pe/sicr/RedacActas/Actas.nsf/ActasPlenoAct/05256D7B0075044305257A9C000364EB/$FILE/19-18.oct.2012.pdf ).
Por ello, considero que es imposible pretender un frente con personas que guardan un perfil dudoso, al menos para un movimiento que se dice de izquierdas y en el que se puede comprobar a gente honorable y bases que esperan no ser, otra vez, llevadas al desvío. No es mi posición la de políticos clásicos de izquierda, como el tal Breña Pantoja, que prefieren no decir nada y seguir mirando a un costado dizque para no ahondar la diferencias contra las otras izquierdas (ver:https://www.facebook.com/UnetePeruOficial/videos/792072667556214/?__mref=message_bubble ). A pesar de todo, he optado por hablar en voz alta y señalar las diferencias con los activos y los pasivos que ello conlleva. Gracias por la amistad. Siempre,
CARTA DE JUAN CRISTÓBAL

ESTIMADO RODOLFO: creo que tus posiciones respecto a Veronika Mendoza tienen dos elementos de respuesta: la positiva y la negativa. Comenzaré por la primera. Es bueno recordar todas las promesas y compromisos y actitudes que tuvieron cada uno de los políticos o (en este caso) precandidatos para las futuras elecciones, es bueno porque entonces sabremos quiénes son y qué incumplieron (o traicionaron, como dices tú, lo que me parece excesivo para el caso que mencionas, pero cada quien es dueño de sus palabras y decisiones), y también es bueno para saber a quién debemos elegir como precandidatos y a quienes no. En cuanto a la segunda situación. Tu permanente ataque a Verónica Mendoza me parece excesivo y deja posibilidades para que la derecha nos deje (a los de la izquierda) sin candidatos. Y también es excesivo porque el problema no es una persona, sino que grupo o partido colectivo es quien la respalda y postula, en todo caso tus señalamientos deberían ser a ese grupo o partido.
Ahora, en términos generales, siguiendo tu línea de conducta tendríamos que aceptar que la izquierda, todos los grupos que se dicen de izquierda, no hay una sola persona o político que pueda realmente ser capaz de darnos la confianza que necesitamos, todos están manchados por zigzagueos y arribismos personales. Pero esa es nuestra izquierda que tenemos y esa es a la que hay que aceptar, pero pedirle, desde el lugar que estemos, honestidad y rectitud.
Por eso es imprescindible exigir (y no atacar a una persona, a no ser que haya tenido una actitud abiertamente vergonzosa, que no es el caso de Verónica Mendoza, a quien no conozco, pero si de una persona que fue embajadora y ahora esta de nuevo en uno de los frentes como si nada hubiese sucedido, ya sabrás a quien me refiero), digo, hay que exigir que en primer lugar se forme un FRENTE UNICO DE IZQUIERDA y luego exigir que tenga un PROGRAMA ANTINEOLIBERAL, ANTICAPITALISTA Y ANTIMPERIALISTA, en ese Frente pueden ir desde los propios grupos de izquierda hasta cristianos o militares progresistas, pero la clave de todo esta en el PROGRAMA. Esto quería decirte y no pretendo abrir un debate sobre esto. Solo que tomes en cuenta lo que te digo, que sepas lo que pienso a propósito de tus puntos de vista, y si no estas de acuerdo, así son las contradicciones en el campo de la política. Un saludo.
Juan Cristóbal.
 72 1 0 73

Author: Rodolfo Ybarra
Rodolfo Ybarra
Rodolfo Ybarra. Ha estudiado matemática pura, física, electrónica y comunicaciones. Ha publicado una veintena de textos entre novelas, cuentos, poemarios y ensayos. Ha dirigido un programa de televisión de contracultura y política, y editado revistas y fanzines. Se expresa también vía el vídeo y la música. Desde el 2007 maneja el blog www.rodolfoybarra.blogspot.com.
Share This Post On
- See more at: http://www.limagris.com/carta-a-juan-cristobal/#sthash.QIckJqZt.dpuf

domingo, 23 de agosto de 2015

LA IZQUIERDA O LA MISMA MIERDA, MI COLUMNA PIRATA EN LIMA GRIS

LA IZQUIERDA O LA MISMA MIERDA

La izquierda que te promete hasta por los codos, la que te jura y rejura que no volverá a fallarte, que esta vez sí será como te viene diciendo hace 30 años, que esta vez, por tu madrecita, sí habrá cambios de verdad, solo tienes que confiar, solo tienes que bajar la cabeza, ponerte de rodillas y abrirle los brazos a la esperanza.  (¿Alguien se acuerda del gas barato? ¿Alguien se acuerda del respeto a los ríos, lagos y lagunas? ¿Alguien se acuerda de mejor educación, mejor salud, mejores “niveles de vida”, etc., etc.?)

La izquierda que te habló hasta por los codos de nacionalismo y te dijo al oído que no ingresarían tropas norteamericanas a territorio patrio porque eso no lo iban a permitir, que el “Plan Colombia”, que los yankees hijos de puta, que el Perú es un país digno que no se presta para los juegos geopolíticos de terceros, etc., etc., y, al final, cuando te descuidaste, y a escondidas, se hizo todo lo contrario.
La izquierda que no habla claro: no sabe si apoyar a Maduro o rechazar a Maduro, no sabe si mostrarse  “revolucionaria” o complaciente. No sabe si coquetear con la concentración de medios o hacerse la cojuda y faranduleando en todas las entrevistas que le dan, hablando a media voz, diciendo y no diciendo, trabalengueando, usando palabras técnicas o recursos de oradores de la plaza san Martín para que no entiendas o para que no te des cuenta que nada pasará y todo seguirá igual o peor.
La izquierda que solo busca entornillarse en el poder, medrar en algún ente burocrático y chuparte la sangre como un ectoparásito viviendo del erario nacional y de tus impuestos, con sueldos estratosféricos que son, a todas luces, un insulto a la clase trabajadora y a las familias pobres de este país.
La izquierda que se quiere mostrar como los “Superamigos”, “todos por una buena causa”, “todos para salvar el país”, “vamos juntos por el cambio” y en realidad son unas “súper-ratasas” que están más preocupados en cómo transar con el gran capital y asegurar sus cuentas bancarias y un futuro con una casa rodhesiana, autos de lujo, ropa de diseñador y comida gourmet, lejos de todos estos “resentidos”, menesterosos, parias y “ciudadanos de segunda y de tercera clase”.
La izquierda zombi cuyos muertos vivientes se comen tu cerebro cada cinco años.
La izquierda putrefacta que dizque te invita a construir un “país diferente” y un “futuro diferente” cada vez que puede o cada vez que te dejes.
La izquierda leprosa que se recicla hasta en el desagüe y se adapta, se recompone, se metamorfosea y se vuelve a ofertar al gusto del cliente y al gusto de la gran patronal.
La izquierda que te quiere “sacar adelante” parándose sobre tu espalda y sobre tu trabajo.
La izquierda oenegienta que sigue agendas extranjeras que te imponen a la fuerza y con carácter de urgencia o nos extinguimos todos: dizque “aborto”, dizque “géneros”, dizque “igualdad de sexos”, etc., etc., cuando en realidad te mueres de hambre, peor educado, sin seguro, sin estabilidad laboral, con una constitución ilegal impuesta a sangre y fuego, con una inseguridad ciudadana con más muertos y más terror que la guerra interna, con un narcoestado que se debate entre aceptarse como tal o seguir fingiendo un “estado de derecho”, y con índices de desigualdad económica que son un escándalo hasta para la ONU y para el Fondo Monetario Internacional.
La izquierda con cabeza de ánfora que te quiere cojudear como siempre, hacerte dueño de promesas y cagarse de risa cuando vayas como un autómata a darle tu apoyo, a firmar tu sentencia y ponerte las cadenas en el cuello y seguir siendo el esclavo feliz que traga comida chatarra, mira fútbol, “Combate” o “Esto es Guerra” y se duerme en la combi para despertar en su centro de trabajo o en su misma cama, y volver a hacer esto ad infinitum hasta que te jubiles y, como un perno inservible, te desechen para siempre porque ya no eres “funcional”, ya no eres parte de la “cadena productiva”, ya no le haces falta a nadie ni siquiera para entregarles tu miserable voto.
 59747485 1876 09876 6030948
Author: Rodolfo Ybarra
Rodolfo Ybarra
Rodolfo Ybarra. Ha estudiado matemática pura, física, electrónica y comunicaciones. Ha publicado una veintena de textos entre novelas, cuentos, poemarios y ensayos. Ha dirigido un programa de televisión de contracultura y política, y editado revistas y fanzines. Se expresa también vía el vídeo y la música. Desde el 2007 maneja el blog www.rodolfoybarra.blogspot.com.
Share This Post On
- See more at: http://www.limagris.com/la-izquierda-o-la-misma-mierda/#sthash.dHUL1vIu.dpuf

domingo, 2 de agosto de 2015

EL PAPEL DEL TRABAJO EN LA TRANSFORMACIÓN DEL HOMBRE EN CUY

Sobre una novela de Walter Lingán






Walter Lingán es un escritor peruano radicado en Alemania que se dedica también a la tecnología médica. Ha publicado diversos títulos como El amor también es subversivo (poesía, Lima, 1986), Por un puñadito de sal (novela, Lima, 1993), El lado oscuro de Magdalena (novela, Trujillo, Perú, 1996), La danza de la viuda negra (Lima, 2001 y 2008), Oigo bajo tu pie el humo de la locomotora / Ich höre unter deinem Fuß den Rauch der Lokomotive (Bonn, 2005), etc. En esta oportunidad nos entrega Un Cuy entre Alemanes, un texto fantástico entre La Metamorfosis de Kafka (La Transformación decía Borges) y  El Extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, pasando por El Increíble Hulk, El Hombre Elefante (Merrick) y El Jardinero de Jersi Kozinski.

El personaje, debido a ciertos problemas económicos y/o políticos (crisis de los ochentas, desastre belaundista y alanista), logra viajar a Alemania para hacerse de un futuro, estudiar y tener un trabajo y, si es posible, tener una pareja con la que formar una familia o tener algún happy end. En este trance, mientras se acomoda en su nuevo entorno social, una casa para estudiantes, nos va narrando su vida y sus lecturas literarias, sus autores, su visión social comprometida, sus analogías entre su ciudad natal, Lima-Collique y Alemania en la década del ochenta, siempre en primera persona, en sentido autodiegético,  con mucha fluidez y, por ratos, pinceladas nostálgicas, estro poemático y cuestionador.

La realidad es vista a través de la lupa de la literatura, es así como nuestro personaje va, poco a poco, convirtiéndose en un cuy, un cobayo o, “equívocamente”, un “conejillo de indias”. Esto, quizá, como artilugio, sirve para opinar desde el metatexto o de rebote: ver, por ejemplo, las barriadas limeñas vía Patíbulo para un Caballo, de Cronwell Jara, o ver la gran minería vía Redoble por Rancas, de Manuel Scorza; incluso la corrupción en su estado más prosaico, vía el Ciudadano Alberto Fujimori, la construcción de un político, de Jochamowitz, etc., y, por largos tramos, con ciertas gibas, logra el efecto deseado: instalar un interés en el lector por los libros y temas que el posible cuy va despachándose mientras fornica con todas las alemanas que le aparezcan en el camino, ya sea como ser humano o como roedor.

El cuy se come, no se integra, el cuy no tiene “hijos”, tiene prole, camada que va a alimentar la máquina de consumo. El cuy es un roedor inofensivo, doméstico o domesticable y siempre presa de otros animales carroñeros; en el Perú se le come, es beneficiado en suculentos platos gastronómicos y sirve también para incentivar algún tipo de seudonacionalismo politiquero (PPKuy) o incluso el ahorro: (“el Cuy Mágico”, del BCP); en Europa es una mascota (no se le considera intimidante siendo un roedor), y, como tal, solo quiere comer, ser tratado bien y reproducirse y, claro, si antes no se le castra.

Por otro lado, también podemos decir que Un Cuy entre Alemanes es, quizás, una novela entre el marxismo consecuente (no hay que perder de vista las disgregaciones del cuy sobre la izquierda peruana ilegal o legal y su activismo en Europa), la literatura, la disparidad social (Alemania-Perú, Europa-tercer mundo) y la libido y el desenfreno. O, parafraseando a Engels, el-papel-del-trabajo-o-acomodo-social-en-la-transformación-del-hombre-en-cuy, donde podemos deducir que no es que el hombre-narrador quiera convertirse en cuy sino que es obligado por las circunstancias y porque así es mejor enfrentar un mundo para el cual no se está (o no se siente) preparado ni física ni mentalmente: la perfección urbana, las costumbres germánicas, el respeto del otro, y, principalmente, el trabajo integrador o visto como un ejercicio eucarístico o “humano”.

La parte final de Un cuy entre Alemanes nos trae una versión renovada de lo que sería El Jardinero, de Kozinski, el que después de vencer sus propios miedos o taras sociales (¡el migrante puede encarnar al mal?), encuentra una forma de redención vía la fama o la aceptación mediática (la televisión también homogeniza y pasteuriza y convierte en héroes a villanos o humaniza a monstruos o los convierte en ciudadanos dignos de respeto), pues el hombre –léase el migrante– mientras se animaliza, entiende mejor el mundo y es finalmente asimilado, tragado por la sociedad; aunque quizás eso le desagrega el suspenso o la expectativa al cuy-hombre u hombre-cuy. No obstante, la novela no pierde su ritmo y se mantiene invicta hasta el final.



Aquí pueden leer un fragmento de UCEA que, gentilmente, la editorial Eclipsa ha colgado en la net:



.