La transnacional Marvel nos anuncia con bombos y platillos que el malogrado Hombre Araña (Peter Parker) ha encontrado sucesor en un hombre negro, afrolatino, nacido en Nueva York y que tiene el nombre Miles Morales (apellido del presidente boliviano), el mismo que aparecerá en el episodio cuatro de la miniserie Ultimate Spiderman que se propala en USA. Sin embargo, no todo es connotación de apertura o cambios de supuesta humanización de los personajes y lucha contra el racismo, la xenofobia o la integración intercultural. Veamos.
Es que la “muerte” del hombre araña y su continuación en un hombre “de color”, en nombre de –dizque-- la reivindicación étnica y la pluriculturalidad, solo pone al descubierto dos cosas: primero, que hay una crisis con respecto a la “credibilidad” de los superhéroes en tiempos modernos; ya no convencen, hay que renovar no sólo el armario y los atavíos sino el físico, la morfología, el corpus; y si no se puede metamorfosearlos, pues, simplemente, hay que matarlos, revivirlos bajo otra imagen o en todo caso buscar sucesores más cerca de la realidad de lo cotidiano.
Y, segundo, que –oh sorpresas— recién nos damos cuenta de que los héroes no reflejan la etnia, la raza, ni la cultura de quienes lo consumen. El segundo y tercer mundo se han pasado la vida aplaudiendo a héroes que no reflejan ningún fenotipo de la mayoría de televidentes o cinéfilos a quienes está dedicado la producción en masa de estos comics (La penetración capitalista ya ha sido estudiada en Para Leer el Pato Donald de Ariel Dorfman y Armand Mattelart, etc., etc.). En todo caso; el asunto de la lucha del bien y del mal pasan ahora por el asunto de la raza, del color de la piel, de las formas corpóreas y, por qué no decirlo, de las creencias políticas y religiosas: los cristianos son los buenos, los islámicos son los malos. Los obreros que trabajan son progresistas, los obreros que reclaman son terroristas. Los países que apoyan la invasión y la depredación de los recursos naturales son aliados; los que no lo hacen, son enemigos, pueblos bárbaros que no aman la democracia y que necesitan ser civilizados, etc., etc.
En un mundo donde se mira con cautela la resurrección de los nacionalismos, y no sólo de izquierda, sino también de ultraderecha y fascistas (el caso del destazado mental ultraderechista Anders Behring acribillando a 78 personas en Noruega es una muestra clara y patente de esto último), incorporar a héroes que respondan a su realidad es también una forma maniquea de capitalizar en metálico los cambios de la globoidiotización, la aldea global y la cháchara de Mc Luhan, Alvin Toffler, Fukuyama, etc., etc.
Es de esperar que en las próximas temporadas de superhéroes encontremos a un Superman famélico y tebeciano, a un Thor representado en un hotentote o en un tutsi (y no a un hombre fornido y rubio), a un Capitán América que sea un islámico o mahometano, a un Increíble Hulk que sea un shipibo, conibo o aymara cuyos poderes no provengan de la radiación de los rayos gamma sino de la hoja de coca, a un Batman que no sea un multimillonario sino un hombre común y pobre de Pamplona Alta, etc., etc. El capitalismo en su etapa superior tiene que ser más creativo si no quiere perder la atención de las grandes mayorías y de los pueblos olvidados que necesitan del circo para no pensar en rebelión o reclamar lo justo (muchos anarcoprimitivista plantean simplemente dejar de trabajar, lo mismo que hizo y promovió el gurú Osho y que le valió ser considerado enemigo de Estados Unidos). El hombre araña negro dará que hablar, pero esos millones de niños del África subsahariana en hambruna permanente y rodeado de moscas, no tienen nada qué agradecer. El azadón de la muerte y el manto de la viuda negra reinan sobre sus cabezas.
11 comentarios:
El Spiderman de NUELVA YOLK PA QUE se desplace de rascacielo en rascacielo hasta cruzar la frontera PA QUE no ande LECLAMANDO LA GLEEN CALD Y METIENDOSE CLACK.
JAJAA.
k.Rosaforte.
El Spiderman de NUELVA YOLK PA QUE se desplace de rascacielo en rascacielo hasta cruzar la frontera PA QUE no ande LECLAMANDO LA GLEEN CALD Y METIENDOSE CLACK.
JAJAA.
k.Rosaforte.
Querrás decir TUTSI... o HUTUS.
Hotel RUANDA
Aunque mejor que Hotel Ruanda es Shooting Dogs donde un párroco y un joven ante la imposibilidad de ayudar (y ya no se diga "evitar" el genocidio en Ruanda) deciden dedicarse a dispararle a los perros para que no se coman los cadáveres.
No está demás decir que ese genocidio fue auspiciado por la misma ONU y por los G-8 quienes miraron a un costado cuando los tutsis y los hutus se agarraban a machetazos.
EXCELENTE ARTÍCULO, YBARRA. LO VOY A COPIAR EN MI MURO DEL FACE.
A.
Dónde consigo Shooting dogs? El título en castellano será el mismo,disprando a perros?
Gracias por la sugerencia, formidable artículo.
Hotel RUANDA
Y qué te parece El Supercholo, aquella historieta que se publicaba en El Mercioco en los ochenta?
Pérez
Esclarecedor el artículo.
Como ven perdidas sus triquiñuelas, como la humanidad de color despierta, sobre todo en esta parte del mundo, deben modernizar y hacer creíbles a sus personajes... algo así como la iglesia católica que se moderniza con el correr del tiempo para permanecer vigente y seguir engañando a la gente.
Titus
Shooting dogs lo venden en Polvos Azules.
Que el capitalismo alimente a las personas del cuerno del áfrica, los niños no viven del hombre araña de color, necesitan alimentos, derechos, es como una burda imitación a la tal vez utopía de una rebelión en el cuerno del áfrica, ahora el hombre araña es el héroe y el capitalismo el espectador es decir los africanos los héroes y el capitalismo el ciudadano común y corriente.
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