martes, 3 de diciembre de 2013

ACTIVA ACTIVISTA



I
Hace un año un grupo de jóvenes activistas ecológicos decidieron salvar a tres terneros de un camal de Lurín. La primera opción, al modo de Los Nueve Monos,  fue ingresar por la noche y sacarlos a viva fuerza, sin importar lo que pudiera decir la ley y el orden. Total, rescatar a unas bestias de otras bestias era algo así como una epifanía.
La segunda opción, un poco más burocrática y, no por ello, menos violenta, fue convencer al señor ganadero y ablandarle el corazón a punta de discursos y jaladas de oreja. Aunque, pensándolo mejor, esa sería la opción más difícil, sobre todo porque quien se encargaría de esta misión dialéctica sería una mujer joven, de pocas palabras y sin cortapisas: Isabel Rodríguez, estudiante de veterinaria y amiga de perros y gatos y cuanto animal desvalido se cruce en su camino.
Hablar de Isabel implica quizás más literatura que periodismo, más verso que párrafos que puedan decir algo de lo que hace a escondidas sin que su mano derecha sepa lo que hace la izquierda. Entonces, apuntaremos que ella sirvió a la patria, se inscribió en lo que era el SMO, le dieron un par de borceguíes, ropa de cachaco y una MKM; en ese tiempo ella salía de un grave problema familiar, falta de recursos que derivaron en lo que los modernos juvenólogos llaman “sociopatía” Luego, Isabel, ha ido adaptándose para sobrevivir sin que ello signifique ir contra sus propias ideas: veganismo, auto-oganización, lucha contra la máquina capitalista carnívora, etc., etc.

II

Pero no nos alejemos del ruedo. Al principio, cuando Isabel preguntó por los terneros que iban a ser sacrificados, el señor ganadero pensó que se trataba de una broma, chanza o guasa y empezó a hacerse el interesante; afloró el espíritu del macho burgués a quien una empleada le pide un favor, entonces le invitó a salir a unos tragos, pero Isabel no perdía de vista la idea central de su misión, salvar a esos tres terneros a como dé lugar. De este modo, después de un mes de negociaciones, cuando quedó claro lo que la interlocutora quería, el ganadero dijo a boca de jarro que el costo de ese ganado sería de mil soles por los tres terneros y no habría rebajas. Pero, al final –como lo estableció un politiquero atrabiliario–: no no siempre es no, y el precio quedó en seiscientos soles.
Isabel, Jonhatan Gutiérrez y Orión –conocidos activistas de la escena antitaurina– hicieron una junta (“chancha”) y lograron sacar a los terneros del camal. Contrataron un camión y los llevaron a buen recaudo. Los bautizaron como Tauro, Toribio y Flor. Pero, después se dieron cuenta que eso no era la parte más difícil sino alimentarlos y buscarles un refugio donde pudieran pastear y realizarse como animales felices, teniendo en cuenta que cada ternero come 30 kilos de comida al día y, cuando son jóvenes, engordan a razón de 50 kilos por mes.
El lugar elegido para el refugio provisional fue el cementerio-zoológico de la policía en Chorrillos donde hay otras especies que conviven en armonía. Ahí los activistas mantienen despierto el sueño del Shangri-la y se encargan de llevar zanahorias, camotes y legumbres para los terneros y los otros animales –como Andrea, la chiva que se cree vaca–.
El asunto se complicó hace unas semanas, cuando la dirección del parque les dijo que tenían que llevarse a Toribio, Tauros y Flor porque actualmente no se cuenta con presupuesto para su sostenimiento, ya que el recinto vive prácticamente de la donación y los óbolos de los visitantes, y la situación del parque-cementerio-zoológico es precaria.
Hay un ganadero que se ha ofrecido a recibir a los ahora toritos, Tauro, Toribio y la vaquillona, Flor. No obstante, no hay ninguna garantía porque el principal negocio de los criaderos es la carne y la leche y que la industria agropecuaria no contempla la crianza sin el beneficio económico.
Ante este contratiempo, Isabel está solicitando el apoyo de todos los amigos de los animales. Cualquier tipo de ayuda será bien recibida. Dejo aquí su fono: 988705241 y el número de una cuenta corriente:
-BCP:  191-17983185 -0-31

PD: Entiendo que el pensamiento animalista esté poco difundido en países como Perú, donde seudointelectuales les parece una excentricidad pequeño burguesa; pero el animalismo está asociado a pensamientos de vanguardia, de preservación de la naturaleza y la convivencia pacífica en un mundo que es de todos. En todo caso, la tolerancia siempre es buena consejera.



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