sábado, 24 de septiembre de 2011

"LAS LEYES DE LA FISICA EN LA PESQUERIA" DE MARCOS KISNER

A toda acción sucede una reacción, nos enseñan las leyes de la física. Leyes que se aplican en todo orden de cosas.


Durante mucho tiempo la actividad pesquera en el Perú mantuvo un rasgo de privilegio hacia la industria reductora de harina de pescado, relegando u “olvidando” al sector dedicado al consumo humano directo proveniente de la actividad artesanal. Esta actitud derivó en una serie de injusticias en el orden tributario, social y alimentario. Creó una industria que aporta poco al Estado, que crea altos niveles de contaminación, deteriora el ecosistema y no genera seguridad alimentaria.


Esa acción ha generado una reacción lógica y consecuente, en el actual gobierno, que pretende y desea aplicar mejores y más eficientes acciones a fin de corregir las desviaciones existentes, privilegiar el consumo humano directo, la actividad artesanal y la inclusión de los pescadores artesanales a la bonanza pesquera.


También pretende hacer de la sociedad civil peruana una comunidad informada que deje de vivir a espaldas de lo que ocurre en su mar, en sus ríos y en sus lagunas.


En el camino hacia la transformación, por primera vez se hace público el nivel de desinformación en el cual vive la sociedad civil en cuanto a temas del mar se refiere, así como se vienen conociendo los altos niveles de corrupción que genera una actividad ávida del lucro a cualquier costo. Las historias que se escuchan y se conocen sobre las diversas modalidades de evasión de controles a la actividad, los artilugios que se usan en los desembarques a fin de reducir las cifras de los volúmenes de los mismos, que no solo perjudican a las tripulaciones de las embarcaciones que son indebidamente pagadas de menos, sino que afectan a los niveles sostenibles de la biomasa, son solamente una parte de lo que se viene conociendo conforme se levanta el velo del ocultamiento.


La investigación de Milagros Salazar lo pone en evidencia y se puede leer en el siguiente link:


http://redaccion.lamula.pe/2011/09/17/los-millones-que-oculta-la-anchoveta/claudiapollo  


Las claras intenciones del Ministro de la Producción por actuar en beneficio no solamente del sector artesanal y de la sociedad civil, sino en aras de rescatar la moral y la ética en la actividad son evidentes y se pueden escuchar en el siguiente link:


http://www.radiouno.pe/noticias/23297/ministro-produccion-entrevista-radio-uno


Sin embargo, nuevamente la física deberá actuar y generar una reacción natural proveniente de los intereses afectados por una administración que busca devolver la moralidad al sector.


Los intentos, encubiertos o abiertos, destinados a remover a la actual administración, no se harán esperar, como ha ocurrido en algunas situaciones anteriores.


Pero esta vez hay nuevos elementos en la ecuación: Un presidente de la República comprometido con el cambio que fue bandera de su campaña, el cual cree en la necesidad de una transformación, que difícilmente cederá a las presiones del poder económico; una sociedad civil que, consciente de lo que se hace en su territorio marítimo, deberá salir a defender sus intereses y sus recursos naturales; y un sector pesquero artesanal y de tripulantes de embarcaciones pesqueras que no se dejará avasallar por la inmoralidad y abusos seculares de un esquema tradicional que los ha mantenido sumidos en el abandono y la explotación.


En las próximas semanas y meses el país estará observando hacia donde se inclina la balanza de las decisiones del más alto nivel: si hacia el mantenimiento de un status indebido de injusticia, inmoralidad y ausencia de ética, o hacia la defensa y profundización del cambio que permita institucionalizar reformas.


Reformas institucionalizadas que deberán ser defendidas por los verdaderos creadores de la riqueza pesquera: los pescadores.


El compromiso del actual régimen con sus ofertas electorales será puesto a prueba en las próximas semanas. El compromiso del Presidente de la República con los sectores excluídos y con las necesidades de moralizar el sector pesquero se evidenciará en el corto plazo.


Las presiones de todo orden, provenientes del antiguo régimen, se harán sentir en todas las esferas del gobierno y de la sociedad. Pero esta vez será diferente: encontrarán una sociedad civil bien informada, una población pesquera cansada del abandono que defenderá sus esperanzas y un Presidente de la República diferente a los anteriores.


No tendrán otra oportunidad para hacerlo más que durante el presente régimen.


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Publicado por Marcos Kisner Bueno para REVISTA PESCA el 9/24/2011






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viernes, 16 de septiembre de 2011

RECITAL POÉTICO DE REYNALDO JIMÉNEZ EN 'LIBRERÍA INESTABLE'


De mi correo personal:

Queridos amigos


Los días 4 y 6 de octubre, estaré en Lima leyendo parte de mi trabajo poetico de los últimos años en la Librería Inestable, los datos los encontrarán en el anexo. Es probable que les reenvíe esta misma información más cerca de las fechas, sepan disculpar esa mínima insistencia (así como, por esta única vez, este mensaje colectivo), pero es que será la primera vez que haga una muestra oral de poemas en la ciudad donde nací, invitado de hecho por la Librería y su creador, el poeta, generoso investigador de la poesía contemporánea, Carlos Carnero.

Para quienes no hayan oído hasta el momento hablar de ella, la Librería Inestable es un emprendimiento único y no apenas en el Perú: absolutamente dedicada a la poesía y a las escrituras de riesgo, en algún sentido exploratorias, por lo cual vale la dicha difundirla y apoyarla. Es un ámbito donde van a encontrar libros que no están en ninguna otra parte. Hasta ahora la Librería Inestable intervino --con buen funcionamiento y como verdadera novedad en un medio más bien chato y dominado por criterios totalmente ajenos a los devenires apasionados de la lectura-- en Ferias del Libro de Lima. Aunque en pocos días más, casi en cuestión de horas, abre su local al público en Porta 185 "B", Miraflores (a metros de Av. Benavídes).

Para mí es hermoso de por sí participar de alguna manera en un proyecto así de especial. Desde ya, están en total libertad de difundir y avisarles a quienes quieran, ya sea mediante reenvío de este email ya sea imprimiendo el afichito de marras y colocándolo donde les parezca razonable. Ojalá podamos brindar juntos en alguna de ambas ocasiones.

Saludos repartidos,

reynaldo jiménez

(en bs as)

Taller Breve de novela con Hemil García: Descubre el escritor que hay en ti



Definición, tipos, estructura básica de una novela y el uso adecuado de técnicas como el monólogo interior y el flashback o la retrospección serán parte de estar taller presencial y dinámico donde los participantes podrán leer sus ejercicios.
Analizaremos monólogos interiores de Vargas Llosa, Oswaldo Reynoso, Ernesto Sabato, y Joyce.
El costo del taller es de 30.00 soles. No hay límite de edad. Los participantes recibirán un libro de obsequio (novela, poesía, o antología de cuentos) al inscribirse y material de teoría literaria.
Asimismo, existe la posibilidad trabajar una antología con autores noveles a publicarse en Perú o Estados Unidos. Una oportunidad única para escritores noveles.
Abonar inscripción en cuenta en soles del BCP 193 214770116-0-85 y mandar Boucher escaneado por correo electrónico o traerlo el día de la presentación (confirmar inscripción por correo electrónico)
El taller se realizará el sábado 24 de Septiembre a las 10.30 AM hasta las 12.45- 1.00 PM. Cupos limitados (doce personas).
CL Lomas De Las Magnolias 296 Int. 202 Alt.Cdra 31 Caminos Del Inca Urb. Prolong. Benavides
Santiago de Surco, LIMA
Inscripciones e informes al 274-0542
Conductor del taller:
Hemil S. García Linares. Periodista y escritor. Publicó artículos en El Comercio (Perú) y en periódicos latinos de Estados Unidos. Ex- Editor de la revista Raíces Latinas (USA).Su obra figura en México, USA y Argentina.1er Puesto en Festival Latino del Libro USA 2010 con su libro Cuentos del Norte, Historias del Sur. En mayo del 2011 recibió la beca literaria Joan Jakobson otorgada por Wesleyan University en Estados Unidos. Ha publicado. En el 2011 publicó la novela Sesentas Días Para Abandonar El País, obra presentada tanto en Lima como en Estados Unidos.

Contactar: hemilgl@verizon.net

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viernes, 9 de septiembre de 2011

VUELVE TBC

Fernando Navarrete ("el Cardenal") me envía este link donde se acaba de recuperar una cinta perdida por más de 25 años del grupo de rock subterráneo TBC, una banda que sonaba a mediados de los ochentas y que tenía en las vocales al desaparecido "Omiso", en las guitarras a Chilolo Regalkado, en la batería a Jorge Pallete y en el bajo a "el Cardenal".
Hoy que la tuberculosis pulmonar (re)aparece en su fase más destructiva (TBC Multidrogo Resistente), volver a escuchar estos temas: "5 de febrero", "Mira la lucha por el poder", "Derecho a Protestar", "¿Y qué es de nuestro futuro", etc., etc., y, sobre todo, ese "Jóvenes Anarquistas", es una necesidad catártica y evidencia de lo poco que ha cambiado nuestra ciudad capital y, en general, nuestro país, solo cambió un poco su forma, prótesis o pátina, pero en lo esencial seguimos ocupando el primer lugar de incidencia en tuberculosis pulmonar por cada 100 mil habitantes; el segundo lugar lo ocupa Haití.

Quizás las frías estadísticas nos expliquen mejor la situación de precariedad y riesgo en la que nos encontramos: En el 2009, en el Perû se registraron 33169 casos de TBC, es decir 96 casos por dîa y 4 casos por hora.

Escuchen --y no dejen de escuchar-- el mensaje de TBC:





Hola Rodolfo....te escribo para incluirte en el lanzamiento de un material que parecía muerto...Se encontró unas cintas en una caja que terminaría en la basura...para variar...pero ahí estaba la obra prima e última de TBC Tuberculosis...1986 en algún lugar de Jmaría, con una grabadora recontra vieja..... ya te imaginas...



http://www.facebook.com/virgencitacalavera#!/pages/TBC-Tuberculosis/272488832779860? sk=app_190322544333196 o búscalo en facebook como TBC Tuberculosis....


o descarga /escucha en http://tbcescenapunkrockperu1986.ivoox.com  






Hay nuevas noticias para este 2011, me piden una tocata...pero no se como vamos a tocar 3 almas casi muertas...         

distribuye la pagina...si se puede.






Un abrazo..


Fernando Navarrete S. EL CARDENAL

martes, 6 de septiembre de 2011

UBÚ CÁRDENAL Y LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ, ENVÍO DE CÉSAR ÁNGELES


UBÚ CÁRDENAL Y LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

Para romper el pacto infame i tácito de hablar a media voz

(DEBATE)

El reciente artículo del escritor Dante Castro, "La Universidad Católica no debe caer en manos de Cipriani”, sobre los conflictos entre la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y la Iglesia Católica (y más específicamente el Arzobispado de Lima) me parece, en general, acertado y oportuno:


Expreso aquí unas pocas atingencias y mi posición.

Sobre lo de pontificia”, bueno, al menos yo no he solido usar ese epíteto en mis documentos (también, como muchos, universitariamente me formé allí), y no pasa nada por eso. Lo de “católica”, creo que puede perderse este epíteto si cipriani y compañía así lo deciden. En todo caso, podría irse pensando cómo conservar el conocido logo de ‘PUCP’ sin esos dos epítetos de marras. Propongo una campaña imaginativa. Pensé, por ejemplo, en algo como “Privada Universidad Cristiana del Perú (PUCP)” (considerando el origen y filiación-tradición cristiano de esta universidad, más aún en un país como este), pero no sé si sea lo mejor. O quizá “Primera Universidad Cristiana del Perú (PUCP)”? O, mejor aun, “Primera Universidad Científica del Perú (PUCP)”? De paso, con este ultimo nombre, se daría una merecida bofetada intelectual a las posiciones retrógradas y cucufatas del Opus Dei y alrededores.
En segundo lugar, sin caer tampoco en exageraciones ni idealismos, me aúno a reconocer, y defender, el carácter crítico y humanista promovido en la formación de la PUCP (empezando por sus vigentes Estudios Generales). Creo que sobre este punto concreto casi todo alumno o egresado estará de acuerdo, y es la bandera principal que cimentará la unión ante la caverna política-religiosa que actualmente quiere sentar, sobre la Católica, sus excretos ideológicos. Frente al tragicómico fantasma de los interdonatos y rivaagüeros redivivos, yo convocaría y convoco a otro fantasma antagónico: el espíritu polémico, aguerrido y sublevante que muchos y muchas de nuestra promoción 80 tuvimos, y tenemos, desde aquellos nuestros años formativos en la PUCP, cuando la tierra tremaba en esta ciudad y este país. A dicha época y dicha flama también me sumo y adhiero, una vez más, ante los sucesos que aquí nos ocupan.
Dicho lo anterior, no deseo dejar pasar la ocasión –no es mi costumbre –- para hacer dos salvedades al paso. Lo hago de tal modo porque sé que no es esta la coyuntura pertinente para desarrollarlas. La primera es que la Teología de la liberación puede ser vista (y así la veo) como una suerte de reacomodo estratégico al interior del catolicismo para relegitimarlo, y de tal manera seguir vivo; es decir, influyendo en almas y mentes del común de los mortales. De ahí que cabe cuidarse de idealizarla o tergiversar su carácter, así sea verdad que esté a la izquierda de otras líneas ultramontanas dentro del catolicismo, como los aludidos opus, interdonatos y ciprianis. Quizá los cristianos más auténticos, de izquierda o no, son aquellos que fueron expulsados, o marginados, por la curia de la discutible Iglesia romana. Por otro lado, aun comprendiendo el sentido de las menciones que hace Dante Castro acerca de la Comisión de la Verdad y reconciliación (CVR), también deseo dejar sentado que el debate sobre los aportes, su real carácter, sus estadísticas y el sentido político de la CVR se halla abierto, y que, desde el campo democrático y popular, hay varios asuntos por precisar acerca de esta comisión que, a fin de cuentas, fue una iniciativa del Estado, a cuya defensa orgánica se debe.
Si Alfred Jarry, en la línea del Teatro del absurdo, creó al caricaturesco personaje de Ubú rey para representar lo grotesco y humanamente innoble que puede ser cierto poder político, en el Perú contemporáneo la realidad vuelve a desafiar la ficción, aportando en nuestro caso la figura (o figurín) de un cardenal ubicuo (Ubú cardenal), quien al representar intereses económicos y políticos egoístas, autoritarios y de ética corrupta, es la creación heroica y el sublime aporte que la extrema derecha peruana hace a la historia universal de la infamia.

César Ángeles L.

(Egresado PUCP)

Miembro de la revista de cultura y política Intermezzo tropical


APROXIMACIÓN PSICOANÁLÍTICA A LA CREACIÓN NARRATIVA DE RODOLFO HINOSTROZA, ENVÍO DE BLAS PUENTE BALDOCEDA



Aproximación psicoanalítica a la creación narrativa de Rodolfo Hinostroza

Por Blas Puente Baldoceda

Kentucky University-USA

A horcajadas entre el psicoanálisis freudiano y el psicoanálisis lacaniano, el discurso narrativo Aprendizaje de limpieza aborda la temática de la creación literaria en el seno de un hogar que habita el diáfano paisaje de Huaraz. El personaje narrador dice:

Toda una historia de literatos toda esta reyerta es nada más que una historia de literatos dios me he pasado la vida peleándome con mi padre y con mi madre a causa de la maldita literatura

Desde temprana edad el personaje narrador se apasiona por la letra de la lengua escrita y una vez asumida la escritura se horroriza ante la página en blanco, reacciones a las que subyace un resentimiento contra sus progenitores ya que ambos escriben con envidiable caligrafía y se desvelan por la gloria literaria. Dentro del marco del complejo de Edipo y el tránsito de la fase imaginaria hacia la fase simbólica, se concibe el ejercicio de la palabra en reciprocidad con el deseo sexual. Para este precoz voyeur de la privacidad de sus padres, la palabra es un flujo menstrual del inconsciente –o de acuerdo a Lacan, el inconsciente se estructura como el lenguaje–, y el acto de escribir similar a la defecación: chapalear gozosamente en esta nauseabunda materialidad para entregar al lector la subjetividad plasmada en una obra. Así pues mientras se masturba excitándose con las imágenes de un concurso de belleza en una revista, elabora mentalmente un concurso de belleza de páginas basada en la textura: el grosor, la porosidad, la dimensión y el corte del material donde se inscriben las palabras que configuran al sujeto. Este contenido psíquico de sesgo negativo –se alude a la violencia y la culpabilidad, por ejemplo– es exorcizado mediante un registro literario que pretende mimetizar la libre asociación de ideas de un paciente psiquiátrico. Rupturas sintagmáticas con la consiguiente transgresión y/o anulación de los signos de puntuación no impiden uno que otro rapto poético en las descripciones del escenario de la trama. Por lo general, prima una sintaxis narrativa de frases cortas en coordinación o en yuxtaposición que conforman párrafos tan breves como una frase, todo lo cual confiere un carácter fragmentario a la narración. Un simulacro estilístico que pretende reflejar la caprichosa asociación del decurso del inconsciente durante una sesión psicoanalítica. Ahora bien, una vez creada la palabra, no queda sino el vacío y la limpieza psíquica. El quehacer con palabra, artificio profano que se superpone al silencio sagrado, implica un sacrificio enorme e incomprensible. Escribir es, pues, una actividad enfermiza, extraña, transgresora, que sin pudor transgrede el silencio: o, en boca del personaje narrador, es manchar la página en blanco. Pues bien, al concebir la escritura como una usurpación y privilegiar el silencio con una soberanía legítima, el personaje narrador tal vez insinúa la impotencia expresiva de la creación literaria. Todo el estruendo de los escritores prolíficos no oculta sino una realidad esencial: la nada del silencio. Sin embargo, más adelante admite que la materia verbal es una forma de solución para la personalidad esquizoide y que la poesía sostiene al mundo. Pues bien, las páginas escritas sobre sus sesiones de psicoanálisis constituyen el meollo de su problemática: al destruirlas, atenúa su angustia. Probablemente porque allí queda registrada la confesión de turbios sentimientos: violencia y agresividad instintivas, odio, hacia sus progenitores porque no sólo poseen el don de la palabra escrita sino que la ejercitan con buena caligrafía de la cual está privado el personaje narrador por haber aprendido sus primeras letras en una máquina de escribir. La burla de los mayores por el insoportable hedor de sus heces y su pésima letra predisponen al personaje narrador para escribir y dibujar con sus excrementos en un papel periódico. Esta afición por la materia fecal se vincula en cierto modo a una escena primaria de carácter anal: su padre era un sodomita consumado, inclinación que lo asocia no sólo al demonio y al azufre pero al ambiente del poeta maldito. Sea como fuere, el padre es autor de una obra teatral titulada La presa de los perros que versa sobre la palabra que todos se disputan: el personaje narrador considera sus dos libros publicados como dos niños muertos y para parir el tercero es necesario luchar y matar ante la indiferencia del padre. Este parricidio generacional en la creación literaria se enmarca dentro del concepto lacaniano "en el nombre del padre", como el otro que posee el poder simbólico. Esto explicaría también la turbación profunda que produce en el personaje narrador la presencia de Córtazar en las calles de París en una circunstancia casual: este escritor consagrado es un desafío tan grave como la muerte. Por otro lado, la madre también es dueña del poder simbólico de la escritura y en su rol de matriarca puede escribir sobre las escorias de la familia, pero si el personaje narrador le arrebata dicho privilegio, teme conducirla al suicidio. En realidad, es imposible la relación entre una buena madre y un buen hijo, ya que ambas son imágenes míticas falsas: el contrato se trunca por la negación del uno por el otro y viceversa. Así pues, teme perder su imagen en el espejo materno: quizás el trauma sobre su identidad se remonta a la prohibición de lactar que le impusieron cuando era un infante. Pero este abandono existencial no conducirá al personaje narrador al suicidio. En cuanto a la relación de ambos con la literatura, dice:

Mi madre tiene terror a que escriban sobre ella.
No solamente eso también teme que hablen mal de ella es sin duda un poco parano siempre dudará de las buenas intenciones de quien lo haga además no veo por qué uno deba escribir sólo con buenas intenciones.
En el fondo tiene razón aunque no la tiene es una prueba de su fe en la literatura supongo que teme quedar retratada para siempre en alguna obra inmortal y en desventaja suya esto sería un acto irrevocable y malvado del que no podría reponerme.

Aunque ignora los secretos de su madre, el personaje narrador sospecha algo ignominioso e inhumano en ella, cuya revelación a través de la escritura lo aniquilaría, sin embargo, el escribir es fundamental y, a la vez, catastrófico. El personaje narrador insiste: es esencial escribir ya sea algo bueno, malo, sucio, con amor u odio. Y no importa el perdón de la madre, lo cual no va a restituir el secreto que la literatura revela, al convertir lo privado en público. Una literatura, pues, que cuenta la propia vida o la de los demás, aunque la vida de uno es nada, es indefinida en el dominio de lo imaginario, ya que sólo la inmersión en el dominio de lo simbólico configura la identidad ontológica.
Así pues, la pasión por la literatura en esta familia llega al extremo de lo megalomaníaco. Al respecto de su padre el personaje narrador nos dice:
Porque toda esa megalomanía él necesitaba triunfar a toda costa debía probarnos a nosotros a mi madre que él era un genio o un gran artista incomprendido que un día sería reconocido por el mundo entero entonces podría pagar sus deudas con todo el mundo con mi madre ahora que lo digo tal vez con su propia madre y ser libre al fin magnánimo y desdeñoso con quien no lo había querido escuchar.
Asimismo, el personaje narrador adopta dos puntos de vista en la narración que mimetiza el discurso asociativo de una sesión psicoanalítica: por un lado, desde la perspectiva de su niñez, no entiende la escritura del padre; por otro lado, desde la perspectiva del adulto, afirma que era un lenguaje literario de fines del siglo pasado –rígido, convencional y enfático; aunque a los catorce años leyó unos versos tensos y musicales que lo emocionaron sobremanera pero duda si en la actualidad le causarían la misma impresión. Como quiera que sea, reconoce al fin y al cabo que era un poeta menor y un pésimo dramaturgo casi sin audiencia. Luego, finge entusiasmo e interés crítico en los escritos de su progenitor que envejece, cada vez más loco y miserable, cuyo estilo literario se había esclerosado en sus cartas rígidas, secas y autoritarias. Sólo por cumplir un deber y no por convicción se propone ayudarlo a difundir su producción literaria. Menciona, asimismo, que su madre no escarmienta porque prosigue con la ilusión de la consagración literaria: publica un libro de poesía y se vuelve a casar con poeta. Al personaje narrador le atormenta el argumento que hila su relato. Confiesa:

He tenido siempre ese fantasma de estar preñado de llevar algo en las entrañas el miedo de parir un monstruo que ha estado demasiado tiempo en mi vientre porque no había nadie para esperarlo a la salida (…).
Un libro puede ser un monstruo el libro que estoy escribiendo es justamente un monstruo.

En el litigio atroz entre hijo y progenitores con respecto a la escritura se pone en tela de juicio la autoridad y la idealización del padre como paradigma artístico a tal extremo que a un nivel onírico el personaje narrador deviene en agente activo de fantasías homosexuales que de acuerdo a las creencias populares obedece al hecho de querer ridiculizarlo, humillarlo, o derrotarlo. La disociación o identificación vital o literaria con el padre repercute negativamente en su libertad y en su capacidad creativa del personaje narrador: mutila su autonomía y lo condena al silencio. Reconoce, pues, que como hijo es diferente a su padre pero de algún modo está condicionado para seguir sus pasos sombríos, opacos, como un acto de obediencia al linaje. Asimismo, reconoce los sacrificios de su madre al haberlo criado sola, aunque es una catástrofe haberla perdido. Siente en carne propia la crítica demoledora de un mediocre crítico a la producción literaria de su madre, y se propone vengarla. Sin embargo, reconoce la ligazón de sus padres como una unidad indestructible más allá de la muerte y si se separa de uno, el loco, automáticamente se separa de la otra, la feminista, y no queda sino un enigma: su yo, que, aunque bien equipado, le causa irrisión. Otra vez recurre a lo onírico –el niño con la madre en plan de comer un pollo asado que se transfigura en un búho o en un halcón que a su vez deviene un falo herido, símbolo del padre y el hijo—para revelarnos el conflicto entre la matriarca, el patriarca y el vástago, un triángulo erótico-sexual de personajes apasionados febrilmente por la gloria literaria.
En la novela Fata Morgana el personaje narrador transcribe las palabras de su psicoanalista Richter:

Y esa tarde, una vez más Richter había puesto el dedo en la llaga: mi padre era escritor, mi madre era escritora, yo era escritor, y esto bastaba para configurar un melancólico triángulo edípico en el seno mismo de lo que yo llamaba mi vocación literaria, de la que, según acababa de constarlo, no tenía escapatoria.

En una entrevista, Hinostroza declaró que Aprendizaje de limpieza y Fata Morgana constituyen, en realidad, un solo libro. La lectura de ambos libros corrobora dicha conclusión del autor biográfico ya que la columna vertebral se asienta en tres asuntos temáticos que se correlacionan: la vocación literaria, el proceso de la creación, y el logro de una obra maestra. Después de seis meses de parálisis creativa el personaje narrador retorna a la novela y menciona los problemas de carácter estructural que afronta durante la escritura: metaforizándola como una bola de nieve que en su decurso deviene más compleja con una acumulación de situaciones y efectos hasta estallar con fuegos de artificio simbólico, aunque, se admite, que todavía carece de remate. Abrumado por la intensa actividad cultural, el goce erótico, los deleites culinarios y los vinos, de la vida parisina, así como también de las asfixiantes sesiones psicoanalíticas y clases en una universidad provincial, se refugió en la encantadora isla Deyá considerada como un desprendimiento del Paraíso Terrenal y donde se propone escribir su novela, la obra maestra que conferirá una unidad compacta y transparente a su brumosa existencia caótica.

¡Esta y no otra era la ocasión soñada para escribir mi maldita novela y dar término a aquella obsesión que me amargaba la existencia! Al fin se desbloquearía esa situación que me hacía olvidar el rigor de mi vocación literaria en aquella oscura universidad de provincia, que me arruinaba la salud en aquellos coctelitos de mierda, que me hacía perder el tiempo en amoríos fútiles en lugar de dedicarlo a mi obra, esa quintaesencia que sólo yo podía crear, y en la cual se jugaba el sentido de mi zarandeada vida.

A los 34 años el personaje narrador teme convertirse en una vieja gloria literaria que no ha producido en seis años nuevas obras mejores y sólidas de acuerdo con un dinámico ritmo editorial. El tiempo mítico del horror a la página en blanco era el resultado de una ambición ilimitada que resumía las frustraciones literarias de sus padres. La solución era pasar del limbo de los proyectos a la acción, es decir, escribir, y saber si la novela es factible y no una treta de sus fantasmas psicoanalíticos. De no poder cristalizar la novela, escribiría poesía, teatro y hasta cuentos, pero jamás la novela, lo cual era como comenzar con la literatura. Por otro lado, teme haber perdido la urgencia por escribir:

esa angustia creativa, desgarradora, abominable y perentoria, que era la misma que me había llevado a escribir unos pocos poemas fulgurantes de cuyos réditos vivía hasta la fecha; temía que irse las urgencias se hubiera ido todo mi talento, tal como el niño del refrán que se va con el agua del baño, por las negras cloacas del inconsciente, con un chapoleante ruido de succión.

Una vez encarrilado en el proyecto de escribir la novela, el personaje narrador debe adoptar una posición contemplativa, pasiva, receptiva, una suerte de concavidad psicológica, propicia a la creación literaria. En este estado de receptividad que condiciona en cierto modo percepciones de carácter suprasensible, a tal punto que el narrador personaje se emociona hasta las lágrimas ante el espectáculo de un petirrojo posado en una rama

Pero el caso es que buscaba sumergirme en aquel estado tan especial de absoluta disponibilidad espiritual, sensible al menor soplo de viento o cambio de humor de las constelaciones, entregado al azar de los encuentros mágicos. Estaba seguro de encontrar en mis incesantes errores las puertas de ingreso a la lógica secreta del poema, la que me guiaría a tientas por los densos manglares de la memoria y de la percepción, y era capaz de desencadenar páginas memorables Ese era más o menos el mecanismo que me hacía escribir, y había que comenzar paso a paso para ponerme en estado receptivo, o como me gustaba a mí decirlo, cóncavo.

En Mallorca, durante seis meses, el personaje narrador se propone descubrir qué es su novela y, si es posible, la va a escribir. Por esta razón, está obligado a llegar al Punto de No Retorno, o sea, –como en los grabados medievales, cuando se creía que la tierra era plana–, el confín donde los océanos solían derramarse en el espacio infinito.

El Punto donde surgiría, de algún recodo febril y musculoso de mi inconsciente, una necesidad imperiosa de expresarme, y con una energía tal que aniquilaría la paralizante autocrítica, neutralizaría la aterradora presencia de aquel engendro que dominaba mi vida desde que lo inventé, para echarme guardabajo hacia el precipicio infernal del caos creativo. El punto en fin en donde todo se cuaja, esa misteriosa esfera en donde se cristalizan el conocimiento y la experiencia a causa del fuego de la inspiración divina, por decirlo en un dialecto de otra época, pero que para mí poseía una verdad incontestable.

Para el personaje narrador la actividad creativa involucra de algún modo una necesidad orgánica y, por esta razón, cada vez que se inmola en el fuego de la creación, le abruma al mismo tiempo la urgencia de fornicar, defecar, reír o llorar. Asimismo, cuando esboza su manuscrito alcanza momentos de trance chamánico durante el cual traza frenéticamente diagramas y deja fluir un vertiginoso caleidoscopio interior en frases elípticas, en párrafos en los cuales describe personajes y situaciones que sólo él los descifra. Sólo se detiene cuando, agotado, su creación baja de calidad con ideas adefesieras que provienen de su adolescencia limeña, de modo que trastabilla en la huachafería. Por otro lado, guarda sus distancias con el prójimo porque al escribir le abruma la sensación de ser un apestado y no quiere difuminar su horrible hedor, así como también la sensación de ser vulnerable a guisa de un personaje borgiano que luego de anunciar su verdad cualquiera podría arrogarse el derecho de matarlo. Asimismo, en un trance de profundo ensimismamiento, elucubra sobre un bestiario de personajes concebidos de acuerdo a los parámetros sexuales de la teoría psicoanalítica que cubre con una complejidad creciente un itinerario que va desde el nacimiento hasta la autonomía genital del adulto:

Seguían bailando en mi fosforescente cabeza personajes levemente monstruosos, y más que una mitología personal aquello parecía un bestiario de seres en formación que se estaban introduciendo en mi novela por aquella brecha abierta por el Arcángel Miguel. Pero era justamente los que necesitaba, un primer piso arcaico y bestial, con sabor a barbarie y relentes oníricos, que sería el basamento de toda mi novela tal como lo tenía programado en algún sitio.

Fata Morgana es, pues, una novela autoreflexiva que explora el proceso de la creación literaria concebida no sólo como modo de catarsis sino también como vehículo de conocimiento. Asumiendo el postulado de Mallarmé de que el universo se resuelve en un Libro, el personaje narrador, un sibarita que goza de las mujeres, la comida y el vino de la ciudad parisina, expone minuciosas instrucciones para su elaboración, todo lo cual le permitirá explicar el significado del mundo. Con una estructura narrativa a lo Joyce y una narración a lo Proust, el personaje narrador, imbuído de lecturas freudianas y lacanianas, pontifica sobre la significante en la cual va a plasmarse el significado que lo desgarra:

Luego se trataría de darles forma literaria, de encontrarles argumento, escenografía, pero por el momento esas secas definiciones me satisfacían como un fuerte andamiaje sobre el que ya iría a colgar figuras y sucesos, transformando en ficción a todos aquellos fantasmas brotados de mis entretelas, para ocupar la primera sección de El Libro, que a estas alturas ya se identificaban con la Materia Prima de los alquimistas, con la roca que sostiene La Catedral de Nötre-Dame, con el magma onírico que sustenta el planeta.

jueves, 1 de septiembre de 2011

CREER O NO CREER

EL PAPEL NEFASTO DE LA IGLESIA CATÓLICA EN EL DESARROLLO DEL PAÍS





Cuando se dice que el Estado peruano es laico (eso dice o parece decirse en el mamarracho de la constitución de 1993) uno piensa que, por ejemplo, la iglesia católica no recibe un centavo de nuestros impuestos; uno también piensa que no se tiene que recurrir a una biblia cristiana para hacer los juramentos de los congresistas y gobernantes ante un dios supuestamente no auspiciado por el Estado. Uno también cree que un presidente no puede hacer una estatua (como ese bodrio grotesco del Cristo vago) en honor y gloria a una religión --en este caso-- rezago y azote de la conquista española. Quizás la trampa esté en dos artículos de la carta magna que si se analizaran correctamente darían origen a una contradicción: mientras el artículo 2do de la Constitución Política se habla del derecho a la libertad de conciencia y de religión, en el artículo 50 se habla de que “el Estado reconoce a la Iglesia Católica como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú y le presta su colaboración”. Es decir, mientras que un artículo se habla de libertad de creencia y de opción religiosa y de una aparente igualdad seudodemocrática de culto, en otro artículo, el Estado se convierte en bufón, perifoneador y ayayero del catolicismo.

Para los que piensan (como yo) que el ejército funciona como partido político no nos extraña que la Iglesia Católica también funcione como tal, por lo menos el Opus Dei tiene sus cuadros a buen recaudo o perfectamente entornillados en puestos claves (sector público, privado, empresarial, universidades, medios informativos, etc., etc.) y dispuestos a lanzarse como perros sobre la carroña politiquera, y el “señor” Cipriani quien ha movido las polleras de acuerdo a los eructos políticos que salían, primero, de la boca hedionda y cancerosa de Alberto Fujimori y, después, de la boca deslenguada y halitosa del genocida Alan García Pérez. Las canalladas de Cipriani han dado la vuelta al mundo no sólo por ubicar a los derechos humanos como una “cojudez”, o sea algo así como un desperdicio o una bagatela, sino también por manipular una creencia (fallida desde su primera concepción) para beneficio propio, usando el altar de la iglesia como tribuna política y las procesiones como arreo de ganado electoral (todavía nos acordamos de la procesión del señor de los Milagros sacada en abril y las actuales misas de salud o, mejor, misas de ablandamiento de conciencias para beneficiar la rápida salida de la cárcel del delincuente y reptil Alberto Kenya Fujimori).

Lo que está ocurriendo en la Universidad Pontificia Católica es verdaderamente vergonzante, la disputa gerenciada desde el Vaticano (el mismo que maneja el banco de lavados de activos más famoso del mundo: el banco del Vaticano heredero del degenerado narco-banco Ambrosiano, dinero que gastan para librar de la cárcel y silenciar a los cientos de curas pederastas que ocultan detrás de la sotana sus peores instintos) tan vergonzante como esa universidad decadente del Opus Dei de Piura que no consigna (o no quiere) los libros de Mario Vargas Llosa y todo ello al mismo estilo del Index Librorum Prohibitorum. En ambos casos nos damos cuenta que el conocimiento se encuentra secuestrado y quienes mandan siguen siendo los herederos de Torquemada y de los extirpadores de Idolatrías como el cretino de Pablo José de Arriaga, Fernando de Avendaño y Luis de Teruel.

Se supone que en el siglo XVII con el tratado de Paz de Wetsfalia se acabó la injerencia de la religión católica en el Estado y en todos sus estamentos, incluido la educación (no se me olvida que aquí hasta 1960 teníamos ministerio de Instrucción Pública, más parecido a un ministerio para entrenar perros o alguna normativa para criar chanchos); tampoco importa que a esta separación haya aportado la revolución francesa o la independencia americana o el avance del pensamiento en el siglo XX.

Tener a una iglesia católica con complejos de partido político y al mando de una universidad importante a la que usa de caballo de Troya y como “caja chica” es un peligro para el desarrollo del país y una piedra en el zapato para la ansiada modernidad, puesto que la planificación familiar en todas sus formas, el derecho al aborto, la igualdad de géneros (hombres, mujeres, travestis, gays, transgéneros, etc., etc.), la derrota de la homofobia, el matrimonio y la adopción libre para parejas homosexuales, el libre pensamiento de izquierda y sin falsos dioses, etc., etc. son prácticas que no deberían ser consideradas aberrantes y deberían estar --aunque esto no lo van a entender estos seudo religiosos de pacotilla-- dentro de toda tolerancia intelectual. El Perú no merece ni debe quedarse en las épocas de oscurantismo. Las universidades, institutos y colegios con rótulos religiosos, como las de rótulos militares (salvo para las instituciones netamente castrenses), deben desaparecer. Cipriani debe dar un paso al costado o de lo contrario recibir una patada en ese trasero ensebado de ideologías absurdas, mafias, porquerizas religiosas y, sobre todo, estupidez.


Actualización: un lector me envía una página de la Universidad de Piura donde en efecto figuran algunos libros de MVLL, sin embargo la denuncia viene de los propios alumnos quienes afirman que los libros de MVLL no existen en los anaqueles.

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miércoles, 31 de agosto de 2011

'A JUAN OJEDA', POEMA DE JUAN CRISTOBAL




a Juan Ojeda

Parecía un ser de otro tiempo
un amigo amaneciendo
recogiendo buganvillas
en el sol fascinante del verano
Lo quería como se quiere a las estrellas
cuando nos descubren el silencio de las calles
y los frutos en el río
No le gustaba reconocer
el resplandor primero de los bosques
ni el último crepúsculo zarandeando la mirada de su abuelo
Cuando lo escuchaba hablar de las voces desesperadas del camino
o del alma bendita de la pena
o de abrir todas las puertas
para que todos pasen como el viento
sabía que se iba a perder por los lugares más inhóspitos del mundo
y ser alguien –una sombra- en la conspiración
o en la clandestinidad de los encuentros
Amaba las lechuzas y las puertas humildes en el alba
y decir
-como divisando la esperanza en otro sitio-
“Yo no creo en los dioses o milagros
pero los ángeles creen en la sacralidad de mis palabras
por eso escupo en la tumba de mi padre”
Y mientras soñaba con duendes y caballos
inventando la confusión de los destinos
recordaba tierras milagrosas y remotas
donde las margaritas sangraban en la eternidad de las ventanas
como esa noche
cuando ebrio
y lleno de antiguos remordimientos
se dejó caer con toda su locura a un abismo
donde ardían mentiras y fracasos de la calle
Nuestra amistad jamás se diluyó
a pesar que los geranios se desprendían del techo de su casa
pues siempre me ayudó a reconocer
-incluso en su mesura-
los cantos de sirenas
las huellas de los canarios en el parque
y a los que tiraban piedras
a los árboles que daban frutos en verano
Mi corazón
mudo y lleno de pesares
siente que su ausencia se asemeja
a un extraño temporal buceando en la inquietud de un desesperado
al que le encantaba repetir
cuando se despedía de su sombra
movida por el ensimismamiento de los fuegos
“Mi única realidad es el silencio de la muerte”
Desde ese instante
hasta la hora en que el crepúsculo no avanza
no llego a comprender
que alguien que duerme en el corazón secreto de los bosques
y sabe que no hay peor pecado
que contemplar de lejos la belleza
desee decirle adiós a las ardillas
o a las lilas cuando arden en las manos
Y aunque me complace la serenidad y ver a las mañanas
desperezarse entre la llovizna cansada de las luces
siento atrozmente en mi inútil y pobre corazón
suspasos y desdichas
pasearse como un fantasma
por las mejillas lamentables y recelosas de mi rostro

'CASA KATATAY' AVANZA


Hace unos días en una reunión informal, Giancarlo Huapaya nos comentó de los avances de la 'Casa Katatay' en sus proyectos editoriales que para esta primera entrega ha producido cuatro textos: El Elegido de John Martínez Gonzales, Mares de Diego Lazarte, Ágape de Espectros de Félix Méndez y Taller Sub Verso de Huapaya; los textos fueron presentados en la última Feria del Libro de Lima y tendrán una nueva exposición en el II Festival de Poesía de Lima del 11 al 14 de octubre.
Las reseñas respectivas pronto en este mismo blog.

KONCIERTO DE SOLIDARIDAD RADIKAL ESTE VIERNES 2 DE SEPTIEMBRE EN EL 'BAR ZELA'

viernes, 26 de agosto de 2011

ENTREVISTA A CARLOS MILLA: "LA CULTURA INCAICA NO EXISTE", POR JHON MARTÍNEZ

 En la revista Lima Gris encuentro esta interesante entrevista a Carlos Milla, arquitecto, investigador y arqueoastrónomo, cuyos libros 'Génesis de la Cultura Andina' y su 'Ayni, Paleosemiótica de los Espacios Sagrados', entre otros, han recibido duras críticas de parte del academicismo y las escuelas repetidoras del pensamiento (tal y como él las llama). Poseedor de un conocimiento muy partícular y guía de su famosa Universidad Libre (la que funciona en su propia casa con el árbol interior) es también miembro de la Sociedad Peruana de Aerofotografía aplicada y de la Sociedad Geográfica de Lima.

La entrevista la hizo Jhon Martínez.




http://www.limagris.com/?p=5661

martes, 23 de agosto de 2011

POESÍA INTENSA Y "NATURALEZA VIVA" POR JOSÉ LUIS AYALA



Entre la celebrada poeta peruana Rosina Valcárcel y la escritora, luchadora social de origen ruso Désirée Lieven, hay una serie de coincidencias, ideales comunes y formas de querer a los amigos escritores con ideales superiores. Sobre todo un humanismo a toda prueba, una constante lucha para que el mundo cambie y, la vida de las grandes mayorías pobres del planeta no sea tan cruel ni dure más tiempo.

Se trata de dos vidas paralelas que se expresan de diferentes formas, aunque ambas paradigmáticas mujeres hayan vivido en distintos continentes y ciudades, en América Latina (Lima) y Europa (París) ¿Cómo se dan estas coincidencias y formas de ser, si Rosina Valcárcel ha vivido y vive en el Perú y Désirée Lieven vivió en Rusia de niña, de joven y adulta en París? Por lo que se sabe, Rosina Valcárcel conoció a Désirée en un viaje que hizo a París y fue recibida con una intensa admiración y afecto, debido a las referencias que le dieron los escritores peruanos radicados en la capital de Francia.

Quienes han tenido el singular privilegio de ser amigos y concurrían a las tertulias y sabrosas comidas de la casa de Désirée en París, pueden dar testimonio de su generosidad, humanismo y singular amor por el Perú. En efecto, aunque nunca estuvo aquí, luchó con pasión infinita porque se impuso la tarea de defenderlo, frente a un mundo adverso que lo convirtió en una neocolonia económica y política. Así por ejemplo, pueden aseverar esta afirmación Rodolfo Hinostroza, Alberto Quintanilla, Gerardo Chávez, Alfredo Bryce Echenique, Edgar Montiel, Rolando Breña, Germán Carnero Checa, Esperanza Rodríguez Rodríguez (cubana), sobre todo Yaqueline Weller Odín (Yakicha), etc., etc. En lo que a mí se refiere, confieso que era su protegido y como una especie de hijo adoptivo, a quien había que ayudar en los momentos más graves en París.

Pero ese hecho se lo debo a Ernesto More, fue también el nexo para conocer por ejemplo las cartas de Henry Miller, (autor de El trópico de cáncer) visitar a hablar con Elva Huara, Pablo Neruda, Marcos Ana, Alejo Carpentier, Juan Marinello, Wilfredo Lam y otras tantas importantes personalidades de la literatura y las artes.

Rosina Valcárcel se parece a Désirée y Désirée se parece a Rosina Valcárcel. Es que solo mujeres como Rosina Valcárcel que alcanzan a tener una personalidad y liderazgo nítido, carisma e identidad, trascienden su tiempo histórico. Del mismo modo pueden ser inflexibles ante las injusticias sociales como apasionadas y tiernas cuando se trata de defender una verdad. Son muy pocos los escritores o escritoras peruanas y extranjeras que no hayan estado en la cálida casa de Rosina. Todos los luchadores y luchadoras sociales han sido defendidos por ella, de allí es que alguna vez se escribirá un paralelismo entre Désirée y Rosina. En ambas confluyen dos siglos de luchas populares por causas justas. Rosina escribe poesía y prosa lírica, Désirée ha dejado sus “Cuadernos” de los que se han publicado casi la mayoría.

¿Cómo es que se pueden dar tantas coincidencias de ideales, caracteres y comportamiento frente a las injusticias? Désirée conoció y era muy amiga de César Vallejo, quien desde Moscú el 27 de junio de 1928 le envió una postal: Désirée: El paisaje es el mismo pero todo ha cambiado. Cuando esté allí te detallaré mis impresiones, te envío la rosa más hermosa que esta mañana arranqué para ti de mi corazón (1). Fue también amiga de Gonzalo y Carlos More, Anaís Nin, Paul Eluard, Jaques Prevet, Elba Huara, André Malraux (la lista es muy grande).

Defendió a Hugo Blanco para que no lo fusilaran y, desarrolló en toda Europa una intensa campaña para salvarlo del paredón. Rosina ha defendido a los más esclarecidos líderes políticos como a escritores agredidos y apresados por el sistema represivo. Désirée y Rosina siempre han luchado para llenar de esperanzas el corazón de sus pueblos, de los poetas entristecidos, de las mujeres agredidas y presas, siempre les hicieron llegar no solo palabras de aliento, sino muchas veces un pan hecho en el horno de la ternura y con la levadura tierna de sus manos generosas.

Entre Rosina y Désirée hay una “Naturaleza viva” semejante, una correspondencia atávica entre “Dos mujeres” maravillosas, un paradigma donde “No tiene edad la existencia”, un sideral encuentro con “Violeta” para que vuelva a hablar desde la eternidad. También un momento para la “Celebración del sueño” donde Gustavo aparece más joven de lo que es a pesar de los años abolidos.

Debido a la infinita magia de la palabra, Rosina y Désirée nos hacen escuchar la “Divina melodía” cantada por los pueblos redimidos. Pero también es posible ver que “Bombardean Palestina” y los niños de Gasa mueren o pierden sus miembros. Al fondo del viento aparece la “Metamorfosis” del tiempo en el que ambas regresan de las últimas batallas para volver a leer a Vallejo (2).

Coincidentemente cuando leía los Cuadernos publicados por Les amis de Désirée y recordaba su mirada tierna, sus hermosos ojos azules y veía el humo de su infaltable cigarro encendido en la boca, me llega generosamente un libro de poemas de Rosina Valcárcel, cuyo título es “Naturaleza viva”. Colección Premio. Libro de Poesía Breve 2010. Hipocampo Editores. Inmediatamente asocié dos nombres de mujeres extraordinarias a dos mujeres que aunque no se hayan tratado mucho, sin embargo, hay entre ellas una relación de naturaza entrañable viva, pero también: Bajo el frío leve de julio / No hay golondrinas ni carcajadas / Solo esta carta / que busca inútilmente / tus labios / O el silbo de Dios. (3).

Ha valido la pena esperar seis años un libro extraordinariamente escrito como es “Naturaleza viva”, un conjunto de poemas registrados en la vigilia, desde los arrecifes del tiempo detenido, escrito caminando por distintas ciudades enterradas bajo la niebla, entre calles de hojas muertas pero al mismo tiempo llenas de aves y niños. Madurez, plenitud de la poesía, protesta por el bombardeo a Palestina, pero también una infinita ternura, amor sin fin y testimonio de un tiempo letal para escribir poesía. Se trata sin duda de uno de los libros de poesía más importantes escritos en América latina. La crítica literaria casi siempre parasitaria quizá no diga que es así. No importa. Será el tiempo que se encargue de darle a este libro el lugar que le corresponde.

Si Rosina Valcárcel viviera en México o en Madrid, si radicada por ejemplo en Buenos Aires o en Barcelona, la crítica literaria no tardaría en reconocer la evidente calidad de una poesía escrita no solo con limpidez, sino con depurado oficio, textura literaria, con palabras que nombran o designan, con pasión, furia y ternura a la vez. Un rasgo singular es sin duda la plenitud de la madurez del ejercicio literario, también la destreza en el uso de la semántica, la cadencia del ritmo y el esplendor de las metáforas. Por eso es que “Naturaleza viva” pertenece ahora a la mejor tradición de la poesía latinoamericana escrita por mujeres.

Así, otra vez se unen las voces de Désirée Lieven y Rosina Valcárcel para decirnos que no todas las luchas literarias y políticas no han ido en vano, que la historia no ha llegado a su fin y que hay pueblos que se esfuerzan por descolonizar el poder y el uso de la palabra. No es verdad que vivamos el “Fin de la historia” sino los albores de la Independencia de los pueblos invisibilizados, que ahora han salido a las calles y plazas como los aymaras para reclamar el reconocimiento a su existencia, al derecho que tienen al poder político, al uso de la palabra, a la preservación de la naturaleza y a la vida.

Es cierto que Désirée Lieven falleció hace varios años. Basta el hecho de que mientras vivió haya luchado por los mismos ideales de justicia social como Rosina. Pero ahora regresa desde el fondo del tiempo en la voz de sus poemas. Por eso, es imprescindible leer este cautivante libro de poesía mayor sin duda destinado a perdurar a pesar del tempo letal que nos ha tocado vivir.



1.- José Luis Ayala. El cholo Vallejo. Página 78. Editorial Fimart, Lima, 1994.
2.- Los textos entre comillas pertenecen a títulos de poemas de Rosina Valcárcel.
3.- Rosina Valcárcel. Naturaleza viva. Poema El silbo de Dios, página 28.
18 de agosto del 2011.


*José Luis Ayala, es uno de los principales poetas y pensadores de la nación Aymara


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KONCIERTO DE SOLIDARIDAD RADICAL, VIERNES 2 DE SEPTIEMBRE EN EL BAR ZELA

ÚLTIMO MENSAJE DE GADDAFI

lunes, 22 de agosto de 2011

"LA UNIVERSIDAD CATÓLICA NO DEBE CAER EN MANOS DE CIPRIANI", ENVÍO DE DANTE CASTRO



Los que nos hemos formado en las aulas de la Pontificia Universidad Católica (PUCP) no podemos mantenernos atónitos frente a las pretensiones del Vaticano por apoderarse de su dirección. Allí nos formamos, allí aprendimos a tener un espíritu crítico, innovador y humanitario. La iglesia católica de hoy no es precisamente un dechado de virtudes.

Y usted me dirá: ¿cuándo lo fue? Le respondo: desde el imperio reaccionario de Juan Pablo II°, la iglesia católica retrocedió hacia el oscurantismo medieval, perdiendo aquel buen aire con que la oxigenó la Teología de la Liberación. Karol Wotjila oficializó al Opus Dei y nutrió la burocracia vaticana con elementos de esa organización ultraconservadora. El cardenal Juan Luis Cipriani es prosélito de esa mafia y también fue el capellán más perverso de la dictadura de Fujimori y Montesinos.

¿Quién decidirá el futuro de la PUCP? La respuesta es fácil de entender y aceptar: la asamblea universitaria, según la ley nacional universitaria y según los estatutos de la misma universidad. En otras palabras, así el protector de pederastas y ex -nazi que gobierna hoy el estado Vaticano emita una bula papal, ésta no puede pasar por encima de la legislación interna del estado peruano.

¿Puede perder nuestra alma mater la calidad de .pontificia.?... Por supuesto que sí y aun conservando, con toda libertad y derecho, la denominación de .universidad católica.. Hoy a nadie le quita el sueño perder esa calidad pontifical. Sería como si este cardenal pecaminoso me amenazara de excomunión. Le respondería: es todo un honor ser excolmulgado, eso significa que hemos deslindado campos y no de cualquier forma.

Concluyamos en que los curas no han hecho de la PUCP el pulmón intelectual que hoy es. La afluencia de estudiantes a este centro de estudios superiores, no se ha dado por la abundancia de sotanas en sus pasillos. Los deseos de un joven por ingresar a la PUCP se deben a una tradición de enseñanza con calidad que no fue hecha ni sostenida ni fomentada por la iglesia. Esa educación de calidad fue fruto de mentes libres que desafiaron siempre toda posición conservadora.


EL OBJETIVO ES POLÍTICO: LA DOMINACIÓN IDEOLÓGICA DE LA PUCP

Ya lo confesaron hoy: quieren el control ideológico, pues no sólo lo vienen perdiendo en sus parroquias donde la hemorragia de fieles migra masivamente hacia el evangelismo, sino en sus propios centros de estudios.

Recordemos que la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) fue presidida por Salomón Lerner Febres, rector de la PUCP. Que una buena cantidad de investigadores sociales que se dieron a la búsqueda de responsabilidades durante la guerra sucia, son egresados de la PUCP. Precisemos que el grupo Colina, el ex dictador Alberto Fujimori y su inefable asesor Vladimiro Montesinos, salen muy mal parados en las investigaciones de la CVR. Pues la condena al fujimontesinismo por sus crímenes de lesa humanidad, no sólo preocupa al cardenal de la dictadura, sino que indirectamente lo condena. Quien cuando fue obispo de Ayacucho sentenció que .los derechos humanos son una cojudez., luego sirvió de mensajero de los militares que perpetraron la operación Chavín de Huantar, el rescate de los rehenes en la casa del embajador japonés Morihisa Aoki, donde no hubo ni prisioneros, ni heridos ni rendidos. O sea, el cura que metió micrófonos en las biblias, en los crucifijos, en las imágenes de Cristo, y que por ello facilitó el rescate con masacre incluida, luego fue solicitado ante el Vaticano por el dictador Alberto Fujimori para que sea .su. arzobispo. Y en la última campaña electoral, .su. arzobispo, el que impuso la dictadura fujimontesinista, cumplió su rol pro-keiko.

Y sigue cumpliéndolo, usando el púlpito para discursear por la libertad e impunidad de los criminales de guerra, por la impunidad de su jefe máximo (Fujimori) y cada día más en contra de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, y cada día más enconadamente en contra del nuevo gobierno de Ollanta Humala. A este encubridor de pedófilos con sotana se pretende dar, desde Roma, el dominio de la Pontificia Universidad Católica (PUCP).

Bueno, pues, ante este señor de tan oscuros antecedentes y a su cáfila de rateros, pederastas, violadores de niños y ociosos con sotanas pagados por el estado, merced a un Concordato que debería terminar ya, se le intenta dar el comisariado político de la PUCP.

UN RECUERDO PARA MIS CONDISCIPULOS: FRANCESCO INTERDONATO

Ingresamos a la PUCP cuando la batalla de ideas, a nivel mundial, había llegado a su climax. Las aulas de la PUCP eran el fiel reflejo de las contradicciones que sacudían al mundo capitalista. Los cursos que llevábamos en Estudios Generales Letras (EEGGLL) estaban orientados a darnos una formación humanista integral, sin imponer una dirección política en sus contenidos. Entre ellos, el curso de Teología fue impartido con absoluto espíritu democrático, haciendo gala de algo que se convirtió, hace muchos años, en atributo de la PUCP: la tolerancia.

Después que cumplimos con todos los cursos de EEGGLL, pasamos a nuestras respectivas facultades. Los que fuimos a estudiar Derecho pronto envidiamos a quienes tuvieron como destino la facultad de Ciencias Sociales. En el plan de estudios de Derecho figuraba un curso de Teología. ¿Otro más?, nos preguntábamos absortos. Sí pues, otro más; no en vano esta universidad se llama .católica.. Hasta esta parte del cuento, usted, querido lector, tal vez estará de acuerdo en que llevásemos un aburrido y tedioso curso de Teología. En EEGGLL ese curso fue todo, menos aburrido. La cosa es que, ya en Derecho, nos enfrentábamos a la intransigencia y falta de tolerancia de un monje fascista llamado Francesco Interdonato, quien a falta de luces del intelecto, había pergeñado una infame separata que nos imponía ideas retrógradas como la criminalización del aborto, la condena del amor libre, la urgencia de incluir la pena de muerte en la legislación, etc., etc., etc.

Como el cura era boxeador, matón y gritón, no permitía ninguna disidencia en el aula. Mis contemporáneos recordarán los altercados con este dilecto escritor chalaco y no me dejarán mentir. Lo enfrenté, pues. No cuento más. Dejémoslo ahí... Al fondo del salón, mientras este cura de marras deliraba en un castellano motoso, los alumnos de origen judío, junto con los ateos e incluso cristianos de la Teología de la Liberación, hacíamos el geniograma gigante de El Comercio.

Ya le habíamos puesto en el tanque de gasolina de su motocicleta una buena dosis de azúcar, ya escribíamos en los muros de los baños .muera Interdonato., ya le dejamos un muñeco de brujería con alfileres en su escritorio, pero el tipo se envalentonaba aún más. Su cruzada anticomunista, antisocialista, antiprogresista, se alimentaba de nuestro odio.

Un buen día corrió la voz por las casetas de Derecho: Interdonato está con cáncer. No era fácil de creer, porque el cura hacía gala de ser un viejo muy fuerte, se exhibía haciendo barras en las playas de la Costa Verde, competía pulso con jóvenes atletas. Pero sí, estaba con cáncer. Nadie se lamentaba, más bien socarronamente sonreían, luego reían, y después estallaban en carcajadas incontrolables. La piedad como virtud, no la supo inculcar Interdonato, sino todo lo contrario.

Sacamos cuentas: A.- si Interdonato moría este semestre me salvo. B.- Si Interdonato no muere hasta el siguiente semestre, me pueden expulsar por trica. C.- Si adelantamos la muerte de Interdonato, haríamos una obra de bien público. Y así incluso hicimos un concurso para ver quién acertaba con la fecha de muerte de Interdonato. Fue la Polla Interdonato, contribuyes con tu cuota y quien finalmente acierta se lleva la bolsa. Pero Interdonato se demoró en coger el último pasaje de su estúpida-inutil-enfermiza existencia y durante ese lapso jaló, desaprobó y motivó la expulsión de muchos alumnos que deberían haberse convertido en abogados.

Como dije, muchos buenos estudiantes que no comulgaban con las ideas de este comisario fascista, fueron expulsados de la universidad por desaprobar el curso más de tres veces. Nos consta que por el aspecto físico, la barba o la indumentaria informal, un joven progresista podía ser desaprobado incluso si había estudiado el adefesio de separata. Conozco grandes talentos que el Derecho ha perdido gracias a la campaña de extirpación de ideologías que emprendió este canalla ultraderechista.


Ahora, el fantasma pestilente de Francesco Interdonato recorre los pasillos y jardines de la Pontificia Universidad Católica. Clama por más émulos de su inconducta. Que acudan más comisarios a controlar las corrientes de pensamiento que afluyen normalmente en la PUCP. Para eso, alguien peor que Interdonato, un delincuente con cargo cardenalicio, pretende hacerse de la dirección y los bienes de la PUCP, igual que el Opus Dei y el Sodalitium se apoderan de los bienes hereditarios de los ingenuos jóvenes que se dejan captar por ellos.


La primera recomendación para un nuevo gobierno que se precie de .progresista., es romper de una vez por todas con el Concordato. Luego, por supuesto, obligar a respetar la autonomía universitaria. Y lo dejo allí: ¡NO PASARÁN, CARAJO!

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