miércoles, 6 de abril de 2011

CASO "LA CANTUTA", NUEVAMENTE EN LA BOCA DEL DIABLO




El día de ayer el diario "La República" vino con un cd titulado "La Cantuta. En la boca del diablo", un documental realizado por Amanda Gonzáles en las que el periodista Edmundo Cruz recorre todas las peripecias que se tuvo que realizar para que la matanza de La Cantuta perpetrada por el "grupo Colina" pueda salir al aire. No obstante, para los que tienen años investigando este caso el asunto no empieza ni termina bien.
Los principales testigos y divulgadores, que se jugaron la vida para develar este crimen de lesa humanidad, fueron el reciclador Justo Arizapana (quien presenció agazapado cómo los miembros del ejército enterraban los restos masacrados de los estudiantes), su amigo Guillermo Catacora (quien hizo el mapa en papel cometa para que se pueda localizar la denuncia),el periodista radial Juan Jara Berrospi (amigo de Arizapana y Catacora, y quien quería asegurar que la denuncia no fuera silenciada) y el taxista y evangélico Juan Mallea (quien trasladaba a Jara buscando ayuda); ellos, los verdaderos héroes de este descubrimiento que hizo tambalear la supuesta "democracia" fujimorista, fueron torturados (a Mallea, que no podía mentir en razón de sus ideas religiosas, le rompieron los huesos de la costilla y lo dejaron sin dentadura), fueron presentados como terroristas con trajes a rayas y purgaron prisión de hasta 12 años acusados de colaboración y apología al terrorismo. Mientras otros se llevaron los créditos, reparación civil y hasta fueron condecorados: Ricardo Uceda recibió el premio Héroe de la Libertad de Prensa del International Press Institute; asimismo, la Universidad de Columbia le entregó el premio María Moors Cobot. Las familias de los deudos de La Cantuta recibieron 100 mil dólares por cada asesinado y todavía están a la espera de otra indemnización. Guillermo Catacora recibió de manos de Gisella Ortíz, hermana de uno de las víctima, la suma de 700 u 800 dólares (ella no se acuerda exactamente). Catacora compartió la donación con Justo Arizapana (quien jamás vió los rostros de los deudos, mucho menos las del Estado supuestamente resarcidor y reparador de sus crimenes, ni siquiera para un "gracias") y los dos todavía viven a salto de mata pensando en que los militares asesinos que vieron aquella noche de abril de 1993 puedan venir por ellos.
Finalmente, a toda esta atrocidad e ignominia hay que sumarle que un estudiante de La Cantuta, sobreviviente de la matanza, se le condenó a 12 años de cárcel por tener en sus manos un libro de Marx, libro que figuraba en el syllabus de uno de los cursos. El Estado lo absolvió justificando los doce años de encierro, por lo tanto no le deben nada, sólo un juez le dió una disculpa --como las que se dan cuando uno se tropieza con alguien--, le dió una palmada en el hombro y lo mandó a la calle.

Así es la justicia en nuestro país: una moledora de carne; una mierda informe, cruel y ciega.

El documental completo que dura más de dos horas lo pueden ver aquí:

http://enlabocadeldiablo.com/


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5 comentarios:

el gordo dijo...

Esta bastante interesante.En youtube tambien se puede encontrar completa.Un abrazo,suerte!

Anónimo dijo...

Los héroes de detrás de la historia. Buena maistro.

Gj.

HUANCAÍNO FURIOSO dijo...

EL PUEBLO FUE DERROTADO. LOS QUE ESCRIBEN LA HISTORIA SON LOS MISMOS HIJOS DE LA BURGUESÍA, LOS QUE COBRAN SUS PREBENDAS Y RECIBEN LOS BENEFICIOS POR MANTENER EL SUPUESTO ORDEN.

Anónimo dijo...

No sé por quién votar. Soy materia dispuesta.

Hablen, gurúes.

Anónimo dijo...

me encanta lo que el grupo la republica a hecho en su investigacion; el maldito chino hijo de puta nunca debe de salir de la carcel derberia morir como esos jovenes murieron solo por tener ideas opuestas al estado.