miércoles, 13 de enero de 2010

DE INCENDIARIOS A BOMBEROS (Y VICEVERSA) I

Foto: Fahrenheit 451, película de Francois Truffaut (1966), basada en la novela homónima de Ray Bradbury.


La evolución del ser humano a veces lo ubica frente a frente con sus propias ideas: las pasadas y las presentes, las que embanderó y las que embandera, totalmente opuestas y contradictorias unas de otras. ¿En qué momento se deja de ser uno para ser otro? ¿Acaso esto es parte de un proceso biológico? ¿Cómo alguien que niega con tesón una idea puede llegar a afirmarla con la misma o mayor injerencia? ¿Cuáles son esos otros motivos que inciden en el cambio de las ideas: el dinero, la fama, el estudio, la investigación, la necesidad de cambiar (¿Osho?), la necesidad de la libertad (no atarse a nada, mucho menos a ideas), la “madurez”, la drogadicción, cuestiones sentimentales, etc., etc. No es que yo esté reclamando seres humanos monolíticos y que mueran defendiendo sus ideas en procesos penosos como los vividos por Sócrates y Giordano Bruno (en filosofía), Galileo (en Astronomía), o el conocido caso de Henry Ford (en economía e industria) llevado a juicio por pagar bien a sus trabajadores y por considerar una “monstruosidad” el no hacerlo (contrario a los hermanos Dodge, sus socios, quienes estimaban a las ganancias, cuanto más enormes, más "hermosas", lovely); pero una cosa es una contradicción y otra muy diferente desdecirse o cambiar radicalmente de pensamiento. Madurar no significa exactamente cambiar, significa acentuar y darle forma correcta al pensamiento primario: La rabia del adolescente Lenin (tenía sólo 17 años) cuando su hermano fue ejecutado por el zar, se convirtió en el pensamiento comunista que articuló una revolución proletaria de dimensiones universales. Lenin sistematizó y fabricó racionalmente la revolución política. La historia no habría podido explicar que Lenin expectando ese crimen (el crimen de su propio hermano) se hubiera vuelto zarista.
Aquí dejo algunos casos dignos de ser citados, van en desorden (según la teoría del caos) y según el orden natural como van brotando las ideas:
Quizás el caso bíblico de Pablo o Saulo de Tarso sea el más emblemático: un tipo que se dedicaba a mandar cristianos a la hoguera y que terminó siendo uno de los principales discípulos de Cristo, el que prácticamente fundó las iglesias de Efesios y de Corintios. Este caso es quizás el antecedente del emperador Constantino quien también perseguía a los cristianos, pero, luego de su “bautizo” en el año 315, protegió a la iglesia, la cual creció saludable bajo su reinado. No puedo dejar de apuntar la “iluminación” que significó para cada uno la presencia magnética del segundo héroe bíblico: Jesucristo (el primero, por todo lo efectuado y por todo lo sufrido, incluso los latigueos: 3 veces y con cilicio, fue Pablo).
György Lukács quien quemó parte de su obra porque la consideraba insuficiente en la evolución de su pensamiento. (Escribió con pasión Geschichte und Klassenbewusstsein: Studien über Marxistischen Dialektik, "Historia y conciencia de clase", 1923, y con pasión se desdijo de lo escrito). Incinerar una producción, someterla al fuego de limpieza (según los místicos) implica una negación diametral, no es el retorno de la piedra de Sísifo a la punta del cerro, es la destrucción de la piedra de toque, el reinvento de las oportunidades: destruir para volver a construir.
El maldito Baudelaire quien después de escribir “odas a satán” terminó confesándose antes de morir y encomendarse al dios que tanto había combativo: Cristo. Más conocidos que sus cuatro poemas a los gatos, Baudelaire ha pasado a la historia por su emotividad ante el antihéroe cristiano: Satanás, y su vida estuvo marcada por esa aureola de malditez religiosa, la misma que redimió (según sus biógrafos) en el lecho de muerte con sacristán incluido.
Giovanni Papini que prácticamente partió su obra en dos: la primera, anticlerical y con cierto aureola de escepticismo y/o oscurantismo (El Diábolo, Gog, etc.,); la segunda, procristiana y de buenas formas (Historia de Jesucristo, Carta al Papa Celestino VI, El Juicio Final, etc.,).
El hijo de Antón Lavey convertido al satanismo por su propio progenitor. Ultrajado en ritos inmundos es hoy en día un predicador evangélico. (La “razón” judeo-cristiana no puede explicar por qué los satanistas crecen, a menudo, en familias donde el castigo, incluso el ultraje, pasan como vértigos de placer o panaceas ante un mundo que ellos –y otros-- admiten como el mismo infierno. El descensus at inferus es en realidad una forma de seguir estando en el mismo lugar).
Rimbaud. Salida de caballo, parada de burro. Un día, casi muy pronto, dejó de escribir y se fue al África a buscar tesoros, cambió la poesía por un puñado de denarios. El cambio, dejar de escribir, es, aunque no parezca, la otra orilla del escritor, el artista no puede ser solo contemplativo, necesita pasar a la acción, y si para el campesino sembrar hortalizas es sinónimo de vida, para el artista dejar de hacer arte es de alguna forma morir. (Aquí podríamos incluir a Rulfo, quien salvo el Llano en Llamas, Pedro Páramo y una obra de teatro, dejó de escribir de un momento a otro. Caso contrario sucedió con Henry Charles Carey quien a los 42 años, siendo un empresario de éxito y con una fortuna acumulada, pateó el tablero y se dedicó exclusivamente a escribir una doctrina completa de economía política. Es célebre la carta que Karl Marx le envía y en el que lo considera, en su época, el único economista americano de importancia. Sobre Carey hablaré en otro momento).
Colin Wilson a quien muchos lo recuerdan por su A la Deriva en el Soho (un excelente libro que siempre recomiendo), un día se olvidó de la Angry Young man (los hombres iracundos), se volvió esotérico, cogió una bolita mágica, un sombrero de mago y ancló en la parasicología: ha escrito varios libros sobre este tópico y es citado en los círculos respetables de estos temas.
Osho es quizás uno de los casos más esquizofrénicos: cambió de nombre más de 30 veces, e incluso tuvo problemas cuando fue llevado a juicio por estafa, Osho decía que a la persona que estaban juzgando era otra y que él encarnaba a otro ser por lo tanto le daba igual todo lo que dijeran de él (él era otro, el “yo es otro” rimbaudiano que no es más que la expresión poética de las palabras que escuchaba Santa Catalina de Siena y que, según ella, venían de Cristo: “Yo soy Aquel que soy y tú eres aquella que no es”. Es claro el tufillo del “Yo Soy” de los herméticos. Leer los principios herméticos y su divulgación popular a Cony Méndez).
El cocainómano Sigmund Freud que escribió lo mejor de su obra en este particular estado y por el cual occidente le rinde pleitesía, recuérdese su célebre ensayo escrito en 1884 “Bondades de la Cocaína”. Golpeado por el cáncer nunca dejó los cigarros. (¿Y dónde quedó la inconsciencia, el lugar más puro donde reside la personalidad y que mueve los hilos invisibles del ser? debemos suponer que la cocaína era el motor del inconsciente. Aunque no cuadra directamente como parte del título, sin embargo, Freud fue y es el incendiario y bombero de sí mismo, lástima que con ello nos arrastró a todos). No puedo dejar de anotar que junto a Freud, se sumaron en coro de elogios a la cocaína: Thomas Alva Edison, Henrik Ibsen, el Príncipe de Gales, el Papa León XIII, Emilé Zolá y hasta Julio Verne quien coqueado hasta su tuétano, y pensando en la vitalidad que esta le propinaba, llegó a decir que “me veré obligado a vivir hasta el año 2700” (no pasó de 1905). (Mayor información en “Judíos: Culpables de todas las desgracias de la humanidad” autor: Quispe Mayta, editorial Horizonte, 2009).
Mario Vargas Llosa quien defendía la causa Cubana, un día decidió cruzar la orilla y ubicarse en la línea de los plutócratas. Pocos recuerdan ese premio Rómulo Gallegos cuya promesa entre varios escritores consistía en donar el efectivo para la causa de la isla; MVLL los traicionó a todos, ganó el premio y se compró una casa. Años después se paró al lado de los banqueros para defender el dinero de estos y desde ahí se ha convertido en un libertario de los plutócratas, en un luchador de la libertad capitalista (léase mercantilista), enajenado y delirante defensor del imperialismo yanqui y de la seudodemocracia burguesa y vendepatria.
Alberto Fujimori (disculpen esta inclusión), este miserable tiene un sinnúmero de contradicciones y aberraciones; pero quizás pasará a la historia por haber dicho que nunca aplicaría el shock económico, y lo primero que hizo cuando se instaló en su primer gobierno fue aplicar un tipo de Shock de la manera más salvaje destruyendo a miles de familias y confirmando esa máxima de Saint Just: “Una nación no se regenera más que sobre montones de cadáveres”, quien, en otro pasaje de sus discursos, dijo que “todas las artes han producido maravillas. El arte de gobernar no ha producido más que monstruos” (La República Moderna, de R.L Bruckberger, editorial Pleamar, 1964, pg. 59).
Continuará.
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14 comentarios:

Anónimo dijo...

Necesario ver las heroicas y nobles declaraciones de este gran americano antes de que las saquen de la web
:http://www.youtube.com/watch?v=9kWU-JHetMM&feature=player_embedded

PIRULO

Anónimo dijo...

No confundir los dos puntos iniciales que no corresponden a la dirección ( es "web:")

RODOLFO YBARRA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
RODOLFO YBARRA dijo...

A ese mononeuronal, mono con metralleta, que envía insultos y diatribas será mejor que se quede en su árbol.

(Argumentum ad nauseam).

Anónimo dijo...

BUENA CIMARRON!!!

Julio dijo...

Ya pes tío Rudolf, no nos asustes, estás como que justificando el cambio de alguien conocido, vas a ser papá?

javicho dijo...

Excelente,maese, esperamos la segunda parte, a ver si incluyes Miguel Gutiérrez y su cambio con Alfaguara.

Anónimo dijo...

MaEsTrO, QUiEn Es CaRLOS ReNGiFo?

SalUd

HJk

Basilio Ignacio dijo...

Totalmente desatinada la inclusión del reptil Kenya Fujimori.

Has hablado de gente que para bien o mal han sido intelectuales de renombre, científicos, literatos, investigadores, poetas...

El ratero y asesino Fujimori no es nada de esto. Es un vulgar ladrón y asesino.

Muy mal la inclusión.

Basilio Auqui

PD: ¿En qué librerías se encuentra La Bestia Tricéfala?

Carlos Rafo dijo...

Cómo? Fujimori fue catedrático y rector universitario. Muy bien la inclusión, ibarrita.

viva Alberto Fujimori!!!

vive Keiko, la futura presidente del Perú!!!

RODOLFO YBARRA dijo...

?

??

Anónimo dijo...

Carlos Rengifo Rivas debería hacer una retractación pública de la opinión ligera que ha deslizado en su blog inopinado.

La palinodia debería ser obligatoria para el escritorzuelo.

Una gran lástima, yo lo tenía en buen concepto.

E.Y.U.

Unknown dijo...

El titulo es
"Angry young men"
zarita

Anónimo dijo...
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