martes, 27 de enero de 2009

EL NEGRO LITERARIO (AL POR MAYOR. PAGAR EN CAJA) I

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Estaba escribiendo este artículo, un poco enfurecido por una situación particular sobre el negro literario de un académico, quien encima es miembro de la Academia Peruana de la Lengua (en el punto 2 están mis motivos). Antes de publicar este post presiono en Google la palabra “negro literario” y me encuentro con una especie de asociación de negros literarios, escritores que han asumido el activo y el pasivo de lo que es escribir en la sombra para otros. La página es http://www.escritoresporencargo.com/, ahí te escriben por unos dolarillos o euros tu novela, tu poemario, tu libro de ensayos o tu libro de cuentos, un amigo me dice que hasta te hacen tu blog. Todo está especificado al detalle y lo que es peor --o mejor-- si eres escritor te invitan a ser parte de esta gran familia caída en desgracia. Ah, me olvidaba como toda asociación que se respete no aceptan a cualquiera, tienes que tener un currículo sólido y demostrable. Dentro de los puntos que te exigen hay uno en particular que me llama la atención y es: “Si ya tienes controlado el ego del escritor”. O sea que si ya pasaste esta “etapa” ya puedes ser un negro literario!!!? La página web también incluye ¿Cómo ser negro literario? Aquí un alcance:
Denostados y siempre en la sombra, muchos escritores escriben sin firma para otros, y viven de ello.
Este reporte especial habla de cómo ser un negro, de sus ventajas, inconvenientes, y de los pasos que hay que llevar a cabo para convertirse en un escritor profesional... pero invisible.
Ten en cuenta que un escritor que hace de negro literario y escribe 3 ó 4 libros en un año puede ganar perfectamente de 20.000 a 34.000 euros ese mismo año. Y sin salir de casa ni gestionar nada, si trabaja con nosotros.
Bastante más que el autor de una novela de la que se han vendido 3000 ó 5000 ejemplares (la mayoría de noveles) cuyos beneficios serán alrededor de 3000 euros. Puedes leer más
aquí, sobre lo que gana un autor emergente.
Una de las razones principales por las que se puede decidir ser un escritor en la sombra en lugar de un escritor freelance con firma tiene que ver con la estadística...
Los conocedores del mercado publicitario saben que más del 60% de los libros publicados en papel actualmente están escritos o revisados por un negro literario o un revisor/corrector de estilo, o un editor freelance. En el mundo de los autoeditados, el porcentaje es aún más elevado. Todos los indicios pues, llevan a una favorable situación para los negros literarios.

Y bueno como toda empresa, estos negros literarios también tienen competencia, como dicen para muestra bueno es un un par de botones: http://www.loquo.com/ps/servicios/editorial-traducciones/tu-vida-novelada-servicio-de-negro-literario/13500088
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Aquí mi artículillo, desechado por la realidad. Pobre de mí, miserere yo que no estoy en onda que no me he dado cuenta, como dicen por ahí, que MVLL tiene a sus negros literarios trabajando al destajo, y que varios escritorzuelos limeños tienen a su peón trabajando en la sombra (profesores que doblegan a sus alumnos y les hacen escribir esbozos de cuento y novela que luego desarrollaran estos enganchaesclavos, y todo por una nota miserable o por unas cuantas monedas) . Y yo que alguna vez me quejé de ser el negro de una conocida periodista de televisión y que le arreglé el libro a un par de amigos...
Dejo esta fracción, ahora inservible, que desarrollaré (con mayores datos) en la segunda parte, perdonen mi precariedad de información sacada de algunos libros y páginas anónimas. Prometo para la segunda parte mayores detalles de esta nueva profesión (al menos para mí) o nuevo negocio:
Un negro literario es algo así como un esclavo que tiene que vender su obra para que otro lo firme y se lleve los créditos. Siempre se mueve en la sombra y no es capaz de escribir por voluntad propia, su voluntad está endosada. Su mente y sus ideas ya no le pertenecen. Su mecanismo de defensa de carácter autómata a las justas lo defiende de no entregarse a la condición de esclavo. Su razón se encuentra secuestrada y es fácil percibir que no lo anima ese sentimiento que define al arte, mucho menos su ética que es una prolongación de sus necesidades fisiológicas. Casi siempre la paga al negro literario es en efectivo o en especie, alguna pequeña edición de algunos cuentos o unos poemitas inconclusos, alguna pequeña excrescencia verbal, etc. No se sabe con ciencia cierta cuándo apareció esta rara especie de plumífero que se ubica en el último escalafón de la “escala alimenticia de los escritores”. Se cuenta que Alejandro Dumas tuvo su negro literario y su puso muy triste cuando este murió. Sin embargo, cuenta la historia (y que copian varias páginas de la net), que un día al ver llorar a Dumas por la muerte de su negro literario y por los innumerables trabajos que tenía que entregar y no sabía cómo, se le acercó un hombre quien le dijo que no se preocupara “porque yo soy el negro de tu negro literario”. Y asunto arreglado.

Por estos lares hace unos años un poeta de mi generación estuvo recopilando datos, textos inéditos y poemas para una antología que iba a sacar. Emocionado le alcancé mis textos y recomendé a otros poetas para que se “hiciera justicia”, pero cuán grande fue mi sorpresa cuando el libro de casi 400 páginas salió con el nombre de un profesor, conocido poeta y crítico literario. Después me enteré que el trabajo de negro literario le había servido a mi conocido para escalar puestos en la universidad en la que trabajaba y trabajaba, también, su jefe y negrero. No voy a decir nombres pero los poetas del noventa que participaron saben perfectamente a quien me refiero.

Continuará

19 comentarios:

Anónimo dijo...

La mafia literaria limeña tiene a sus negros literarias, eso todo el mundo lo sabe, buen Ybarra. Lo que puede hacer la gente por dinero es asqueroso.

Carlos Gabriel Rengifo Rimache

Anónimo dijo...

Eso si ser noticia, es indignante que engañen así, y manipulen a ciertas personas y vivir engañando a la gente. Como diria Quino a través de su personaje Manolito: De todo hay en este supermercado de Dios.

Anónimo dijo...

lo tuyo es la denuncia, el insulto atrabiliario, esa pose de reflexivo no te va.

Anónimo dijo...

claro Ybarrón, los enemigos del pueblo hacen lo que quieren mientras tú hablas de sutilezas que el pueblo no entiende.

Jimeno de Huanta

Anónimo dijo...

No confundir "un negro literario" con "amanecer con un negro"


El Médico del Pueblo

Anónimo dijo...

esto no es liberalismo

Anónimo dijo...

yaaaaaaaaaaaaaaaaaaa vieeeeeeeeeeeeeennnnnnnnnnnneeeeeeeeeeeeeeee la maxitomanía

Anónimo dijo...

Yo he sido, y a mucho orgullo, negro literario de Ghibellini, Pasco Font y de Ghersi.

Me pagaron y bien, con eso compré mi coche del año, me levanté a tres niñas del Scarlett en un hotel de la Marina y con jacuzzi.

Que hablen los envidiosos y los que no saben disfrutar de la vida y sus placeres, manga de serranos envidiosos.

Héctor "Matapasión" Ñaupari

Caballero de Chongos Bajo
Conde de Jauja
Marqués de La Oroya
Archiduque de Sapallanga, Curicaca y alrededores

RODOLFO YBARRA dijo...

A esos comentaristas que confunden este espacio con una perrera pueden ir a Chacra Ríos (la dirección no la tengo a la mano), ahí tienen espacio (vacunas y baño especial). Gracias.

Anónimo dijo...

estamos furiosos y queremos despedazar a la mafia...grrrrrrrrr

Anónimo dijo...

como me quieren tus amigos Rodolfo...lastima que no tengan la hombria de decirmelo a la cara...en fin tomarlo como de quienes viene
un abrazo y a ver cuando nos vemos
Hector

Anónimo dijo...

por qué te metes con el profe Camilo Fernández, de hecho estás picón porque está en la Academia de la Lengua Peruana, lugar al que tú no entrarás ni de chofer.

Marco

Anónimo dijo...

ese que firma como Marco es un sonso porque no se da cuenta de que Ybarra se refiere a ciertos académicos...y como sabemos en todos lados se cuecen habas.

Rosa X.

Anónimo dijo...

No te resientas, héctor, nosotros también te queremos, tómalo lúdicamente: esto es liberalismo.

Espejito, el médico del pueblo

Anónimo dijo...

Pregunta:

¿Por qué se meten tan malévolamente con el señor doctor Héctor Ñaupari? ¿Sólo porque abiertamente ha tenido la valentía de decir que profesa el credo neoliberal? En un país en donde el promedio se muere de hambre (y de ignorancia) y la mayoría tiene TBC silente?

Porque hay que ser temerario para defender la causa del doctor Ñaupari en un sachapaís devastado por la ignorancia, la alienación y el hambre.

¿Por qué no miden con la misma vara al tal Jorge Coahuila, quien tiene la desfachatez de discriminar porque disfruta de jugosos estipendios de Norma, Alfaguara, El Mercioco, el nido de ratas llamado Congreso Peruano? ¿Quién no lo ha escuchado al aimara Coahuila cuando borrachito defiende el credo neoliberal al igual que el buen Héctor Ñaupari?

Resulta curioso, pero el malinchismo de estos dos sujetos, Ñaupari y Coahuila, cuyos ancestros deberían sentirse avergonzados de haber engendrado tales petimetres, está llegando a niveles inexcusables.

Otro entenado de los poderosos es el tal Gabriel Rimache Sialer, ese fumoncete malcriado y misio que en las peores épocas del fujimorato escribía su aburrida columna en La Razón, de la judería sionista enquistada en el país. ¿Alguna vez el Rimache dijo algo en contra de los sionistas o del fujimorismo? Jamás. Se calló en todos los idiomas que desconoce.

Y si queremos ir un poquito más lejos, qué el tal Miguel Ángel Huamán, Marcel Velásquez, el zigzagueante Miguel Ildefonso Huancca, el “bizarro” (sic) Max Palacios, el estafador Harold Alva, las manoseables poetisas que arrechan las noches quilqueras, los oportunistas que merodean por los bares de Lima en busca de tragos, comida y si la suerte les sonríe, alguna casquivana de calzón flojo? ¿Alguna vez han hecho algo bueno siquiera?


Comando Blogósfera Roja

Anónimo dijo...

Quién es ese poeta y crítico literario que robó a tantos poetas jóvenes? Tiene que decirlo.

Anónimo dijo...

EL CRÍTICO LITERARIO Y PROFESOR ES MANUEL PANTIGOSO, Y EL POETA ES ANTONIO SARMIENTO...

Anónimo dijo...

TODOS SABEN ESTO PERO NADIE VA A DENUNCIAR POR QUE SALIÓ EL LIBRO...

RODOLFO YBARRA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.