jueves, 10 de noviembre de 2011

ENTREVISTA OUT

Aquí la parte de una entrevista que me hiciera Willy Polick (periodista under) hace algún tiempo para una revista que nunca llegó a mis manos. La posteo aquí como un reclamo:


1).- Rodolfo Ybarra, se me hace difícil diagnosticarte, eres un ser complejo al igual que tu poesía. Si tuvieras que hablarnos de ti, de tus obras ¿Que cosas nos podrías decir?


Creo que sobre mí se dicen muchas cosas contradictorias, cuestiones en las que prefiero mantenerme al margen, así sean favorables, porque eso crea un falso orgullo, un “creimiento” (bueno fuera creamiento) de algo, un falso tacto de la realidad, y, al final, un embeleso egotista y absurdo. En todo caso, prefiero hablar de mis “obras” (el entrecomillado es necesario porque esta palabrita me hace recordar a los políticos (demagogia) y esta categoría es algo que detesto). Mis libros, mis escritos, mis textos en papel o en píxeles, los que están colgados en la net, son bastante amplios. Quizás los que leen mi blog se habrán dado cuenta de que puedo escribir sobre matemáticas como sobre rock, metafísica o estructuralismo, y a veces paso de la religión a la ciencia como quien sube o baja de la vereda (sí ya sé que me acusan por esto, y respondo por el pasivo y el activo de mi comportamiento escritural). Esta adaptabilidad temática me ha sido siempre natural, aunque sí es verdad a veces me excedo, y pues, por ratos, paso de divulgador científico a pontificador dialéctico hegeliano amainando sobre la cultura, la religión, la ciencia y el Estado. Curiosamente, este “error” es lo que ha generado que haya un grupo de seguidores y personas atentas a mi trabajo, y, también, por la tercera ley de Newton, haya activado a decenas de “enemigos” y atrabiliarios ocultos interesados en contradecir, insultar y negar mi trabajo y mi palabra aunque lamentablemente la mayoría de ellos no maneje razones discursivas o argumentos, y en su mayoría son motejadores. Quiero apuntar que todo esto lo tomo de forma deportiva y no me hago problemas, ya estoy viejo para estar ocupándome de los insultos, salvo que estos vengan con argumento o razones de peso, aunque la verdad, lo dudo. Por igual, seguiré escribiendo y dejando mi opinión y mis puntos de vista en claro. No estoy para conservar “amistades” que no aportan nada y se creen infranqueables con la crítica. No hay tótenes, no hay dioses, no existe la infalibilidad.


2).- Me entere que tienes un ensayo de casi 2000 paginas. Cuéntanos...

El ensayo se titula “Las Armas del Escritor” y lo conforman textos que he ido acumulando en más de veinte años de escritura.

Como vengo sosteniendo desde hace años, el conocimiento no tiene clasificación; es el hombre, en su intento por racionalizar los saberes y la creatio, el que ha inventado las diferentes áreas de la ciencia, las artes y el conocimiento en general. Por eso, en la antigüedad era fácil encontrar a alguien que se dedicara a las ciencias y que hiciera algo de arte, o el que combinaba ambas ramas del saber y construía máquinas de guerra o juguetes como Leonardo da Vinci. De esta forma he ido acumulando una cantidad gigantesca de ensayos, ensayículos, propuestas científicas, médicas, literarias, etc., etc. Por cierto, es Mariátegui quien en la “advertencia” de los 7 Ensayos señala, siguiendo a Nietzsche, que “no amaba al autor contraído a la producción intencional deliberada, de un libro, sino a aquél cuyos pensamientos formaban un libro espontánea e inadvertidamente”. Entonces me asumo como un escritor de este tipo, espontáneo, pero eso sí, no inadvertidamente; creo que uno se va dando cuenta y lo advertido se hace roca en la personalidad del escritor engagement.

3).-Rodolfo Ybarra, querido por muchos, odiado por otros.¿por que?

Creo que en la primera pregunta he respondido en parte. ¿Amar? ¿odiar? El ser humano es tan incomprensivo como incomprensible. Toda persona que haga crítica literaria o política siempre va a tener enemigos ocultos, seres resentidos y un ejército de atrabiliarios (si es que te conviertes en referente o agudizas mucho la crítica). No obstante, la mala onda (la mezquindad y los “odiadores” de siempre), cada vez que voy de invitado a San Marcos, a La Católica o a presentaciones de libros, revistas, fanzines, etc., encuentro que hay un grupo de gente amiga que se acerca para darme su voz de aliento, entregarme sus libros o invitarme a colaborar en sus proyectos, revistas, periódicos, etc. Muchos jóvenes me visitan para que les de un consejo sobre sus escritos o para conversar de literatura; atiendo a todos los que pueda, puesto que mi vida y mi razón de ser se encuentra en la literatura, y en reciprocidad a todos los escritores a los cuales yo me acerqué, alguna vez, cuando era adolescente.


En todo caso sólo me bastan el afecto de los lectores y el repudio al odio conocido de los fascistas.


4).-La poesía puede transmitir sentimientos, emociones, realidades, etc. Si tuvieras que encasillar a tu poesía, ¿cómo seria? Y ¿como crees que tu poética aporta en el desarrollo de nuestra sociedad?


Encasillar, clasificar, taxonomizar mi poesía, como la de cualquier otro, es un acto de crueldad. Uno cree, siempre, que su poesía es eterna, inmensa, etérea, omnipotente, y, por eso mismo, inclasificable. No obstante, he aprendido a distanciarme de mi obra poética, como de toda mi obra escrita, me ha costado trabajo, pero ahora puedo decir, libre de las ataduras y los corcés del ego (con tendencias naturales a la soberbia), que mis primeros libros poéticos adolecen de un urbanismo decadentoso y de un malditismo (a veces exagerado con pinceladas de barroquismo y cuantiosas citas), hecho que, contrario a lo que se podría opinar, ha gustado y gusta a los lectores acuciosos (Verástegui, Santiváñez, Pancorvo, Jara, etc.). En cuanto a mi decadencia, hecho la culpa al splín limeño cuya corrosión en la década de los ochentas fue tangencial, y referencia directa de mi poesía. Y en cuanto a mi malditismo (felizmente no es “maldichismo” como dijo alguien por ahí) es la correcta reacción ante las duras épocas que me tocó vivir.


En cuanto a la segunda pregunta, sobre cómo aporta mi poética en el desarrollo de nuestra sociedad, sólo podría decir que toda obra artística (literatura, música, pintura, dramaturgia, etc.) aporta a su medio y a su tiempo, sensibilizando, refractando belleza y, en muchos casos, cuestionando el orden establecido. Creo que he asumido estos caracteres clásicos del arte y continúo en la brega literaria.


5).-Rodolfo, muchas gracias por tu tiempo y tu colaboración. Para finalizar ¿Que opinas sobre nuestra realidad cultural en la cual estamos viviendo? Y cuéntanos ¿Qué proyectos nos traes este año?

Culturalmente vivimos una realidad de tragedia. Y para explicar esto tendríamos que remontarnos hacia atrás; teniendo en cuenta que en los años sesenta del siglo pasado, aquí solo había ministerio de instrucción pública. Los “grandes teóricos” de la educación han sido una sarta de señores feudales, racistas, acomplejados y mequetrefes que han dañado el desarrollo cultural de este país, estableciendo una educación importada, trasplantada sin mayor revisión y sin mayor proyección hacia el futuro. No creo en la cultura oficial y espero que la ley del libro, la ley del mecenazgo, la casa de la literatura y todos los proyectos culturales funcionen de alguna medida. Soy pesimista y tengo razones para ello.



Sobre mis proyectos sólo te puedo decir que vengo acabando una larga novela, una nouvelle y varios poemarios que escribo en simultáneo.



Bueno, sólo me queda agradecerte e invitarte a ti y a todos tus lectores a visitar mi blog.

2 comentarios:

uu dijo...

poemas y novelas que casi nadie lee, si eres "tan bueno" ¿por qué no tienes miles de libros vendidos?

RODOLFO YBARRA dijo...

Qué imbécil ese comentario, o sea que los best sellers son "tan buenos"?