En Lima (como en cualquier parte del mundo) es común encontrarse con diversos individuos de diferentes tallas, color, aspecto, etc., que se reclaman “machos alfas”, tratando de aparentar (y hacernos creer) que las mujeres y el resto de mortales se rinde ante sus encantos. Estos “machos alfas”, inflados como cámaras de llantas, son en realidad seres fracasados llenos de complejos y de taras, pequeños hombrezuelos que fingen entrar en el traje de un hombre para simular que segregan testosterona (algún perfumillo de marca por ahí), que un sex appeal de hotentote los hace derretir el hielo seco, y que en un tronar de dedos todos estarán a sus pies pidiendo ser copulados.
No tengo nada contra los verdaderos machos alfas, si la naturaleza los dotó con algún tipo de liderazgo biológico por algo será (marquen con baba u orina su territorio, nomás). Prueba es que la condición animal sigue primando en el homo sapiens. El problema son los impostores, los psicopompos, los pobres diablos, misereres que se emborrachan, se coquean, se ketamicean (ketamina) o se mariguanean y vociferan (ladran) ser los "jefes de la manada", los reyes de la selva, los machos mens de esta putrefacta ciudad, haciendo el ridículo ante sus ocasionales testigos de excepción.
Adelantándome a los mequetrefes de siempre (prosterostomados limensis), voy a confesar que soy (o eso creo ser, pobre de mí) un “macho beta”, alguien que por oposición a los liderazgos y a la situación estral se mantiene a la expectativa (eterno contendiente), no con la idea prosaica de poder reemplazar a un macho alfa, sino porque esa condición de comodidad creativa (estar situado en las antípodas) ayuda a mantener(se)(me) en estado de alerta mental, condición que aprovecho para asuntos literarios.
Ser un "macho alfa" (o “macho alfalfa”, uno de mis postulados que aparece en Las Armas del Escritor, tomo II) implica no solo ser el semental de la manada o el protector de la tribu, sino estar en un escalafón biológico (político-social-económico, etc.,) después del cual (con pelea o sin pelea) vendrá la caída libre y la renovación de los puestos. La puesta en escena del drama cíclico le quita las ganas a muchos de ser un "macho alfa". No obstante, hay que tener en cuenta que dejarse llevar o no oponerse a un "macho alfa" puede llevar a algunos a convertirse en "machos omega", un tipo de macho que no está a la expectativa de nada, sólo el de ser mandado, ordenado o sometido. Ningún aire de subversión respira el "macho omega", adora, casi por inercia, el status quo, lo más probable es que en cualquier momento sea humillado o sodomizado (contra su voluntad, se entiende); aunque en los animales la condición de esclavitud no existe, la dominación guarda peores características y son condenados a perder todas las peleas, a comer al último la presa (las sobras), a no copular salvo por algún milagro, a mirar desde lejos cómo otros disfrutan lo que podría ser para él, etc., etc.
En literatura un "macho beta" equivale a un deuteragonista, un personaje secundario que puede convertirse en el centro de atención si la historia lo amerita (o si el escritor lo requiere). Habilidades, porte, presencia tiene. El perfil bajo, es, por ahora, una necesidad, pero no por mucho tiempo.
No tengo nada contra los verdaderos machos alfas, si la naturaleza los dotó con algún tipo de liderazgo biológico por algo será (marquen con baba u orina su territorio, nomás). Prueba es que la condición animal sigue primando en el homo sapiens. El problema son los impostores, los psicopompos, los pobres diablos, misereres que se emborrachan, se coquean, se ketamicean (ketamina) o se mariguanean y vociferan (ladran) ser los "jefes de la manada", los reyes de la selva, los machos mens de esta putrefacta ciudad, haciendo el ridículo ante sus ocasionales testigos de excepción.
Adelantándome a los mequetrefes de siempre (prosterostomados limensis), voy a confesar que soy (o eso creo ser, pobre de mí) un “macho beta”, alguien que por oposición a los liderazgos y a la situación estral se mantiene a la expectativa (eterno contendiente), no con la idea prosaica de poder reemplazar a un macho alfa, sino porque esa condición de comodidad creativa (estar situado en las antípodas) ayuda a mantener(se)(me) en estado de alerta mental, condición que aprovecho para asuntos literarios.
Ser un "macho alfa" (o “macho alfalfa”, uno de mis postulados que aparece en Las Armas del Escritor, tomo II) implica no solo ser el semental de la manada o el protector de la tribu, sino estar en un escalafón biológico (político-social-económico, etc.,) después del cual (con pelea o sin pelea) vendrá la caída libre y la renovación de los puestos. La puesta en escena del drama cíclico le quita las ganas a muchos de ser un "macho alfa". No obstante, hay que tener en cuenta que dejarse llevar o no oponerse a un "macho alfa" puede llevar a algunos a convertirse en "machos omega", un tipo de macho que no está a la expectativa de nada, sólo el de ser mandado, ordenado o sometido. Ningún aire de subversión respira el "macho omega", adora, casi por inercia, el status quo, lo más probable es que en cualquier momento sea humillado o sodomizado (contra su voluntad, se entiende); aunque en los animales la condición de esclavitud no existe, la dominación guarda peores características y son condenados a perder todas las peleas, a comer al último la presa (las sobras), a no copular salvo por algún milagro, a mirar desde lejos cómo otros disfrutan lo que podría ser para él, etc., etc.
En literatura un "macho beta" equivale a un deuteragonista, un personaje secundario que puede convertirse en el centro de atención si la historia lo amerita (o si el escritor lo requiere). Habilidades, porte, presencia tiene. El perfil bajo, es, por ahora, una necesidad, pero no por mucho tiempo.
.
11 comentarios:
A QUIEN TE REFIERES CON ESO DE MACHO ALFA, NO SERÁ A JUAN PÉREZ?
HABLE, PES.
Sex appeal,.....sex apple es lo que practicó Eva con Adán en el célebre cuento chino.Te aprecio Ronaldinho.
SACAPUNTAS NEBRIJA (Correctómano)
Es una verdad incuestionable aunque no perceptible a simple vista que muchos aparentes machos alfa son locazas de playa camufladas.
JOTABE POQUELIN
Sex appeal, mi estimado, sex appeal. Si como tantos otros vas a hacer la huachafada de usar inglés, al menos úsalo bien. Sex apple tampoco tiene sentido. En todo caso, lo que practicaron Adán y Eva fue el Apple sex. No me preguntes como es eso, los machos alfas solo practicamos el banana sex combinado con el salto del tigre.
Saludos,
Discípulo de Nebrija.
¿Y cuál es la diferencia entre una manzana de agua y una manzana chilena?
prefiero el sex apple...
Qué tienes contra los machos alfas, oe.
Gustavo
Comandante
no pierdas tu pequeña fe
déjame que te empuje
con un versito
Comandante
te perdiste entre pasto,
matorrales
y extenuados árboles,
Anduviste entre
deformes rocas
y predecibles riscos,
entre extrañas chozas
Comandante
Comandante
Fuiste tu más cercano indígena
Procurando curar
Resentimientos o talvez
Peregrinarte entre alguno de ellos
Curando el descuidado y egocéntrico
Sentimiento
seguidores
Hermanos
tus hombres
curando
curando
y curando
en un valioso ensayo de curarte
comprendiste cambiar de piel
y unificarte en un total
comandante,
después te toco vivir,
Resolviste no desistir,
ni decidiste dejar aparte,
no cambiaste o negociaste,
no diste tregua,
Ya versado
y en tu camal la higuera;
Valle verde se sorprende
con desilusión
la muerte llego a su comandante,
su descuidado héroe
le dan un rezo, pidiendo por
su aflicción,
su antagonismo con lo desigual acabo
Mas el aire siguió la ruta que comandante
Tomo, corrió por
pasto, matorrales, extenuados árboles,
deformes rocas,
predecibles riscos y extrañas chozas
Oyéndose tu jadeo agotante
tu hermano indígena
Sollozando vocearía
tu libre aire, tu lucha compartida
que dejo libertad en cada alma para
nuestras vidas;
Humano,
Indígena,
Comandante.
Sandra Enciso
Tiene razón el gran Faverón, este blog cada vez más pierde el interés que tenía -mira que te lo reconoce- ahora toca temas tan prosaicos como éste y la sarta de estúpidos comentarios no se dejan esperar...
puta broder yo firmo... oscarix... no tienes derecho a editar mi post mejor no lo reproduzcas
Publicar un comentario