La poesía 'es' masturbación al igual que la pintura, la política, el psicoanálisis, la religión, la moda, los fetiches, etc., etc...; por eso Marx dejó la poesía y se hizo político [del masturbado logos poético al impon(t)ente logos politicus], Hitler abandonó la pintura y se convirtió en el líder de los nazis, (afianzó su masturbación tanática y se olvidó de los colores del kindergarten), Freud se hizo cocainómano dándole martillazos al ladrillo de su ego (afianzó y ahondó en su complejo proctológico) y muchos purpurados ‘incorrectos’ (como los Borgia o Cipriani, para no ir muy lejos) escalaron el papado o se hicieron sacerdotes sin mayores remilgos para pontificar con pies de barro y rabo de paja y hacer de los excesos (la pederastia, la doble vida, los falsos valores, etc.), la mayor de sus virtudes. Mientras tanto (y mientras los "artistas" se miran al ombligo o más abajo), la poesía no dejó de ser masturbación y siempre ha requerido de tacto y constancia, un cerrar de ojos y la imaginación predilecta, un hundirse en los subterráneos del yo, en la aguas servidas de las palabras que hieden o huelen a rosas según las uses en el contexto adecuado.
Solo así se puede alcanzar la ataraxia o el orgasmo.
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7 comentarios:
Mas que excelente, Rodolfo.
Un beso y todos los cariños para tí desde Alemania.
Gertrudys A.
MASTURBACIÓN, ESO ES UNA LOKURA!!!!
postea más textos poéticos, querido RY, no olvides de dónde vienes...
Anarco Sifuentes
Dejate de masturbaciones y vení a Buenos Aires, querido...te esperamos con los brazos abiertos.
Myrkala Agosi
besos.
Si la poesía es masturbación entonces los poetas son unos pajeros.
Y los novelistas?
Titus
Tambor
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