El origen de la palabra "izquierda" (lejos del “logaritmo de las ideas” de Ortega y Gasset) corresponde a las asambleas francesas del siglo XVIII y principios del XIX cuando a la derecha del Presidente se sentaban los amigos del Rey, de la monarquía y del mantenimiento de las instituciones tradicionales; y a la izquierda, los revolucionarios quienes a la larga lograron decapitar al déspota Luis XVI. De esta forma surgieron los conservadores (ansiosos de preservar el status quo) y los liberales (empeñados en el cambio y la reestructuración de los poderes) quienes en el siglo XIX, en 1830, en el Paris de las barricadas, sustituyen a los Borbones por Luis Felipe de Orleáns. En el Londres de 1832 logran la reforma desbarrancando a los “tories” (no nos olvidemos que la primera revolución industrial enceguecida por la acumulación metálica no hacía distinción entre mujeres, niños y ancianos, a los cuales veía y ve sólo como mano de obra, como carne de cañón para las usinas capitalistas). En España en 1868 despachan al exilio a Su Majestad, Isabel II. En el Perú, según cuenta el pusilánime Basadre, el liberal por excelencia fue José Gálvez, héroe del combate del 2 de Mayo.
A pesar de todo el esfuerzo desplegado por los primeros liberales, la imagen romántica de la izquierda se trasladó al mundo de las “ideas organizadas” con el equinodermo Karl Marx (motivo que ya he discutido directamente con algunos marxistas de respeto, en algunas revistas y en este blog).
Uno de los problemas de la primera izquierda comunista en el Perú fue el de impulsar el separatismo proponiendo la República Quechua y la República Aymara en los años 30, hecho que pocos historiadores han revisado y que merece mayor atención. Sin embargo, este partido, llamado primero Partido Socialista por Mariátegui (quien tiene problemas con la Tercera Internacional celebrada en Montevideo, motivo por el cual se separa), tiene a lo largo de su existencia, una suerte de errores y comportamiento verdaderamente servil y reaccionario. No nos olvidemos que el PC apoya a Manuel Prado en las elecciones de 1939; a José Luis Bustamente y Rivero en 1945, ganando con ellos unas cuantas migajas congresuales y marcando el camino a seguir por estos izquierdosos vendepatria, acomodaticios y vergonzosos ganapanes que han desviado las verdaderas luchas del pueblo peruano.
Este partido con cabeza de ánfora que sobrevive a los gorileos de Odría (quien pone fuera de la ley a la primera Apra y al PC) no la pasa mal en los años sesenta. En 1962 se engancha erróneamente con el llamado Frente de Liberación Nacional que empuja la candidatura del general César E. Pando Egúsquiza y fracasa en su intentona burocrática de lograr alguna curul.
En el 63 apoya decididamente al candidato (derechista, entreguista y cojudizante) Fernando Belaunde. Y durante el gobierno militar de Velasco entra en colaboración eficaz en esa estupidez militarista que destruyó al país, desarticulando a los movimientos obreros y creando una nueva central de trabajadores representantes de la Revolución Peruana (CTRP)¿¿??.
En 1978, una vez concluido el experimento reformista de Velasco y el turiferario de Bermúdez Cerruti, obtiene seis míseras curules de un total de cien. Esto los anima un poco en la búsqueda por acomodarse en el poder (y no como dice Santiago Pedraglio ex comunista, ex izquierdista, ex marxista, ex cualquier cosa, que creía en esta izquierda oportunista ansiosa de formar parte del dominio burocrático y supuestamente representar al pueblo pobre, oprimido y olvidado).
No obstante, la izquierda se encontraba atomizada y fracturada en un sinnúmero de ideologías y variantes marxistas (incluido los stalinistas que vio clases sociales donde había universos étnicos y culturales) y busca urgentemente no perder su representación parlamentarista y forma el seudo frente llamado Izquierda Unida con las que participa en las elecciones municipales de 1980 y 1983 donde logran colocar de alcalde a Alfonso Barrantes Lingán (el líder clásico de hablar pausado y pretensiones politiqueras quien impone el lema del vaso de leche que nos hace recordar al pan grande de Billingurst), y, también, en las presidenciales de 1985 donde sirve de bandeja y de tabla de rebote al genocida acromegálico Alan García.
En la actualidad la izquierda peruana (que busca “socializar el neoliberalismo” y convivir “pacíficamente” con la derecha cavernaria) es un cadáver fétido y agusanado que (al igual que la derecha burocrática y compradora) necesita ser enterrado. Simplemente, aquí no hay izquierdas; lo que hay son farsantes enmascarados, lobos disfrazados de cordero, diletantes falsarios con doctrinas encubiertas, una izquierda de juguete al servicio de carcamanes y de caudillos provincianos que nos sonríen con rostros grasientos desde las pancartas y gigantografías de cualquier esquina.
Continuará.
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5 comentarios:
¡Que se vayan todos!
¡Todos son la misma porquería!
La izquierda pizarrista y la derecha almagrista, ambas criollas, racistas y pro-neoliberales, no han entendido jamás al pueblo peruano.
Ocultaron su incomprensión en la lora clasista y en pretensiones cristianas, dejando de lado el factor étnico de un pueblo avergonzado de sí mismo.
Muy buen artículo, a lo Zizek, sin pretensiones académicas, libre y duro como un pincho.
PTT
PD: ¿Qué opina de Saturnino Paredes, el de Bandera Roja? De Satuco alguna vez alguien escribió que nadie que se llamase Saturnino podía liderar una revolución... adivinen quién fue el que escribió tan dura frase?
La izquierda en el Perú la recuerdo por dos o tres cagones como los que cuento:
1. Alfonso Barrantes Lingàn, este ocioso que nunca trabajò y que gorreaba cafe y pan con queso en la sastrerìa de su primo Don Juan Serrano Barrantes en los Barrios Altos, se bajò los calzones ante el genocida Alan Garcìa allà por los ochentas... inolvidable esa cobardía del enano cajamarquino, en esa época la masa apoyó a la izquierda electorera y fue la fuerza más grande de aquellos años. Barrantes la cagó al arrugar frente al genocida más grande de nuestra historia.
2. Yehude Simon Munaro, chiclayano traidor, ex MRTA, ex revolucionario, ex cualquier cosa... cómplice de la matanza de Bagua (casi MIL MUERTOS Y DESAPARECIDOS), cómplice del gobierno delincuencial neoliberal del APRA.
3. Henry Pease García Irigoyen... calló en siete idiomas, es más, apoyó el golpe de estado del japonés asesino y ladrón Kenya Fujimori, junto a la gran mayoría de la izquierda legal de esa época.
4. Javier Diez Canseco... el eterno candidato izquierdista, desayuna en el Gloria, almuerza en Mangos y cena en el Tantas, usa Paco Rabanne, chupa Chianti toscano y se moviliza en un Jaguar... ta que esa izquierda, csm!
5.El loco Letts Colmenares, payaso de la burguesía, como su sobrino imbécil Jaime Bayly Letts. En los setentas eran tres los Ricardos rojimios, todos blancos, altos y billetones: Ricardo Letts, Ricardo Napurí (piloto de la FAP que se hizo trotsko) y adivinen quién fue el otro Ricardo...
6. La linajuda Susy Villaràn de la Puente. Será honesta la tía, pero qué cojuda al autocalificarse de amiga de la policía junto con los caviarazos García Sayán, Gino Costa, el traidor oportunista, retrechero y ultimamente soplón Rospigliosi... el oportunista Santiago Pedraglio, en fin, toda esa basura pituca que daba gracias a la vida que me ha dado tanto... por eso en el pueblo surgieron soplonas como la Moyano, la Rosado y algunas otras, pensaban que ser de izquierdas era apoyar la democracia burguesa, tragar en comedor popular mientras los maridos reventaban de borrachos y luego a payasear cada cinco años en las urnas para elegir congresistas pornográficos... vaya a la mierda!
IZQUIERDA PERUANA = DERECHA PERUANA = MIERDA ELECTORERA
CONTUNDENTE ARTICULO, MAESE, QUE LE DA DURO EN EL HOCICO A ESA IZQUIERDA A LOS QUE MUCHOS LE HAN DADO EL VOTO Y EL POTO.
MI TOTAL ESTIMA
SOL PERU
Esta izquierda da vergüenza ajena, y qué dirán los derechistas que están peor?
incluyes a Marco Arana?
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