martes, 15 de septiembre de 2009

YBARRARIO: YO, POETRA


No saben la emoción que me embarga (y la risa que me da) cada vez que conozco a algún poeta, sobre todo a los alucinados, los que caminan flotando en gas metano o tienen la nariz levantada como un clítoris (sólo en esos casos apruebo la ablación). Estos tipos creen que hablar en verso o aprenderse de memoria algún poema de algún maldito francés es ya estar in (sobre todo si es Baudelaire o Rimbaud). Y más risa me dan cuando, entre copas y cigarrillos baratos, hablan de sus antologías y sus entrevistas; o sea: miguelito entrevistó a luchito, luchito entrevistó a miguelito; morellita habló bien de carmencita, carmencita habló bien de morellita, o milkito shake lengüeteó a fitito y este se fue de vacation con todo pagado para escribir en un paraíso rodeado de mendigos y hacer su tour de force con becas y auspicio de una embajada imperialista. Toda esta cadena de favores y de infamias que construyen la identidad poética en este país de farsantes me da náuseas. Ya hace tiempo renuncié a la categoría “poeta” (si alguien me llama por este clisé prometo darle una trompada). Ser poeta (me refiero al tufillo seudovanguardista) en este país miserable y quebrado por los duces del capitalismo es una categoría atorrante y de desprestigio intelectual. Muchos borrachines de Barranco se llaman a sí mismos “poetas” y andan de juerga en juerga buscando la ataraxia (obviamente, ni siquiera saben qué significa esta palabra).
Hay un aedo al que llaman “poeta mayor” y representa (o representó) a una compañía minera (en toda su tropelía contra los recursos naturales en este país), la vez que conversé con este tipo, en un cuchitril-bar de Barranco, me pareció –esa fue la sensación exacta-- que estaba con un charlatán de la plaza san Martín, un redivivo pregonero de cachivaches culturosos y de rampantes ideologías caducas y vergonzantes. Nada de luces. Nada de imaginación. Cero en capacidad argumentativa. Cero en el toma y daca, el pin pon intelectivo. El hombre era-es un pobre diablo, un borrachín al que le hubiera sentado bien una patada en el trasero y tirarlo de bruces al aserrín de esa cantina maloliente. Como no bebo (cerveza, se entiende) pedí una botella con agua no carbonatada. El “poeta” me empezó a hablar de su “estro poético”, de su “estirpe parnasiana”, y del libro antológico que una seudoeditorial (que cobra en dólares pero que a los “famosos” y coronados en laurel les publica gratis con tal de ganarse algún nombrecillo y, después, poder estafar a jóvenes ingenuos atraídos por el brillo del oropel), y me dijo que si quería me podía “hacer una recomendación”; no gracias, le dije, creo que estoy bien así (miraba cómo babeaba el tipo hediendo a avinagrado). Debes meditar esta propuesta, Ybarra, ya es hora de que te publiquen en alguna editorial importante (¿?). No me interesa, le volví a decir. “Creo que te vas a lamentar, Ybarrita”. No creo, le dije; de lo que me podría lamentar es de no ser consecuente y hacer lo contrario. Obviamente, el tipo estaba –eso decía él-- más allá del bien y del mal. A él toda esa tontería de “la lucha de clases” y los “poetas serranos marginales o pucos o sanmarquinos” le daba por el igual, “sarta de mediocres jijunagranputas”, decía.
Después de más de dos horas de chamullo y cuando ya pensaba retirarme (estaba haciendo hora para ir a ver una película) llegó el momento cumbre: apareció un hombre roñoso, rumiante y sajino, que dizque había tenido un papel importante en el último concurso literario del país (no le entendí, si como participante o como cómplice o alcahuete de los “jurados”-cisticercos), esta bestia de carga parlante (tenía un celular que usaba como radio) se sobaba a sí mismo mientras la espuma de la cerveza se le metía por el cuello de la camisa. El “poeta mayor” le decía “poeta” al sujeto resinoso como si esto fuera un título honorario o algún logro, y el otro correspondía con una venia al mejor modo feudal: o sea el felipillo y el patrón. Como dije ya, en otro escrito, la náusea, sobre todo la sartreana, era un simple atragantamiento de miga, Sartre (si hubiera visto a estos tipos) habría quedado sepultado en un vómito real, una sanguaza de sus propios intestinos.
Y empezó la perorata sobre los intelectuales en este país de merde. El panzón grasiento, recién llegado, dijo que él y otro pobre diablo (igual que él) eran los que habían “encabezado” un movimiento de borrachines que tuvo como aliado natural a otro borrachín pusilánime y lambiscón que escribía (escribe) adefesios en un periódico reaccionario (que se ha convertido en la letrina pública de psicopompos, mononeuronales o fenilcetonúricos) ; y así juntos, estos beodos carcamanes, hicieron “la revolución”, y ahora son recordados en “antologías” fraguadas y en estudios (que se hacen entre ellos) para hacerse los importantes y vender “gato por liebre” porque toda esa poesía prosaica, repetitiva y aburrida hasta el hartazgo, no sería aprobada por nadie que tuviera dos dedos de frente. Sin embargo, el poeta de barriga opípara y embetunado, decía que su seudomovimiento (un grupejo de poetastros y plumíferos de medio pelo) estaba camino a convertirse en partido político y que las “masas” ya hablaban de poetas-dirigentes, de poetas-líderes y de poetas con “compromiso revolucionario” (risas del gallinero). Una carcajada se me escapó (risas de la platea). No pues, le dije, ya estaba bueno que estafaran con el asunto de las letras, total eso, asunto de egos, no le importa a nadie, pero el asunto de la política, del cambio social y del derrumbe de todos los parásitos, eso ya era demasiado. Ese cuento no se lo creía ni él mismo. Entonces habló el berrinchoso, panzadeburro al modo de Behemoto: “lo que pasa, Ybarra, es que tú eres reaccionario (gruñó el cuche), no entiendes a los soldados de la palabra, crees que escribiendo a montones ya estás saldando tu deuda con el proletariado (un golpe bajo), crees que discutiendo con los intelectuales de la derecha perricholesca estás haciendo lo correcto (un golpe al mentón). No, Ybarra, estás muy equivocado. El país necesita de sus poetas, necesita de sus escritores y de sus pensadores…” Ya, ya…interrumpí. Ya me estaba aburriendo, esa perorata seguro acababa con “el poder nace del fusil” o una cojudez parecida. Primero, le dije, lo que necesita el pueblo es que sus artistas e intelectuales estén conscientes y no borrachos, despatarrados o drogados hablando incoherencias. El pueblo necesita que sus intelectuales combatan ideológicamente con sus enemigos de clase. La derrota de la burguesía y de los parásitos imperialistas, primero se da en el plano de las ideas. La revolución francesa, y los posteriores levantamientos, tuvieron sus primeras armas en los textos y discursos de Montesquieu, de Proudhon, de Diderot, etc. El cambio y la propuesta primero se dio en el plano de la superestructura; por eso es importante que el pueblo hable en voz alta, que se debata y se grite y manifieste en todos los medios posibles, en las radios, en la televisión, en los fanzines, en los pasquines, en las páginas web, en los blogs, etc., etc. Decir eso, no es reaccionario. Participar y combatir con ideas no es reaccionario, ni esnobismo, ni figuretismo. Ser reaccionario es pretender irrogarse un título y una posición que nunca se tuvo, es creer que escribiendo versos mal hechos y vergonzantes se está “haciendo la revolución”. Por favor, no seas cojudo y compórtate como el poeta respetable que dices ser, y deja de hacerte el interesante, por lo menos no en mi delante que te conozco desde hace años. Si crees que vas a soltar tus tonterías sin que nadie te diga nada, te equivocaste de tribuna. La tribuna de los fracasados y quintacolumnistas del ego enmierdado ya fueron abolidos por los poetas de Quilca, ellos orinaron encima de esa receta de cocina y fueron ejecutados a patadas por los "poetas del asfalto".
Cuando ya estaba por dictar sentencia sobre este espécimen, símbolo del fracaso y la fenilcetonuria, el “poeta mayor”, el poeta de pañoleta de seda en el cogote, intervino: “ya basta de peleas, aquí somos todos amigos, somos los escritores por la paz y por eso chupamos y comemos rico sin que nadie nos joda”. Ya, toñito, no eres más imbécil porque no eres más borracho. Ahora resulta que eres un “escritor por la paz” o formas parte del ridículo clisé: “escritores sin fronteras”. Cómo un reverendo despropósito puede salir del cerebro de un aedo (salvo que esa masa encefálica, como estoy previendo, sea espongiforme). Creo que te has creído el cuento de las viejas pitucas, de los señoritos bryceecheniquizados y de los cachimbos de las universidades a quienes les lanzas tus “inmensas preguntas” y desvaríos con formas de verso, pero si tú te hubieras puesto a pensar en esa frase de Leibniz que dice: “un ser finito no puede hacer preguntas infinitas”, de seguro hubieras dejado de escribir tonterías y te hubieras preocupado verdaderamente por escribir buena poesía; pero no, tu mala conciencia de clase derivó en mala poesía y en un cretinismo intelectual insostenible y tremendamente aburrido.
“No, Ybarra. Te equivocas rotundamente, yo soy un escritor respetado en todo Latinoamérica, mi obra ha sido traducida a varios idiomas, me invitan a congresos internacionales, varias universidades quieren otorgarme lauros y el honoris causa; esa es una verdad que no puedes rebatir y sólo te queda aceptar y callar”. Oye, toñito, no me vengas a engatusar con tus logros literarios que más están basados en tu fama y en tus contactos que en tu talento, el cual, por cierto tienes poco. Si tú crees que Churchill se merecía un premio nobel de literatura, allá tú, ese será tu problema y tu cruz.
Dime hace cuántos años vienes repitiéndote y repasando ese viejo discursillo sobre la simpleza y la profundidad que debe tener un buen texto. El hecho que hayas encontrado un nicho dentro del espectro literario no significa que tengas que profanarte o huaquearte a ti mismo. No seas cojudo, no hagas de la poesía una extensión de tu resaca, una prótesis de tu cojera intelectiva.
“Oye, oye, Ybarra, aquí el único cojudo eres tú. No entiendes que la literatura, como cualquier arte, lo que busca es la felicidad y no el cuestionamiento, eso es un término obsoleto; quizás para los de mi generación funcionó, pero ahora ya no. Entiéndelo. Acéptalo. Hasta Oswaldo Reynoso ha dicho que 'una novela es una obra de arte y no un documento'. Entiéndelo, el que está obsoleto eres tú con esa retórica que habla con lenguaje viejo de cosas nuevas”.
No me hagas reír toñito. Lo que tú llamas “cosas nuevas” es la realidad nueva que tiene, cómo no, un pensamiento nuevo, tanto pensar en cuestiones materiales te hace reemplazar la realidad por "cosas". Ahora, no confundas pensamiento nuevo con herramienta nueva; las herramientas cumplen su función y se renuevan. Los modelos varían pero los pensamientos arcádicos continúan.
De otro lado, acepto, y deberías de aceptar tú, que un alcohólico, beodo y polichinela, no pueda tener ética y esté lamiendo manidamente las estructuras del poder y que por un sueldo estable (que yo entiende más como sinónimo de sueldo miserable) venda hasta su propia alma al demonio. Ese lameculismo es tu debilidad. Lo del “cuestionamiento”, es un asunto tácito. Toda buena literatura cuestiona, de algún modo, cualquier manifestación del poder. Acuérdate que en última instancia el lenguaje refleja las estructuras del poder e impone sus normas. Esa aparente “libertad” del uso popular y de las mayorías que imponen el uso de la palabra es una trampa, porque al fin y al cabo lo que hacen las masas es repetir el discurso que le dicta la mass media como órgano autorizado de coerción. Si no entiendes eso (y sé que lo entiendes, pero te haces el cojudo), entonces no entiendes nada.

Cuando ya se acercaba, otra vez, el ronsoco-poeta dispuesto a embestirme, decidí que era tiempo de emprender la retirada, además ya estaba cerca la hora de la función de la película en un cine-club, sobre todo ahora que reponían “El doctor Raroamor” de Stanley Kubrick en el que se pronostica la tercera guerra nuclear y el fin del mundo (dejo aquí una frase importante extraída de la película y que según parece pertenece a Clemenceau: “La Guerra es demasiado importante para dejarla a los generales. Pero hoy la guerra es demasiado importante para dejárselo a los políticos. No tienen el tiempo, ni el entrenamientos, ni la inclinación para pensar estratégicamente").

Miren, queridos amigos (tú, toño, y, tú, jabalí emplumado), ustedes son los poetas. Yo hace tiempo me alejé de forma silente de la poiesis. Ustedes tendrán que responder ante la historia y ante sus lectores críticos, no ante esa manada de borregos que creen que con poemitas mal hechos están haciendo el salto en garrocha ante las vallas literarias de la postmodernidad. Dejen de hacer el ridículo y asuman su compromiso literario que es, también --quiéranlo o no-- un compromiso político. Hacerlo de otro modo significa un acto de traición y una bellaquería que merece mi repudio. Bon voyage.


Poetra.- Según el ABERRARIO (tesauro ybarriano) es una mezcla de poeta con obstetra, alguien que puede alumbrar y hacer cesárea dialéctica a sus dialogantes o eventuales partisanos. Alguien dotado de un espéculo para tasajear sobre la cisura de Silvio o de Rolando.

27 comentarios:

Anónimo dijo...

cholo igualado

Anónimo dijo...

Quitándole la t a tu "Leibnitz" no lo desgermanizas como podrías pensar sino que lo que harías es simplemente escribir su nombre correctamente.Es sin t la vaina, poetra.Ya se encargará una buena chuchota blanca-burguesa de quitarte esos bríos proetrásticos aún juveniles, mi querido Ybarranovich.
POTOVIRGEN

Anónimo dijo...

ya, por favor, me identifican a ese toñito y al puerco ese

Anónimo dijo...

lustra editores pues! 1500 cocos, 500 ejemplares...

Anónimo dijo...

http://espumagallardo.blogspot.com/

VVIR EN TEORIA

....Porque cuando ingresé a la Católica, había poetas como cucarachas. Levantabas una piedra salían corriendo cincuenta cuales chanchitos de tierra. Eran los tiempos del colectivo Cieno, los recitales novissima verba (donde Lasso reuniera a cuanto grupete de borrachos de Quilca llegó a contactar), de las primeras performances tecnopoéticas de Florentino Díaz (quien entonces les dedicara una Oda calimáquea a los talibanes del 11 de setiembre) y figuras aisladas y extravagantes que de súbito interrumpían tu almuerzo para prestarte o regalarte su poemario recién impreso en A4. La mayoría desertó temprano de sus pretensiones líricas, quizá porque debieron dedicarse a sus estudios de verdad y la poesía estaba demasiado emparentada con espacios que abandonaron al ingresar a Facultad como la Cabañita, Elo’s, el Hueco Verde; quizá porque su vínculo con la literatura se reveló sentimental antes que intelectual y resueltas sus ansiedades y desasosiegos de tardía adolescencia, no quedaban temas por expresar o discutir.
No costaba reconocerlos, dado su limitado acervo común de lecturas que jamás trasponían el lindero de la poesía contemporánea, en especial, la peruana a partir de las vanguardias: Adán, Varela, Eielson, Watanabe, Cisneros, Hinostroza, pero nunca jamás Vallejo (cosas de sanmarquinos o académicos). Repetían como salmos aquello del “silencio” de Westphalen y adoraban a Moro con devoción irritante, la misma reverencia necrófila que profesaban por Pizarnik, Södergran, Trakl, Kavafis y demás poetas que indujeran la depresión, el deporte de aventura por antonomasia del joven poeta PUCP. Hablaban de surrealismo aunque dudo que alguno leyera directamente a Bréton, Aragon o Souppault, sino algún epígono hispánico. Ninguno leía a Pound y Eliot, ninguno tenía entre manos siquiera una antología de sonetos del Siglo de Oro, de trobar clus, de poesía oriental (todos escribían haikus, de hecho, sin conocer a Bashou...

toño C. dijo...

ayayyay

Anónimo dijo...

ybarrovich, ybarrovich qué tal latigueada al poeta imbécil. Le dejo mi admiración y me uno a su coro de adláteres.

yo pes

Anónimo dijo...

Si cambiaste a "force", deberías también cambiar a "Barricades Mystérieuses". La verdad nos purifica Ybarranovich.
POTOVIRGEN

Anónimo dijo...

yo me he encontrado varios como esos tipos en esta ciudad, en los recitales, en los blogs, en la calle, en quilca, en el yacana, atragantandose con cerveza y fumando marihuana.

toño C dijo...

ayayayayyyayyayayayayayyayayayyayayayayayayayyayayayyayyyyyyyyyyy

Anónimo dijo...

d de r te habla:

oye si no te interesa la poesía es TU problema, pero no te metas con los poetas de verdad como yo.

Anónimo dijo...

PORQUE TE METES ASÍ CONO LOS AMIGOS DE GATO SUCIO ESA GENTE LUCHÓ POR UNOS IDEALES EQUIVOCADO NO IMPORTAN, TÚ QUE HACES, SI NO ERES POETA COMO DICES DEJA TRANQUILO A LOS POETAS DE VERDAD QUE CLOACA ES LO MEJOR QUE LE HA PASADO A LA POESÍA PERUANA.

Anónimo dijo...

Ké buen artículo, hermano Ybarra.

Sospecho quienes son esos poetisos.

Hay uno que todavía sigue intentando estafar incautos, no contento con perder harto billete con sus causas apristas, que no lo quieren ver ni en pintura.

Poeta, por la bragueta!

Aldo

PD: POETRA: POETA + OBSTETRA, ALGUIEN DOTADO DE UN ESPÉCULO PARA TASAJEAR SOBRE LA CISURA DE SILVIO O DE ROLANDO.

Formidable!

Anónimo dijo...

Ah, ya sé usté se refiere a toño C. y a ese cocinero inosmostra.

Alan Cipiran dijo...

¿El pueblo?.... el pueblo sólo necesita PAN y CIRCO, ¡no more! ¡Viva la pútrida decadencia burguesa! Ni acomodaticios poetas, ni chiflados revolucionarios (sin alusiones…) y ya que creo que le rinden homenaje a Rimbaud (¿no?) diré que soy de raza inferior y no puedo entender sus chorradas (¿?)

“ME RESULTA BIEN EVIDENTE QUE SIEMPRE HE SIDO DE RAZA INFERIOR. YO NO PUEDO COMPRENDER LA REBELIÓN. MI RAZA NO SE LEVANTÓ JAMÁS SINO PARA ROBAR: ASÍ LOS LOBOS AL ANIMAL QUE NO MATARON. “

Anónimo dijo...

manso cordero...qué buena.

Literalgia dijo...

Tranquilo Ybarra
De esos pavos reales, ronsocos y mariposas de campo siempre han existido.
El asunto es continuar no más y no prestarles atención salvo cuando quiere uno reírse del ser humano en sus rastreras expresiones.
Ya te imagino, jodiéndote sin querer una película de Kubrick, no le hagas eso al maestro, al "cineasta por excelencia", al men, el que reparte el queso, etc (recurriendo a tus contertulios de Barranco).


Saludos y tómate un hepabionta, o un trago de achicoria.


Felipe ;-)

Anónimo dijo...

FUERZAS DESARMADAS
Micropieza teatral.
Escenario agreste, árboles, cactus y maleza se confunden en el Vrae..
SOLDADO.-(gritando) Oe enemigo, perdón, me disculpas, Oe amigo hostil.(SILENCIO). Yuju, amigo hostil, te voy a disparar, oíste (SILENCIO. Que conste que te advertí, pa que lo sepa el TC y después no me jo.da. ¡Yujuuuu!…..
SE OYE UN DISPARO. CAE EL SOLDADO MUERTO.
TERRORISTA .- Tremendo webón, jua, jua, jua, jua. Ese TC debe significar “Te Cagué” (ejército peruano), jua, jua, jua, jua.
CAE EL TELÓN

Anónimo dijo...

Manso Cordero debe ser pues descendiente de atavillos + chaperones.

Pezuñento servil.

P.K.

Alan Cipiran dijo...

Así es, con mucho orgullo descendiente de españoles lascivos y codiciosos; me parece inútil toda revolución o cualquier esfuerzo por cambiar el orden de las cosas…...

“ESTABA CONVENCIDO DE QUE NADA CANBIARÍA, SIN UN CAMBIO DE CORAZÓN, ¿Y QUIÉN PODÍA CAMBIAR EL CORAZÓN DE LOS HOMBRES? DE VEZ EN CUANDO UN AMIGO SE CONVERTÍA; ERA ALGO QUE ME HACÍA VOMITAR……..” (Gracias MILLER)

PD: ah! Sobre lo de mi pezuña es cierto, pero me estoy tratando con ácido bórico; gracias por preocuparte.

Anónimo dijo...

qué buena y pendex este manso corderín...

Urrakin dijo...

esos viejos borrachosos de los 60s que habran escrito

radiofelixmendez dijo...

prum parm cruz talalan...

radiofelixmendez dijo...

tan cierto y por ello es tan vital estar del otro lado... atizando atizando... prumplam crugjsh...

Anónimo dijo...

Señor Ibarra, humildemente pienso que las poses atildadas del escritor o poeta siempre han sido parte de su subjetividad atormentada e inquieta.

El solo hecho de publicar les confiere, a algunos, cierto "aire" magnánimo(la inclinación literaria va de la mano con esas ínfulas, pues).

Respecto a la vida bohemia,...humm, tengo mis dudas, y le diría una cosa: La considero, hasta cierta medida, irrelevante, no vital; sin embargo, nunca nos caen mal un par (ojo, he dicho un par) de cervezas, y de ahí calabaza.

Charly Martínez.

giacomo dijo...

Oiga, comandante... ¿Cómo es eso de Proudhon? Hasta donde yo sé, el tío de "Filosofía de la miseria" nacería un poco después de los avatares de la revolución francesa, ¿o me equivoco?

LuchinG dijo...

"El pueblo necesita que sus intelectuales combatan ideológicamente con sus enemigos de clase."

¿Y cómo te das cuenta que el misil cayó en el objetivo? Al "Poeta Mayor" lo están poniendo al descubierto hace años y no pasa nada, él sigue igualito.