martes, 20 de julio de 2010

MARK R. COX SOBRE "LA BESTIA TRICÉFALA" EN LA REVISTA CHILENA S5


Acaba de aparecer en la revista chilena S5 un artículo del crítico norteamericano Mark R. Cox (Presbyteriam College) sobre Discursos Contra La Bestia Tricéfala. Pueden chequearlo aquí: http://letras.s5.com/ry180710.html

Les dejo con unos párrafos:

Discursos contra la Bestia Tricéfala: voces periféricas

Mark R. Cox, Presbyterian College, EU


En su libro, La ausencia de la forma da forma a la crítica que forma en canon literario peruano, Birger Angvik es muy severo en su descripción de la crítica literaria peruana:

“El canon literario peruano, oficial y público, con más visibilidad que en muchos otros casos, se construye y es construido por una crítica que excluye, silencia y calla. El canon literario peruano, que es una construcción sociolingûística, cultural y política, resulta ser muy estrecho y exclusivo, y hace daño a las tentativas infinitas de inclusión que se han prestado a la literatura peruana a lo largo del siglo XX. Estas múltiples tentativas, desoídas por la crítica, son las que hacen que la literatura peruana se encuentre en primera posición entre las literaturas hispanoamericanas. La crítica académica peruana y, con pocas, excepciones, la crítica de los periódicos y de las revistas literarias, trabajan para establecer coherencia, unidad y homogeneidad para y en un canon que termina reflejando los deseos de la crítica más que las ambivalencias, la polifonía y la variedad de la literatura peruana. Los efectos generados por los procedimientos de la fundación del canon literario peruano, en muchos casos, hacen que los lectores y los estudiantes de la literatura peruana e hispanoamericana se desorienten y se equivoquen (19).”

Hace unos años fui a una universidad limeña para hablar en una clase de la narrativa acerca de la guerra interna. Mientras esperaba en el salón de profesores, un profesor me preguntó por mi área de investigación. Le respondí que era principalmente acerca de escritores andinos que se preocupaban por el tema de la guerra interna. El profesor me miró y, con toda seriedad, me dijo que no conocía la obra de ningún escritor andino, pero me podría asegurar que ninguno era bueno. Por los años he podido observar y ser víctima de una de las peleas literarias de lo que Pierre Bourdieu llama el campo de la producción cultural. Bourdieu propone que una de las luchas en el campo de la producción cultural apunta a alcanzar el poder de definir qué es un escritor, y de esa manera, excluir a otros de esa condición (323).

El libro Discursos contra la Bestia Tricéfala, por Rodolfo Ybarra, Arturo Delgado Galimberti y Rafael Inocente, es el producto de escritores “excluidos” de la definición dominante de escritor. Hasta el prologuista de dicho libro, Gregorio Martínez, le culpa a José Miguel Oviedo de haber publicado un artículo en una revista académica mexicana con el fin de hundir su carrera literaria (“Oviedo: crítico fantástico”). A pesar de eso, hace poco el distinguido crítico francés, Roland Forgues, publica el libro, Gregorio Martínez, Danzante de Tijeras (2009). La lección del caso de Martínez es que hay varias maneras de ganarse un espacio en el campo de la producción cultural, y no todas las rutas pasan por una argolla limeña y sus afiliados.

En la introducción a Discursos contra la Bestia Tricéfala, los tres autores critican las limitaciones mencionadas arriba acerca de la exclusión de amplios sectores de la comunidad literaria y proponen otra definición del autor y su papel en la literatura. Niegan ser pasivos y ser víctimas: “No es aceptable pues que se restrinja la definición y el campo de lo literario a lo consagrado social y culturalmente como tal, pues hacerlo implicaría ceder acríticamente ante la imposición cultural de un grupo de poder interesado en canonizar a los autores y obras que le sean más convenientes e inofensivos” (18). Su propósito es que hay que tener “una salida política radical que reordene y democratice el estatus de la literatura” (19). Describen la meta del libro con estos fines: “Discursos contra la Bestia Tricéfala es un libro de reafirmación y a la vez un intento de configurar un programa mínimo de acción entre escritores que no están dispuestos a permitir que se acalle su voz. Por eso hay algo de testimonio urgente en los textos reunidos, pero sin perder de vista que, como afirmaba el viejo cronopio argentino, el primer compromiso del escritor es con la literatura” (19-20). Las contribuciones de los tres autores varían, pero un hilo que las une es una perspectiva periférica que nos da diferentes imágenes de los centros del poder político, económico y cultural.

Rodolfo Ybarra (Lima, 1969) escribe ocho textos que mezclan el ensayo, el testimonio, la crónica y la ficción y tocan temas del campo literario y la política. Ybarra aboga por la necesidad de que los escritores tengan un compromiso político, y señala la hipocresía de muchos individuos e instituciones. Los títulos señalan claramente los blancos del criticismo: “Literatura del Bang (Perú: literatura y política. Literatura de la guerra o guerra de la literatura)”, “Alan o el excremento, testimonio de parte”, “El tacógrafo limense”, “El criticón redomado (criticus circus)”, ”El intelectualoide en estado de reposo”, “El izquierdista de salón”, “ El político cleptócrata” y “La poetisa ridícula”.

Seguir leyendo aquí: http://letras.s5.com/ry180710.html

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9 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Felicitaciones!

Mientras otros criticuelos se hacen los tercios, un gran estudioso de la narrativa peruana los elogia, qué golpe para los envidiosos que quisieron ningunearlos.

Mario Goleto

Anónimo dijo...

Leí el comentario de Cox.

Dos observaciones:

1. La carátula que sale ahí no es la que corresponde al libro impreso.

2. El texto de Delgado no es un cuento. Estrictamente hablando ese texto vendría a ser una metaficción a caballo entre el ensayo y la narratividad oral, cuya intención última es animar a la revuelta contra el sistema. Pero no es un cuento como tal.

Gustavo Perez

Anónimo dijo...

Maestro Ybarrex, lo acabo de citar doblemente en mi artículo de cine para Expreso, que mañana aparecerá en la edición impresa. A madrugar que Expreso no llega así nomás a los kioskos.

OBSESIÓN CRIMINAL
Como bien apunta el soterrado poeta Rodolfo Ybarra en su epónimo blog, la distribuidora distorsiona el nombre real del filme: “Anamorph”; que puede ser traducido como“Anamorfosis”, un concepto esquizoide del arte, desde el cual Henry Miller (homónimo del gran escritor) construye un relato policial, ya abordado, de algún modo, en películas B como “el artista de la muerte” basado en un best seller de J. Santofler.
La elipsis nos cuenta la historia de un asesino en serie que comienza a cometer brutales crímenes pero muy atípicos, los cuerpos de sus víctimas son transformados en reflejos de grotescas obras de arte. El criminal basa el aspecto de sus crímenes en el concepto artístico de la anamorfosis, una técnica pictórica que manipula las leyes de la perspectiva para crear dos puntos de vista diferentes de una misma composición. En una de ellas lo creado toma una forma proporcionada y clara, pero desde otra perspectiva se genera una imagen deforme y confusa.
Es la estética del horror, de la doble faz de la belleza, de la esquizofrenia del arte, que ya explorara el gran pintor inglés Francis Bacon, como lo señala el buen Ybarra, al analizar el metatexto de este filme. Recomendable Oscarix

Anónimo dijo...

Mi pregunta es:

¿Quién habrá sido ese plúmbeo profesor que dijo a Cox que "no conocía la obra de ningún escritor andino,pero me podría asegurar que ninguno era bueno."

Corren las apuestas.


R.B.C.

Ernesto Loayza dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Miguel Ángel Huamán

Gustavo Faverón

Miguel Ángel Zapata

Cualquier profesor de literatura de San Marcos, ignorantoso y arribista

Ernesto Loayza dijo...

Faverón se llena la boca hablando de Túpac Amaru, pero no sabe nada de la guerra popular. Y todavía habla de racismo.
Es como esos que miran la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio ojo. Acaso no hay racismo cuando apodan Cholomural a un poeta que les cae mal. Va a negar Faverón que le puso "buitre melancólico" al poeta? Censurando mis comentarios él solito reconoce sus errores. Es de humanos rectificarse. Saludos desdes Andoas, Comandante!

Anónimo dijo...

Todo canon es producto de la imposición de los criterios de un determinado grupo a toda la sociedad. Ya viene siendo hora que se desafie esta noción. En el Perú es obvio que arbritariamente sólo ciertas obras son consideradas valiosas, dignas de ser leídas o estudiadas. El resto no existe (todo el conglomerado que no encaja en la homogeniedad... Marginalidad, le dicen y con la nariz fruncida. Lo peor es que esto se institucionaliza, se hace "norma" y asi los profe de Lite recomiendan leer a I. Allende (y todo el rebaño cae postrado)o te ensartan a Ampuero o Cueto - que son bien blah- pero considerados por el canon con valor estético, (totalmente parcializados con una visión occidental, que no refleja para nada nuestra cultura plural y compleja)Quienes alimentan esto no estan para arriesgar, ocupados en seguir las tendencias occidentales, siempre pisan a seguro y se vuelven tediosos.
La buena literatura está al márgen de las corrientes. Insiste en su autosuficiencia.
Saludos,
t.vargas