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sábado, 31 de julio de 2010
ENTREVISTA A MARK COX
viernes, 30 de julio de 2010
"28 de julio de 1821: el inicio de la farsa de la república criolla", envío de Rafael Inocente
Aquí un vídeo en tono de ciancia sobre el "mensaje presidencial".
Un sábado que cayó 28 de julio, en 1821, en medio de la algarabía general de la “aristocracia” limeña, el argentino José de San Martín Matorras, proclamó la llamada Independencia del Perú de la metrópoli española. Respecto a dicho sainete, creo pertinente realizar algunos apuntes basados en investigaciones históricas que, no por poco difundidas, merecen el silencio. Veamos.
1. El 28 de julio sólo marca el maridaje de San Martín con gran parte de la aristocracia limeña y el Clero, filovirreynales hasta el tuétano. Esa “nobleza” limeña, oportunista y monárquica, volvió a serlo cuando poco tiempo después combatió inútilmente a Bolívar.
2. El 28 de julio de 1821 no corrió una gota de sangre en Lima. Mientras en las sierras y en los extramuros de la ciudad (los palenques de Huachipa y Piñonate), combatían fieramente patriotas indios, cholos y negros contra las tropas realistas, en Lima los señorones y sus rabonas celebraban con baile, floro y harto trago.
3. En el Perú real y profundo se combatía en varios frentes: en la sierra, en la costa norte y en la costa sur. Las guerrillas montoneras asediaban Lima desde Huarochirí, Yauyos y Huaura. Más animados por el instinto de libertad que por la dirección de algún militar experimentado, grupos compactos y arrojados de campesinos, arrieros, mercachifles, bandidos, desocupados, todos zambos, negros, cholos, indios y blancos pobres ¬¬¬¬¬¬¬-toda “la canalla de color”, como les denominaban en aquella época-, esperaban sólo una señal para tomar Lima por asalto, en una verdadera rebelión étnica. Por otro lado, en Lima misma, libertos de los palenques de Huachipa y Piñonate amenazaban las propiedades de los ricos agrupados en el Cabildo de Lima, contrario a la independencia. El ultimátum contra San Martín y la aristocracia limeña era expreso. Si el argentino no proclamaba aunque fuese simbólicamente la independencia de la metrópoli, las propiedades y las mujeres de la nobleza limeña pagarían las consecuencias. Es así que los nobles agrupados en el Cabildo se ven obligados por la guerrilla a rogar a San Martín que ingrese a Lima.
4. El ejército realista había sido vergonzosamente derrotado por bandidos y ladrones, ganados hábilmente para la causa independentista. En Huampaní cayó derrotado el arrogante pero gran cobarde Ramón Rodil (el mismo que días después quemaría vivos a cientos de indios realistas de su tropa en la iglesia de Tauripampa para evitar que pasen al bando independentista) por la montonera comandada por Francisco de Vidal y Cayetano Quiroz, famoso bandolero de la época y hombre de la causa libertaria. Igual sucedió con los terroristas Carratalá y Ricafort en la Chocica: fueron humillados por bandoleros y luego vengaron la afrenta aplicando la política de tierra arrasada con poblados indefensos de civiles.
5. Por los cerros que rodean a Lima se veían durante todo el día las avanzadas de las montoneras y a la nobleza le temblaban las canillas. Así las cosas, San Martín se ve obligado a conciliar con el Cabildo de Lima y prohíbe a los montoneros ingresar a la ciudad e incluso les impide participar en los festejos y la francachela. Es decir, a la propia gente que había combatido con su sangre y su vida por la independencia de una patria que nada les había dado, se les negaba el más mínimo crédito en la Historia.
6. Pero los montoneros no arredraron en su coraje. El ejército realista de La Serna y Canterac fue definitivamente expulsado por esa misma guerrilla montonera, chola, india, negra y zamba, que San Martín y la asustadiza nobleza limeña, habían impedido participar en la celebración del 28 de julio. El 6 de julio el Ejército Realista, uno de los mejores preparados de la época, es vergonzosamente expulsado por los montoneros hacia las cumbres del Mantaro.
7. Ignacio Quispe Ninavilca y Juan Evangelista Bivas, de Yauyos, el audaz morochuco Basilio Auqui Huaytalla, de Cangallo-Ayacucho, José María Guzmán, del Valle del Mantaro, el cusqueño Marcelino Carreño, los curas montoneros Domingo Villegas y Bruno Terreros también en el Mantaro, el negro Ildefonso, valeroso chinchano, comandante de las tropas de cimarrones procedentes de Acarí y Caravelí, José Cairo y José Padín, procedentes de quién sabe dónde, se batieron fieramente a rejonazos, lanzazos, galgazos y guaracazos contra las armas de fuego del ejército realista, despertando la admiración de experimentados militares como el gaucho Mariano Necochea y ese valiente inglés devoto del Perú, Guillermo Miller, quien habría luego de entroncar su sangre con una india de apellido Cahuas. Ellos son quienes realmente combatieron en las llamadas luchas independentistas. Ellos y miles de indios más, subvertidos en sus valores, que prefirieron seguir sojuzgados e integraron las tropas realistas, al mando de generales españoles genocidas que arrasaron pueblos enteros en su cobarde huida hasta su derrota militar definitiva en Junín y Ayacucho.
Entonces, el 28 de julio de 1821 lo que se celebró fue mero producto de las circunstancias, una fiesta de pocos, para salvar las riquezas de unos cuantos. Fue un desfile de modas de criollos capones, curas pedorrientos, nobles intemperantes y sus mujeres de calzón flojo, que con el rabillo del ojo miraban allende los cerros, deseosas de avistar la mítica potencia de los cimarrones o la furia ancestral de los morochucos.
No fue una rebelión lo que celebran hoy los de mente adormecida y cojones fraudulentos, los aborregados que temen decir, no pues, carajo, yo no festejo fraudes de integración de un país de cartón-piedra. La proclamación de la independencia no fue una arremetida victoriosa producto de acciones militares. Su solidez en el tiempo y la historia fue y sigue siendo insignificante. Sólo marcó el paso del dominio español al colonialismo de los ingleses y fue el inicio de ese gran fraude salmodiado cual letanía durante los inútiles once años escolares: “El Perú es libre e independiente por la voluntad general de …. bla, bla, bla, bla…..
Fuentes:
Proceso Histórico Peruano. Luis Guzmán Palomino-Germán Calderón Ticse
Perú, Mito y Realidad. Julio Roldán Aquino
Historia de la República del Perú. Jorge Basadre Grohman
Llaves para entender al mundo andino. Sebastiano Sperandeo
Una emancipación teñida de feudalidad. César Guardia Mayorga
martes, 27 de julio de 2010
SIN PATRIA Y SIN LEY
Cuando los criollos comandados por don José de San Martín nos “liberaron” del yugo español solo buscaban un mejor estatus para ellos mismos, una liberación que en realidad no lo fuera para el resto de peruanos que pelearon a su lado: negros, indios (andígenas), mestizos, etc; por eso, y por otras razones particulares, San Martín, propulsor del sistema monárquico, nos buscó a un rey para que nos gobernara (hecho que no prosperó por razones que dan vergüenza ajena: “¿qué es el Perú?” preguntó un purpurado) ya que nosotros mismos no íbamos a poder (y en eso no se equivocó SM); y, por esta razón, Simón Bolívar pidió su topo, su parte, su “reparación” por haber participado en la gesta emancipadora. De ahí que nos mutilaran territorio que luego fue a formar parte de otras naciones vecinas.
Lo mismo pasó cuando, unas décadas antes, en 1780 el gamonal Túpac Amaru inició su rebelión ofreciendo la liberación a los indios y a los negros; pero lo que no nos cuentan es que Túpac (como buen empresario que luchaba por evitar el pago de impuestos y porque lo dejen criar los cientos de animales y seguir explotando los extensos terrenos de su propiedad) no ofrecía la liberación a los negros que se aliaran con él. Incluso en las batallas que ganó asesinó a cientos de negros que eran los enviados a combatir con sus “fuerzas rebeldes”; claro, porque los españoles pendejos habían aprendido bien las viejas mañas del imperio romano y siempre enviaban primero a la carne de cañón.
El mal uso que se hace del nombre Túpac Amaru toma cuerpo en la época del gobierno reformista de Velasco Alvarado (traicionado, luego, por el “demócrata” Morales Bermúdez Cerruti que masacró a trabajadores en la recordada huelga de 1977). Y hasta los emerretientos ignorantes y un lumpen hiphopero negro (Tupac Shakur) toman el nombre inequívoco de Túpac Amaru sin saber nada ni siquiera haber leído las cartas genuflexas de sujeción incondicional que Túpac Amaru escribió de puño y letra al rey de España, quizás por eso mismo T.A. se declaró Inca y Rey ¿?.
Miguel de Unamuno hablaba de la “matria” en el sentido femenino y maternal de la patria; en el Perú no existe ni lo uno ni lo otro, lo que hay aquí es una especie de arrejuntamiento de poderes, una falsa doctrina que funge de constitución y de poderes políticos (aproides, izquierdiosos, comunistoides, tecnólogos (léase profesionales mercenarios), oenegeros, oportunistas, fujirratas, felipillos, etc., etc.,); una melcocha de identidad donde nos han enseñado a respetar al hombre blanco y a humillar al mestizo o al negro. Un sistema putrefacto y vertical que se sostiene en la puesta en escena de servicios innecesarios, supermercados, extracción de minerales y en la imposición de la mano de obra barata (esclavitud). Un corral de chanchos al que le colgaron un trapo rojo y blanco para que alardeara de nación.
Por eso, cada 28 de julio lo que celebramos en la falsa patria, la falsa liberación impuesta por los criollos y todos los delincuentes que nos gobiernan en un sicariato que está llegando a los doscientos años “republicanos” (y a 500 años de dominación y expoliación extranjera), lo que se celebra es el trasvase de un yugo hacia otro, igual de fatal e inhumano; la carimba española se convirtió en la carimba criolla. El látigo cambió de mano. Por eso aquí no celebramos nada. Que celebren los jibarizados, los acojudados y fenilcetonúricos que salen a comprar lo que no necesitan, Los que creen en la proctocracia y sus estamentos excrementicios, los burócratas que se rascan la panza mientras le chupan la sangre a un Estado que no representa a nadie pero que es hábil para ajustar (represión, tortura, censura, coacción, intimidad, violencia, muerte) a un pueblo sometido y engañado a punta de sicosociales y mentiras históricas que se imponen desde el colegio.
Que celebren los vendepatria, los genocidas, los chupamedias, los felipillos, los que no están ni con dios ni con el diablo, los que nunca arriesgan nada en sus vidas mediocres remojadas en salmuera y que callan ante el oprobio y el engaño. Que celebren los criollos porquerizos que ostentan el poder, y que se ensañan día a día con el verdadero poblador de estas tierras al que oprimen y al que explotan, y del cual tendrán que dar cuentas algún día.
"NOVELA SUVENIR" DE MARÍA ALZIRA BRUM LEMOS
Los editores del sello Punto de Narrativa tienen el agrado de invitarle a la presentación del libro
Novela suvenir de la escritora brasileña Maria Alzira Brum Lemos
con los comentarios de los escritores Alexis Iparraguirre y Julia Wong.
La actividad se llevará a cabo el martes 3 de agosto, a las 7 p.m.,
en la Sala Blanca Varela de la 15a FIL de Lima.
Aldo Ocaña Correa y José Donayre Hoefken agradecen su asistencia.
info.puntodeideas@gmail.com
http://punto-de-ideas.blogspot.com
"LA VENGANZA DE LOS MONOS MECANÓGRAFOS" DE GEORGE CLARKE
De mi correo personal:
Están todos cordialmente invitados el lunes 2 de agosto a las 8 de la noche,
en el auditorio José María Arguedas de la FIL 2010 (Parque Próceres- Jesús María).
Libro trailer: LA VENGANZA DE LOS MONOS MECANÓGRAFOS
http://www.youtube.com/watch?v=nqagIfXHGyk
Pueden confirmar su asistencia en:
http://www.facebook.com/azuleditores
Los espero.
Melissa Patiño
Director Gerente
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Azul Editores
sábado, 24 de julio de 2010
"El Neoliberal, el Aprista y las Actas de Sujeción" envío de Basilio Auquí
Hace un par de noches, Jaime de Althaus entrevistó al congresista Luis Gonzales Posada en su programa la Hora N. La entrevista trató sobre la policía, los guachimanes y la inseguridad ciudadana.
Jaime de Althaus Guarderas es un incógnito antropólogo pero conocido periodista peruano, famoso por su proselitismo liberal en el diario Expreso durante la nefasta época del fujimorismo. El año 2003 el médico Luis Solari lo llamó miserable en una entrevista, en la que el periodista intentó manchar la honra del entonces congresista de Perú Posible, intentando vincularlo mañosamente con la corrupción fujimontesinista, que el mismo periodista avaló con su posición editorial en el diario Expreso. Miserable reiteró Solari de la Puente y Althaus hace honor al cumplido.
Luis Gonzales Posada es un macrocefálico alanista, cuñadísimo del Chino Velasco y actual asesor de Alan García. Durante el velasquismo, Gonzáles Posada lucró en el Seguro Social y en el diario La Crónica. Durante todo el fujimorato tuvo seguridad personal especial, ordenada por el propio Montesinos, otro siniestro sujeto que brotó en aquella época. Para más INRI, sobre la descomunal cabeza de Gonzáles Posada pesa la acusación de espiar para la CIA (http://cavb.blogspot.com/2007/02/gonzales-posada-agente-de-la-cia-segn.html) en los años del velasquismo, acusación sostenida por César Vásquez Bazán, economista y ex ministro de Economía (durante dos meses) en el primer gobierno del PAP (1985-1990).
En dicha entrevista, Gonzales Posada clamó por la reglamentación de la Ley de Servicios de Seguridad Privada, aduciendo que permitirá que 122 mil guachimanes (agentes privados les llaman con rimbombancia) puedan brindar apoyo eficiente y GRATUITO a la Policía Nacional para “combatir la delincuencia”. Explicó además que la Discamec ha registrado más de 500 empresas privadas de seguridad (cuyos dueños son militares o ex militares) donde trabajan 88000 guachimanes que tienen 50000 armas de fuego, 2100 vehículos y 16 mil equipos de comunicación. Todo esto sin tener en cuenta el número de guachimanes informales que pululan hasta en los barrios más pobres y sin tomar en cuenta tampoco las rondas urbanas azuzadas por el estado desde la guerra interna y la cantidad de armas no registradas que estas todavía poseen.
Con el cinismo propio de las ratas apristas, Gonzales Posada dijo que esta gente, "constituye una fuerza poderosa que está obligada a prestar apoyo, colaboración y auxilio a nuestra Policía Nacional.” Asimismo, anunció un proyecto de ley para la creación de una Escuela de Serenos Municipales dependiente del Ministerio del Interior. Si tenemos en cuenta que el número de policías en el Perú es de alrededor de 100 mil efectivos, no es difícil reparar que en la actualidad tenemos un ejército mercenario que duplica en número (y seguramente en logística y pertrechos) a las fuerzas policiales. Es decir, toda una legión de hambrientos —y, en muchos casos, compinches de bandas de rateros y mafiosos— obedientes al mejor pagador, pretende ser aprovechada por el Estado, so pretexto de combatir a la delincuencia.
Pero eso no es todo. Ya Althaus viene hablando huevadas al respecto hace un buen tiempo, sugiriendo esa majadería sociológica llamada EMPODERAMIENTO del Serenazgo de Lima. Aconseja Althaus que los serenazgos en la ciudad y las rondas en el campo deberían ser “consolidadas, adaptadas y perfeccionadas, otorgándoles progresivamente más atribuciones, en la medida en que se acredite que estén capacitadas para asumirlas.” Incluso tiene la concha de sugerir que los maleantes uniformados de los serenazgos municipales puedan detener a sus patas palomillas y delincuentes y que para ello, “naturalmente pasarían un curso en la propia escuela de la Policía Nacional, si es necesario.”
¿Es que desconoce este tremendo ignorante que tan sólo en un año la Escuela de la Policía bota tombitos prestos a robar a conductores, peatones, ciudadanos? ¿Quién diablos acreditará que esas legiones de subproletarios disfrazados de guachimanes están aptos para asumir funciones de seguridad ciudadana? ¡Qué tal imbécil, el Althaus!
Pero insatisfecho con revelar su pánico burgués al asalto y al estupro, Althaus dice que “a la larga deberíamos ir descargando a esta última —la PNP— de las funciones de seguridad de las calles para que se especialice en la investigación del delito y combate al crimen organizado”. Entonces, ¿la PNP investigará los casos de megacorrupción del gobierno aprofujimontecínico neoliberal que tú defiendes, Althaus? Ayunar una vez por semana aliviaría tu cacúmen, Althaus zonzo alegre. Terco, el liberal propone que las rondas campesinas “abandonadas luego de la derrota de Sendero” sean reconvertidas en servicio de soplonaje para combatir mejor el narcoterrorismo (¿cuál, el de las bandas de narcos que financian las campañas apristas desde la época del finocchio Víctor Raúl?) y para aprovecharlas para tareas de desarrollo rural y tecnológico en las comunidades, como si esto último no se hiciese desde épocas inmemoriales en los andes mediante las organizaciones comunales tradicionales.
¿Es que no sabes, Althaus-cerebro-de-salchipapa, acerca de la existencia de las Actas de Sujeción que firmaba la alta oficialidad de las Fuerzas Armadas, Fuerzas Policiales y Sistemas de Inteligencia, mediante las cuales se sometían al poder del ladrón Kenya Fujimori y su asesor, el delincuente Vladimiro Montesinos? ¿Acaso no sabes, Althaus gilipollas, que la existencia de esta Acta de Sujeción es acallada por políticos, curas, jueces, empresarios, militares y periodistas cabros como tú? ¿Acaso ignoras, Althaus convenido, que TODOS LOS MILITARES COMPROMETIDOS DIRECTA Y PERSONALMENTE CON LA CORRUPCIÓN Y CON LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS FIRMARON EL ACTA DE SUJECIÓN 1? ¿Y que muchos de ellos mantienen en la actualidad alguna ubicación de interés público? 2
El sueldo miserable del policía que te cuida el culo es lo que deberías poner sobre el tapete, hijo de burra. Pretender incluir a ese ejército de hambrientos mercenarios llamados hoy agentes privados como parte de las fuerzas represivas comandadas por generales corruptos, firmantes TODOS de una infamante Acta de Sujeción a un par de rateros asesinos, es una majadería de burgués trémulo ante la ira popular. Y eso lo saben bien, la maricueca Rafael Rey Rey y el obeso genocida Luis Giampietri Rojas, Ministro de Defensa uno y Vice Presidente de la República el otro, quienes siguen haciendo valer el Acta de Sujeción. Por eso Rafael Rey defiende como a su marido al ex general Juan Rivero Lazo, procesado por las matanzas de Barrios Altos, El Santa y el asesinato del periodista Pedro Yauri y por eso Yampi en su barrio de La Punta va custodiado hasta cuando duerme. ¿A qué le teme si no ha hecho daño?
¿Por qué, Jaime de Althaus Guarderas, no dices nada de todo esto? ¿Por qué le haces eco al monstruoso cabezón alanista, agente de la CIA? ¿Es que ya te dieron el libreto para justificar nuevas matanzas contra el pueblo que reclama justicia? ¿O temen que policías honestos se nieguen a cumplir órdenes siniestras y deban entonces acudir a ejércitos de mercenarios?
Te la das de honesto en tu programa, pero, ¿tu credo liberal no te permite ser valiente acaso y denunciar el Acta de Sujeción de las Fuerzas Armadas al fujimontecinismo que todavía pervive? ¿O llamarás a gritos al Serenazgo de La Molina cuando las papas quemen y el vendaval arrase con tus villas y propiedades malhabidas?
Julio 2010
1 Dichas Actas de Sujeción se firmaron durante los años 1998 y 2000. En una de ellas, firmada el 13 de marzo de 1999, cuya reunión se realiza con la presencia del Ministro de Defensa, General EP Julio Salazar Monroe; el Ministro del Interior, General EP José Villanueva Ruesta; el Presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y Comandante General del Ejército, General EP César Saucedo Sánchez; el Comandante General de la Marina de Guerra del Perú, Almirante Américo Ibárcena Amico; el Comandante General de la Fuerza Aérea del Perú, General del Aire Elesván Bello Vásquez; el Director General de la Policía Nacional del Perú, General Fernando Dianderas Ottone; el jefe del SIN Contralmirante Humberto Rozas Bonicelli y el Asesor del Presidente, Vladimiro Montesinos Torres . En la referida reunión, que culmina con la firma de un acta de sujeción por parte de todos los militares y policías asistentes, se establece como acuerdos los siguientes:
1. La participación de las Fuerzas Armadas, de la Policía Nacional del Perú y de los estamentos del Sistema de Inteligencia Nacional en la decisión adoptada por el gobierno del señor Presidente de la República, el 5 de abril de 1992, fue un acto consciente y serenamente meditado, por lo que el respaldo y apoyo brindado a tal decisión fue la expresión de la voluntad institucional unánime.
2. Las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional del Perú y los estamentos del Servicio de Inteligencia Nacional conjunta e institucionalmente defenderán y protegerán a sus miembros en el caso de que se pretendiera responsabilizarlos individualmente por el apoyo institucional otorgado a la decisión del 5 de abril, lo cual se consideraría como una ofensa contra las instituciones tutelares, que obligará a los respectivos comandos en el futuro a defender irrestrictamente al miembro comprometido de manera institucional.
3. Rechazo institucional a la actitud de algunos oficiales en situación de retiro que están emitiendo juicios y opiniones interesadas y que demuestran una conducta infraterna con sus camaradas y deslealtad con sus instituciones.
4. Precisar que la Nación ha dictado leyes de amnistía general que están en plena vigencia, en las cuales queda establecido muy claramente que no le corresponde responsabilidad alguna, institucional o individual, al personal militar, policial y de la comunidad de inteligencia que participaron en la lucha contraterrorista.
5. Asumir el compromiso institucional, sin límite en el tiempo, de defender, proteger y solidarizarse con los integrantes de las organizaciones, a las cuales se pretende responsabilizar, encausar o ejercer algún tipo de represalia contra ellos por su participación en la lucha contra el terrorismo."
2 El caso de algunos de los integrantes del Consejo Supremo de Justicia Militar es un ejemplo revelador.
3 Fuente: Boletin Ideelemail Nº 651, 14 de julio del 2010 del Instituto de Defensa Legal (Ideele), Por Carlos Rivera Paz y Antonio Salazar García.
miércoles, 21 de julio de 2010
TÚPAC AMARU "INCA REY DEL PERÚ"
Sobre el bochinche seudorevolucionario de Túpac Amarú ( a propósito del apresamiento de un despistado artista plástico) hay que, primero, revisar la historia. La "rebelión" de Túpac Amaru fue en realidad un levantamiento por el abuso de impuestos y el maltrato por parte de los corregidores y no una lucha revolucionaria o algo parecido. Para los que han revisado las cartas de Túpac Amaru hacia la corona española, no sorprende que afirmara su lealtad y su fidelidad a la corona reconociéndose como súbdito de ella y pidiendo genuflexo, como un vulgar comerciante, para obtener beneficios comerciales y una reducción en los impuestos. Devido a este doble discurso es que no puede aceptar su papel revolucionario (abonado con fuerza en la época del velasquismo reformista y retomado por el grupo armado del mismo nombre).
La lucha de Túpac Amarú (o Don José Primero, por la gracia de Dios, Inca rey del Perú, Santa Fe, Quito, Chile, Buenos Aires y Continentes de los Mares del Sur, Duque de la Superlativa, Señor de los Césares y Amazonas con dominio en el Gran Paititi, Comisario Distribuidor de la Piedad Divina) fue individualista y al no contar con fuerzas para su particular arremetida contra el poder español promete demagógicamente a los esclavos negros su liberación inmediata, esto explica el juicio y ahorcamiento del corregidor abusivo Antonio Juan de Arriaga a manos del negro Antonio Oblitas que pasaría a la historia como "el verdugo del corregidor Arriaga". Inmediatamente, Túpac Amarú se autoproclamó "Inca Rey del Perú" con el nombre de José I (pues tenía sangre inca y española), y dio libertad simbólica a los indios, negros y mulatos; pero sus ideas no pegaron en sus supuestos aliados que no querían arriesgar el pellejo, y fue traicionado por los caciques Choquehuanca y Pumacahua quienes solo esperaban aliviar sus obligaciones tributarias con el levantamiento armado. Entonces, Túpac Amaru, fue apresado, tirado de cuatro caballos y después descuartizado y sus miembros exhibidos en los pueblos de Tungasuca, Kikijana, Urcos, Sangarará, Tinta y en la cima del Picchu. Del mismo modo, toda su familia y todos sus correligionarios fueron despedazados y colgados sus partes en las plazas públicas y en los caminos para que nadie osase levantarse y sirviera de escarmiento al mejor modo del conde drácula de Transilvania en la forma en que no lo pudo imaginar Bram Stoker.
La construcción de la idea de Túpac Amarú como un rebelde es un error histórico (como lo es la utilización desafortunada de los emerretistas), lastimosamente la falta de lectura y la falta de investigación (sumado a los historiadores pusilánimes como Basadre) han degenerado en un culto falso y profano llegando incluso a usarse como sobrenombre de un hiphopero lumpen (2pac) y en la comercialización de polos (como el artista plástico cogido por la inepta PNP) que desvirtúan una historia que está por reescribirse.
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martes, 20 de julio de 2010
MARK R. COX SOBRE "LA BESTIA TRICÉFALA" EN LA REVISTA CHILENA S5
Les dejo con unos párrafos:
Discursos contra la Bestia Tricéfala: voces periféricas
Mark R. Cox, Presbyterian College, EU
En su libro, La ausencia de la forma da forma a la crítica que forma en canon literario peruano, Birger Angvik es muy severo en su descripción de la crítica literaria peruana:
“El canon literario peruano, oficial y público, con más visibilidad que en muchos otros casos, se construye y es construido por una crítica que excluye, silencia y calla. El canon literario peruano, que es una construcción sociolingûística, cultural y política, resulta ser muy estrecho y exclusivo, y hace daño a las tentativas infinitas de inclusión que se han prestado a la literatura peruana a lo largo del siglo XX. Estas múltiples tentativas, desoídas por la crítica, son las que hacen que la literatura peruana se encuentre en primera posición entre las literaturas hispanoamericanas. La crítica académica peruana y, con pocas, excepciones, la crítica de los periódicos y de las revistas literarias, trabajan para establecer coherencia, unidad y homogeneidad para y en un canon que termina reflejando los deseos de la crítica más que las ambivalencias, la polifonía y la variedad de la literatura peruana. Los efectos generados por los procedimientos de la fundación del canon literario peruano, en muchos casos, hacen que los lectores y los estudiantes de la literatura peruana e hispanoamericana se desorienten y se equivoquen (19).”
Hace unos años fui a una universidad limeña para hablar en una clase de la narrativa acerca de la guerra interna. Mientras esperaba en el salón de profesores, un profesor me preguntó por mi área de investigación. Le respondí que era principalmente acerca de escritores andinos que se preocupaban por el tema de la guerra interna. El profesor me miró y, con toda seriedad, me dijo que no conocía la obra de ningún escritor andino, pero me podría asegurar que ninguno era bueno. Por los años he podido observar y ser víctima de una de las peleas literarias de lo que Pierre Bourdieu llama el campo de la producción cultural. Bourdieu propone que una de las luchas en el campo de la producción cultural apunta a alcanzar el poder de definir qué es un escritor, y de esa manera, excluir a otros de esa condición (323).
El libro Discursos contra la Bestia Tricéfala, por Rodolfo Ybarra, Arturo Delgado Galimberti y Rafael Inocente, es el producto de escritores “excluidos” de la definición dominante de escritor. Hasta el prologuista de dicho libro, Gregorio Martínez, le culpa a José Miguel Oviedo de haber publicado un artículo en una revista académica mexicana con el fin de hundir su carrera literaria (“Oviedo: crítico fantástico”). A pesar de eso, hace poco el distinguido crítico francés, Roland Forgues, publica el libro, Gregorio Martínez, Danzante de Tijeras (2009). La lección del caso de Martínez es que hay varias maneras de ganarse un espacio en el campo de la producción cultural, y no todas las rutas pasan por una argolla limeña y sus afiliados.
En la introducción a Discursos contra la Bestia Tricéfala, los tres autores critican las limitaciones mencionadas arriba acerca de la exclusión de amplios sectores de la comunidad literaria y proponen otra definición del autor y su papel en la literatura. Niegan ser pasivos y ser víctimas: “No es aceptable pues que se restrinja la definición y el campo de lo literario a lo consagrado social y culturalmente como tal, pues hacerlo implicaría ceder acríticamente ante la imposición cultural de un grupo de poder interesado en canonizar a los autores y obras que le sean más convenientes e inofensivos” (18). Su propósito es que hay que tener “una salida política radical que reordene y democratice el estatus de la literatura” (19). Describen la meta del libro con estos fines: “Discursos contra la Bestia Tricéfala es un libro de reafirmación y a la vez un intento de configurar un programa mínimo de acción entre escritores que no están dispuestos a permitir que se acalle su voz. Por eso hay algo de testimonio urgente en los textos reunidos, pero sin perder de vista que, como afirmaba el viejo cronopio argentino, el primer compromiso del escritor es con la literatura” (19-20). Las contribuciones de los tres autores varían, pero un hilo que las une es una perspectiva periférica que nos da diferentes imágenes de los centros del poder político, económico y cultural.
Rodolfo Ybarra (Lima, 1969) escribe ocho textos que mezclan el ensayo, el testimonio, la crónica y la ficción y tocan temas del campo literario y la política. Ybarra aboga por la necesidad de que los escritores tengan un compromiso político, y señala la hipocresía de muchos individuos e instituciones. Los títulos señalan claramente los blancos del criticismo: “Literatura del Bang (Perú: literatura y política. Literatura de la guerra o guerra de la literatura)”, “Alan o el excremento, testimonio de parte”, “El tacógrafo limense”, “El criticón redomado (criticus circus)”, ”El intelectualoide en estado de reposo”, “El izquierdista de salón”, “ El político cleptócrata” y “La poetisa ridícula”.
Seguir leyendo aquí: http://letras.s5.com/ry180710.html
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PRESENTACIÓN EN EL SANCHO PANZA DE BARRANCO
jueves, 15 de julio de 2010
REVISTA LAPSUS Nro 12
Acaba de aparecer la revista virtual Lapsus nro 12 http://www.lapsusweb.net/ con artículos de
Giancarlo Huapaya, María Eugenia López, Javier Llasol, Jorge Vértiz, entre otros. Va también una entrevista a Elisa Fuenzalida, una muestra poética con poetas jóvenes, etc.
http://www.lapsusweb.net/pages/p12/universidad.html
Que los alumnos estudien y que no jodan: esa es la consigna.
Hay una obligación del país de cartón piedra de vigilar que los estudiantes repasen sobre sus currículos, hagan sus tareas, y no se dediquen a observar sobre la realidad que está mejorando día a día (nomás, basta ver los relaves que inundan los ríos bajo la mirada ajena de las autoridades, los acuerdos y desacuerdos de los politiqueros, el crecimiento acromegálico del país sin retribuciones a las grandes mayorías, la política entreguista de un gobierno impopular). La tarea principal de las autoridades democráticas a quien el pueblo —el electarado contribuyente— ha confiado sus destinos, es la de integrar al país y conversar (y dejar que otros conversen) sobre los problemas reales que subsisten y que necesitan ser atendidos.
Que el pueblo no piense que tiene una clase pensadora. Esa la consigna.
Hace unos días se hizo una requisa en los penales. El penal Santa Mónica de Chorrillos —y otros penales del interior— fue sujeto de una intervención policial para encontrar pruebas de una “reactivación terrorista”, de un avance de los enemigos de la democracia, del narcoterrorismo, los saboteadores y conspiradores del país que crece inconteniblemente. Los USB’s de los talleres de computación, los libros de Vallejo, Mariátegui y Arguedas son la prueba del tan temible y estigmatizante delito de “terrorismo” (los procuradores sherlockholmecos están calentando motores). Lo mismo sucedió con el otrora bastión de la izquierda estudiantil, UNMSM, a dónde acudieron olfateantes (y guardándose los ladridos para el informe final) algunos congresistas encabezados por el puneño y tonto útil Johny Lescano, repasaron incluso los baños y la vivienda estudiantil para cerciorarse in situ que el cuco no ha vuelto a aparecer en los pasillos oscuros del pabellón de letras, sociales, económicas o al fondo del retrete donde de seguro flotan las promesas gobiernistas.
La mano dura, el látigo y la calimba no se abolieron nunca (“terroristas, terroristas”, vocifera el loro de hombro), llegó la hora de esconder los libelos de Editorial Progreso, los libritos de izquierda, Mariátegui, Galindo, Roel; y, claro, por supuesto, guardar las publicaciones de Gonzalo Rose, Gonzalo Portals, Gonzalo Málaga, y de todos los Gonzalos que hayan por ahí, no vaya a ser que alguien los confunda con el otro Gonzalo, y luego terminemos empapelados, hundidos hasta el cuello, sin visitas y con regímenes especiales como si fuéramos unos apestados de la peor plaga del mundo, tratando de explicar las diferencias entre ser de izquierdas o ser terrorista.
¿No son claras las diferencias? ¿Qué hay que hacer para no ser confundidos con la vorágine beterrágica ochentera? ¿Otra vez nos vendrán con el cuento de las leyes de apología y las detenciones arbitrarias?
Los estudiantes sanmarquinos tienen derecho a discutir la problemática social, a revisar los errores para no volverlos a cometer. La universidad debería convertirse en un lugar de debate y crítica permanente, si no, no es más que un politécnico. O tal vez eso es lo que quieren quienes han hecho de la universidad peruana el chongo que es hoy en día.
¿Es que los ladrones que gobiernan quieren que todos los universitarios sean como los chiquillos ignorantes que pagan en ese antro de la brutalidad y el robo llamado Alas Peruanas, como los niñatos MTV que tararean a los Jonas Brother’s en la San Ignacio de Loyola o los archiconocidos “profesionales” que eyecta la Farcilaso, la pestífera Villarreal, la pseudopituca Ricardo Palma, los señoritos de la de Lima o la quintaesencia de la corrupción, la Harvartín del mafioso Chang? En el mundo de las ideas los enemigos ideológicos se combaten con las ideas y no con la represión, viejos artilugios de los gobiernos déspotas y las dictaduras desembozadas.
Negarles este derecho (discutir, discrepar, disentir) a los “pequeños grupos” es una aberración, más ahora en que el PCP-SL ha decidido participar de los comicios electorales e intenta circunscribirse en la legalidad que alguna vez combatió. ¿Cuál es el miedo que la “democracia” debería tener con los que quieren participar en la democracia? ¿No es cierto, acaso, que en Tacna se acaba de inscribir un partido filofascista (INCA, Igualdad Nacional Cristiana Autónoma)? ¿Acaso los seguidores lorchos de Hitler y Mussolini tendrían más preferencias que los seguidores de Abimael Guzmán?
En todo caso, el PAP (Partido Aprista Peruano, no digo la APRA, Alianza Popular Revolucionaria Americana, por respeto a la memoria de los miles que creyeron, lucharon y dieron sus vidas por este embuste) que, de partido perseguido (con 5000 fusilados en Chan Chan y con impedimentos legales para participar en sus primeras elecciones) pasó, con el tiempo, a aplicar el brutal genocidio (matanzas de los penales), la represión salvaje (Bagua) y el veto como corrección “democrática” y como “forma segura” (equívoca) de combatir a grupos subversivos derrotados militarmente y que quieren integrarse a nuestra modesta democracia.
Seguir leyendo aquí: http://www.lapsusweb.net/pages/p12/universidad.html
miércoles, 14 de julio de 2010
"OBSESIÓN CRIMINAL", UNA PELÍCULA SOBRE LA ANAGNÓRISIS
Obsesión Criminal es el título en español de la película Anamorph (que tal obsesión de los distribuidores por “criminalizar” todos los títulos en inglés para hacerlos más atractivos al público cinemero). Henry Miller, homónimo del desaparecido escritor, es quien funge de director. A primera vista nos hace recordar al Artista de la Muerte, vieja película sobre la obsesión por la perfección que desembocan en asesinatos para justificar algunas esculturas que el artista (falto de talento) no podía realizar. (Esta pieza digna del cine clase B se pasó hasta el hartazgo en el canal 4 de los Croucillat).
En cambio, esta Obsesión Criminal tiene un añadido que mantiene la expectativa a pesar de su encuadre tradicional y con pocos efectos (sobre todo a los acostumbrados a las explosiones, el humo y la maquinaria computera de las f/xs), y es que detrás de los asesinatos y la (de)construcción de crímenes no está un artista mediocre (como en el caso del Artista de la Muerte que grotescamente asesina y enyesa a sus víctimas haciéndolas esculturas de sí mismas) sino, más bien, el que comete los asesinatos muestra una mirada discursiva con retorcimientos intelectuales (aplicación de la anagnórisis o la agnición visual y de la anamorfosis, o sea la visión deforme o borrosa que se da en la expetación de la imagen, y la visión correcta e “incorrecta” del corpo artístico) y el planteamiento de las “nuevas vistas”, una nueva tesis que, como Francis Bacón, plantea la revisitación de imágenes para obligarla a mostrar su verdadero rostro. (En el caso de Bacón, la obsesión por repintar a Inocencio X, célebre en la pintura de Diego Velásquez (1650), lo lleva a construir 46 cuadros donde el rostro horroroso de Inocencio X se desnaturaliza y se revela en su verdadera dimensión (in)humana).
El metatexto de la película sin mayor esfuerzo recae directamente en Bacón, artista celebrado por Samuel Beckett, Gilles Deleuze, etc., quien, siempre, nadando a la contra, ofrecía figuración y expresionismo cuando todo el mundo andaba en el abstractismo y los rezagos cubistas de Picasso, ante cuya sombra crecieron cientos de pintores ansiosos de fama y teorías que aterrizaron en el fracaso. Pero no nos apartemos de la butaca fílmica. Hay que reconocer el trabajo de Willen Dafoe (Jesucristo Superstar) quien como detective acierta en su papel dramático mostrándose a sí mismo como un obsesivo investigador lleno de manías y de algún trauma sicológico que no logra mostrarse (imaginamos que la relación entre el perseguidor y el perseguido tiene que haber algunas similitudes de espejo o algún hilo conductor que den validez a la dicotomía héroe-antihéroe). Mi única objeción es la persecución donde el Defoe-detective no logra hacerse creíble (esa corrida de maniquí le resta realismo), y es que la edad es algo que sólo se puede maquillar en el rostro, pero cuando la armadura física decae hay que poner (ipso facto) al doble y con urgencia cuando de exigencias físicas se trata.
Tampoco hay que desmerecer el trabajo de Scott Speedman y Peter Stormare y la siempre bella Clea Duvall, aunque su papel, el de una borracha sin opciones, pudo explotarse de otra manera y servir no sólo de pizarra para que el asesino pinte (tatue) la última escena del crimen en su espalda. De todas formas, la belleza brilla más en relación al horror.
Películas como esta nos plantea la pregunta de si al artista se le puede licenciar cualquier cosa, incluso el asesinato, aun cuando los “objetos artísticos” o los "ajusticiados" sean borrachos, drogadictos o seres sin razón en la tierra. No será esta una vista muy particular dentro de la anamorfosis, una justificación del yo psicopático o como decía Milán Kundera en sus reflexiones sobre el yo y que, por cierto, tomaba a Bacón de ejemplo: ¿Hasta qué grado de distorsión un individuo sigue siendo él mismo? ¿Hasta qué grado de distorsión un ser amado sigue siendo un ser amado? ¿Durante cuánto tiempo un rostro querido que se aleja en una enfermedad, en una locura, en un odio, en la muerte, sigue siendo aún reconocible? ¿Dónde está la frontera tras la cual un «yo» deja de ser «yo»? El gesto brutal del pintor, en Bacon. Retratos y autorretratos. Madrid: Debate, 1996
lunes, 12 de julio de 2010
UNA CITA SOBRE EL FÚTBOL
"Cuando la humanidad se sienta en sus culos ante un televisor a ver veintidós adultos infantiles dándole patadas a un balón no hay esperanzas. Dan grima, dan lástima, dan ganas de darle a la humanidad una patada en el culo y despeñarla por el rodadero de la eternidad, y que desocupen la tierra y no vuelvan más".
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"LIBRERÍA INESTABLE"
El aparecimiento de una librería en Lima (aunque sea en una feria) debería ser celebrada por todos. (Tomando en cuenta que en Lima no hay más de 25 locales y en provincias solo hay 15 (quince)!!!!!!!!!!!!!!! O sea 40 librerías para casi 30 millones de habitantes, lo que hace una media de una librería para casi 750 mil habitantes. Y, sería demasiado, si hablamos de niveles de lectura donde campea el analfabetismo funcional y lo que es natural en los peruanos: la incomprensión de lectura. Por ahora, quedémonos con los datos estadísticos de las librerías).
Librería Inestable es el proyecto hecho realidad del poeta Carlos Carnero (Las Razones de los Efectos), quien en sus continuos viajes a México, Argentina, Colombia, Chile y otros países de Sudamérica ha ido adquiriendo libros y estableciendo contactos –a veces hasta con los mismos autores-- para distribución de textos que por “equis” razones (llámense intereses editoriales, vanguardismo no comerciales, autores independientes, etc., etc. ) no llegan a nuestras famélicas librerías dispuestas y solícitas a invertir mayormente en autores-vedettes (alimento libresco para masas enajenadas y con poca capacidad de comprensión de lectura).
No obstante, Librería Inestable, tiene en MB, el gran librero y amigo de la calle Huérfanos (hoy Azángaro, a donde llegábamos, en ese tiempo, los adolescentes interesados), a un precursor, una remitencia a un trabajador del libro, a alguien cuyo esfuerzo quiere reducirse a acercar el libro al lector [curiosamente Carlos Carnero ha tenido algunos problemas con el envío y compra de libros en el extranjero (arbitrios, visados, permisos, etc.), hecho que nos debiera hacer recordar el infame caso de Mejía Baca y la importación de libros, situación que resolvió el reptil acciopopulista de Luis Alva Orlandini mandando el decomiso y la quema de libros, hecho que aparece en el libro de MB Quema de Libros. Perú 1967; pero en estos tiempos de modernidad sabemos que los impuestos y el poco apoyo a los libreros "no asociados" son la forma muy sutil de "quemar" y ningunear la cultura, irle apretando el cuello para que muera por asfixia y de esta manera celebrar a las transnacionales librescas]. Por ello, es que desde aquí celebramos el aparecimiento de Librería Inestable y esperamos que se convierta, para bien de todos los amantes del libro y la lectura, en una Librería Estable.
Para mayores detalles clickear sobre la imagen.
viernes, 9 de julio de 2010
"ESPÍAS RUSOS", CONTRAESPÍAS, TONTOS ÚTILES, COJUDOS AMERICANOS, CRITICUELOS IGNORANTES Y OTRAS PERLAS QUE NO CONOCEMOS
Los que creyeron que la guerra fría había terminado con la caída de la ex Unión Soviética y la caída del muro de Berlín, se equivocaron rotundamente. Primero, apuntemos que, después de 1989 y apuntalado el imperialismo norteamericano, el espionaje se hizo más sutil y el término acuñado por el consejero presidencial Bernard Baruch (que se masificó en el libro de Walter Lippmann titulado “Guerra Fría”), siguió ganando cuerpo a espaldas de los medios de comunicación liderados en esta época por la internet. Recordemos, también, que después del 11-S, ante el terrorismo islámico y los ogros árabes que querían destruir las democracias, se firmó un nuevo tratado de desarme entre EU y Rusia el cual regiría desde mayo del 2002 hasta el 31 de diciembre del 2012 y que establecía (o establece) la reducción de ojivas nucleares. El título (un poco pomposo) de este acuerdo fue “Tratado entre la Federación Rusa y los Estados Unidos de América sobre Reducción de Potenciales Estratégicos Ofensivos”. Debemos de entender que como “Potenciales Estratégicos Ofensivos” se observaban (se observan) los sistemas de espionaje, espías y la resolución de casos productos de este “delito”, extrasístole de los programas desarrollistas, de la competencia desleal y los deseos superlativos de liderar la acumulación del poder en el mundo.
Sin embargo, después de este escándalo, en la que se ha visto inmiscuida la compatriota Vicky Peláez, otrora reportera con ciertas simpatías por los grupos radicales (defendida por personajes de la izquierda tradicional peruana; todavía recordamos el sonado secuestro por integrantes del MRTA que pedían canjear a la periodista para emitir unas proclamas subversivas en canal 2) nos enteramos que hay un “pacto secreto” antiespías entre Estados Unidos y Rusia, el cual salió a relucir en el último juicio a los 11 supuestos “agentes rusos” según el juez que resolvió de forma y en una inmediatez sorprendente.
No obstante, lo que no se dice, o se dice poco, es que el juez no los expulsa necesariamente por “espías” o por el eufemístico "agentes extranjeros no declarados ante el gobierno americano", sino por “lavado de dinero” ("blanqueo de capitales"), y se da como tácito el caso de espionaje en vista del “tratado” (aún cuando exista una confesión que debería refrendarse mostrando los crímenes o delitos de lo cual no se ha mostrado nada, simplemente un recojo de dinero y un papel escrito con limón como hacen los boys scouts, hechos que sorprenden a los especialistas, a la prensa y a la opinión pública). Pero de qué tratado están hablando, cuál son las cláusulas por las cuales estos “espías” están siendo canjeados por cuatro “espías norteamericanos” convictos y confesos, espías de “profesión”, valga la expresión, pero que en realidad son rusos! A saber por sus nombres. Ellos son Serguei Skripal, un ex coronel de los servicios de inteligencia militar condenado a 13 años de prisión por cooperar con los servicios británicos; Igor Sutiagin, condenado a 15 años de cárcel por espiar para Estados Unidos y que, además, es experto en armas estratégicas; y Alejandro Zaporojski, ex agente del SVR o servicios secretos rusos, que cumplía una pena de 18 años por haber vendido información a la CIA. El cuarto, Guenadi Vasilenko, ex KGB, fue condenado en el 2006 a 3 años de prisión, pero no se le logró confirmar su vinculaciones con el espionaje.
Todo este circo mediático que nos ha hecho recordar las películas sobre espionaje, o, mejor, las actuaciones del “Super Agente 86”, ha llegado a su fin hace unas horas cuando en un montaje histórico (lo que nos hace pensar en el carácter cíclico de la historia) a los acusados, incluso, se les pregunta por sus verdaderos nombres, y se asume todo lo que dicen como "verdad" (¿quienes son los incautos? los jueces o el "público" que cree que para corroborar la verdad solo basta con decirla). La transacción se ha efectuado en Viena, “capital de los espías” desde el siglo XIX bajo el Imperio Austro Húngaro y después de la Primera Guerra Mundial y sede de la Agencia Internacional de la Energía Atómica y de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (hasta la OPEP tiene una oficina ahí). Así informa, hace unas horas, la agencia AFP :
VIENA — Estados Unidos entregó este viernes a Rusia, en el aeropuerto de Viena, sus diez agentes detenidos en junio contra cuatro rusos, de los que tres estaban condenados por espiar para los Occidentales, en un canje de espías sin precedentes desde el final de la Guerra Fría.
En un desenlace digno de la Guerra Fría, el intercambio se llevó a cabo en la pista del aeropuerto de Viena.
El avión que transportaba a los nueve rusos y una peruana expulsados de Estados Unidos por la noche aterrizó el viernes en el aeropuerto moscovita de Domodedovo, afirmó a la AFP una portavoz aeroportuaria.
Según la prensa británica, el avión con cuatro agentes liberados por Moscú aterrizó en la base Brize Norton de la Royal Air Force, en Oxfordshire (sur de Inglaterra).
El ministerio de Relaciones Exteriores británico no hizo comentarios y el de Defensa se limitó a decir que "los aviones civiles utilizan bases militares en el marco de acuerdos existentes desde hace tiempo con el ministerio".
"Estados Unidos ha transferido exitosamente diez rusos a la Federación de Rusia y la Federación de Rusia ha liberado a cuatro personas que estaban encarceladas en Rusia", señaló el departamento de Justicia en un comunicado.
Según diversos testigos en el aeropuerto de Viena, los agentes secretos pasaron de un aparato a otro a bordo de un pequeño autobús de color negro con cristales ahumados.
La escenificación no dejó nada al azar; incluso la forma en que se colocó el avión procedente de Nueva York impedía a los fotógrafos y a los camarógrafos vislumbrar la puerta del aparato.
El jueves, los diez agentes detenidos a finales de junio en territorio estadounidense se declararon culpables ante el tribunal federal de Nueva York y la jueza Kimba Wood anunció su "expulsión inmediata" de Estados Unidos. "Aceptan no intentar regresar nunca más", añadió.
Entre ellos figura la peruana Vicky Peláez quien, según su abogado, desconocía hasta el nombre de su marido, un agente, el ruso Mijaíl Vasenkov, que se hacía pasar por "peruano nacido en Uruguay" bajo el nombre falso de "Juan Lázaro".
Peláez, de 55 años, era periodista del diario hispano La Prensa de Nueva York y tiene dos hijos, que permanecerán en Estados Unidos.
Entre los deportados también está Anna Chapman, cuyas fotografías íntimas y pormenores de su vida sexual fascinaron tanto a la prensa.
El presidente ruso Dimitri Medvedev firmó el jueves por la noche el indulto para los cuatro rusos”.
Muerto el perro, muerta la rabia; y canjeados los agentes y “acabado” el problema de espionaje quedan algunas preguntas en el aire: ¿Por qué Estados Unidos, que sabía hace muchos años del caso de estos “espías”, recién esperara este momento para ponerlos en evidencia? ¿De qué se trata, en qué consiste ese pacto antiespía entre EU y Rusia? ¿Cuáles son las cláusulas por las que un espía se declara culpable de un delito como “lavado de dinero”, aceptando con ello, el hecho tácito de espionaje? (¿alguien, algún abogado o experto en derecho o política internacional, podría explicar la relación entre uno y otro?). Si Vicky Peláez sabía la situación de su esposo, entonces por qué no sabía (como dicen los medios) el verdadero nombre de su esposo, Juan Lázaro (que según Caretas trabajó de fotógrafo de prensa en el segundo gobierno de Belaunde Terry y que ahora responde al nombre de Mikhail Vasenkov). ¿Cuáles son los detalles de este intercambio que se han ocultado con el fin de mantener las relaciones entre dos países que aparentemente son cordiales y sin problemas?
Para los ilusos, la “confesión” de los espías es suficiente, pero no nos queremos quedar en ese escalón de análisis (las investigaciones no sólo deberían –y de hecho no lo hacen—basarse sólo en la manifestación del “criminal”) ¿por qué en este caso se resuelve de forma enigmática y/o bizarra: la expulsión inmediata, la casa y los 2 mil dólares mensuales que ofrece Rusia a Vicky Pelaéz a cambio de su "confesión", el intercambio de agentes no consignados con espías de carrera, etc., etc.), ojalá, si se da el caso, una entrevista directa con algunos actores de este escándalo nos pudiera dar más luces; quizás la extroversión antiimperialista de Vicky Peláez (de la que se burlan algunos turiferarios y felipillos pusilánimes) nos pueda dar más detalles de estos hechos, por lo menos ahora en que se rumorea su llegada a Lima y que ya está casi claro que para la justicia norteamericana la solución de este problema era en bloque (todos o nada).
jueves, 8 de julio de 2010
EL PERÚ NO AVANZA!
En http://grancomboclub.com/ encuentro este vídeo y visos sobre la polarización (más, para unos; nada, para otros; mano blanda para unos; palo para otros). Los leguleyos y publicanos del Apra, apoyados en los centuriones represores, están abonando y agudizando el conflicto social. Las maniobras diplomáticas de Sipán, Vásquez Quesquén, están a punto de abortar, y es que no sólo se trata de bajar al llano, sino que hay que escuchar a las mayorías y no hacer gárgaras con los reclamos y dar carta abierta a los neocolonos que confunden negocio con robo y expoliación con desarrollo.
Estos días de fútbol han generado su "cortina de humo" natural, muy buena, por cierto, para los padrastros de la patria y para los empresauros, sachapolíticos y vendedores de cebo de culebra que ahora quieren expulsar al sacerdote McAuley por oponerse a las privatizaciones (léase expropiaciones) de tierra (¿por qué no expulsan al torquemada de orígenes napolitanos, Cipriani, capellán del fujimontesinismo?); mientras el gas escasea y suben los productos de pan llevar. La vuvuzela gobiernista está tocando fuerte en los oídos del peruano de a pie y dice: me importan un comino.
"MORIDOR" DE WILLY GÓMEZ EN LA FIL
Un fuerte abrazo
Willy Gómez Migliaro
15ª Feria Internacional del Libro de Lima, FIL-Lima 2010.
Presentación de libro
Moridor de Willy Gómez Migliaro
Participan: Dalmacia Ruiz Rosas, Paolo de Lima y Paúl Guillen
Organiza: Editorial Pakarina
Miércoles 4 de agosto 8:00 pm
SALA CIRO ALEGRÍA
Parque de los Próceres de Jesús María
Entrada libre
martes, 6 de julio de 2010
MIÉRCOLES 7 DE JULIO: CONVERSANDO CON ENRIQUE VILA-MATAS SOBRE DUBLINESCA
7 de julio, Lima (PERÚ)
Auditorio Centro Cultural de España de Lima, 7:30 pm
En el marco de Semana de Autor
Conversando con Enrique Vila-Matas
El escritor y blogger Gabriel Ruiz Ortega dialogará con Enrique Vila-Matas sobre su esperada nueva novela Dublinesca.
Sobre DUBLINESCA:
“Una novela única en un escritor siempre sorprendente y desconcertante y el que más ha contribuido, con Javier Marías, a inaugurar nuestra “modernidad”, a crear una nueva voz narrativa, a integrarnos a otras literaturas y a salir de nuestra peor maldición, el casticismo”
“Una novela que, como el Ulises de Joyce, es una nostalgia de lo no vivido y una magnífica epopeya de la vida cotidiana”
Juan Antonio Masoliver Ródenas (La Vanguardia)
“El libro más personal de Vila-Matas, en el que la parodia revela los más profundos sentimientos del escritor hacia los padres, la esposa recuperada, la amistad y la literatura, con una escritura que nos acompaña como una melodía. El libro de la década”
JAMR, La Vanguardia, 21 abril 2010
“Dublinesca es como una destilación de todo lo que ha ido construyendo su autor a lo largo de una de las trayectorias más originales de la narrativa española de las últimas dos décadas. Sentido y meditado homenaje crepuscular a una ciudad, a la literatura y a algunos de los que exploraron sus límites (Joyce, Beckett), y elegiaco homenaje a un mundo que se acaba”
Manuel Rodríguez Rivero (El País)
“Uno de los más redondos héroes del modernism narrativo que hayan dado nuestras letras. Dublinesca es una excelente novela, la más ambiciosa y mejor de Enrique Vila-Matas”
Santos Sanz Villanueva (El Mundo)
“El más singular, arriesgado y novedoso de cuantos proyectos narrativos se han puesto en pie en España en los últimos tres decenios, ha alcanzado su cénit. Porque eso es, en definitiva, la última novela de Enrique Vila-Matas: el cénit, la cumbre de su obra”
J. Albacete (De Verdad Digital)
“Espléndida historia, con la que creo que Enrique Vila-Matas ha dado la novela de su vida”
José María Pozuelo Yvancos (ABC)
lunes, 5 de julio de 2010
"DANZA DE LA ALEGRÍA" POEMA DE FELICIANO MEJÍA
Les dejo con el siguiente poema de Feliciano Mejía:
Yo morí...
Los rockets destrozándome, morí;
por las órdenes de fieras.
Gris era el invierno en Lima
y más húmedo que nunca en las prisiones.
Pero un prado
en nuestros cantos, en la Isla
de roca, florecía.
Con los 312, entre las llamas de los lanzallamas, morí.
Mas, en los 62 sobrevivientes
sufría aún mi latido.
Y sigo ahora, en esos 62 cráneos perforados,
palpitando...
esparcidos a lo largo de la costa peruana.
Tú deberás saber: tus sueños diarios
se conturban con mi voz.
Pero tú verás florecer mi venganza:
a los niños, todos, reír en Sudamérica
y despuntar el sol
entre los resquicios todos de los Andes;
y sólo en ese instante
verás que morí
para crecen en tí.
Sí. Morí.
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viernes, 2 de julio de 2010
"'EL RETABLO' DE JULIÁN", ENVÍO DE RAFAEL INOCENTE
Por Rafael Inocente
Quizá para algunos el vocablo retablo evoque nada más —pero nada menos— a las famosas artesanías ayacuchanas representativas de la complejidad de un mundo hoy casi inexistente en el Ande peruano. Para cualquier muchacho desnutrido en los tugurios húmedos de Lima, el término retablo le hará añorar seguramente la zona más nórdica de Comas, aquel garbanzal de discotecas, pubs y chiquillas aligeradas de ropa y modales que deforman sustantivos con el sufijo ex (Jorgex, Carlex, Retablex, amix) y se revuelcan con chiquillos alfondohaysitio al ritmo de la ortocumbia (de Tarapotooo, Peerúuu) mientras bailan por un sueño, ribeteado de celulares chinos, autos relucientes y estadísticas mandraqueadas. Pero pocos, muy pocos, sabrán que Retablo es el título de una de las mejores novelas escritas en el Perú en los últimos años, concebida por el ayacuchano Julián Pérez Huarancca (1954), quien tiene en esta solitaria labor de crear ficciones, muchos más años y harto más arte que cualquiera de los karate kids que se empeñan en hacer creer a europeos e ingenuos que un abril rojo de salsa de tomate les brindará una hora azul de lectura grata y provechosa. ¿Por qué entonces esta novela sigue siendo casi desconocida después de tres silenciosas ediciones? Pregúntale a la noche.
Empecé a leer Retablo en el baño, a mucha honra. Y ya veo las sonrisas cachacientas. No es el consuelo intelectual del constipado, esto de leer en el baño. Es en el excusado en donde quienes disponemos de escaso tiempo enriquecemos el espíritu. Además, como que resulta gratificante intercambiar el producto del catabolismo, por uno de carácter intelectual, mucho más valioso y etéreo si se quiere, que la acumulación nitrogenada que nos encantaría faxear a Alan García. Imposible leer de un tirón novela tan dolorosa y multiforme. Tal vez un cuento pueda leerse de un empellón sentado en el inodoro. El tirón que puede permitirte aliviar el rumen en diez minutos, no más, por las almorranas. Pero no fue así. Abstraído como estaba con las deliciosas narraciones que intercala Julián Pérez en Retablo, mi abstracción fue tal, que no reparé en que otros, urgidos por la opresión del cuajar golpeaban la puerta del sanitario, notablemente incómodos ante mi involuntaria demora. Proseguí con mi lectura en una combi asesina del Callao. Sucedió lo mismo. Tanta fue mi concentración en las múltiples historias que se cuentan, que incluso no increpé al chófer de la Colonial por la atroz tortura con la que estos humanoides maltratan a los pasajeros: el infame reggaetón de la hez centroamericana que florece en Yankilandia, pasó inadvertido en esta ocasión a mis oídos. Por la noche, convertido en un zombie silencioso, mi lectura continuó, ahora sí en paz, más allá de la medianoche, al filo del lecho conyugal.
Bien. Leer Retablo es reconocer el Ayacucho que sangra hasta hoy y es también recordar por qué Ayacucho es el pueblo heroico, paradigma de identidad nacional, cuna de centenares de rebeliones de comunidades campesinas contra un sistema de castas, que hoy, charolado con tintes neoliberales, sigue enseñoreado en el país en plena época republicana.
Han transcurrido más de veinte años desde que una comisión investigadora presidida por Mario Vargas Llosa eyectó el llamado Informe Uchuraccay, sobre aquel pueblo ayacuchano donde en 1983 ocurrió el asesinato de un grupo de periodistas de Lima a manos de campesinos azuzados por militares acantonados en bases cercanas al caserío. Es sabido lo que Vargas dijo y lo que calló en este caso, respecto a las responsabilidades del crimen. En el informe, el novelista (hace pocos meses Vargas apareció por televisión abrazando a García, a quien antes despreciaba, a propósito de la creación del Museo de la Memoria) tipificó a los uchuraccaínos de bárbaros, primitivos, violentos y tutelables. La comisión por él presidida liberó de toda responsabilidad a las fuerzas del orden, quienes obligaban a los campesinos a atacar a cualquier foráneo que llegara por tierra a su comunidad.
El inicio
Aunque no es contado al principio de la novela, sensu strictu, uno de los primeros capítulos de Retablo comienza con el arribo de un foráneo al pueblo de Pumaranra. El foráneo es un hombre en plena madurez y con voluntad de acero, lleva una mochila al hombro como único equipaje y responde al nombre de Antonio Fernández. Alcanza las cercanías de Pumaranra “en un trepidante y agónico 350, una noche empozada bajo el cielo infinito tachonado de luceros (…)” y empieza “(…) la caminata aún al amparo de la oscuridad, como si huyera de siniestros perseguidores (…)”, para realizar labores de agrimensura y veterinaria en la época de la Reforma Agraria de Velasco, motivo por el cual es convenientemente confundido con un diablo comunista alfabetizador por los notables del pueblo encabezados por Faustino Melgar. Apresado, azotado y amarrado fuertemente a lomos de un burro chúcaro repleto de cohetecillos, Fernández es enviado a la muerte por los abismados senderos de Pumaranra, como quién sabe sucedió con otro fuereño por aquellos años, el agrónomo cajamarquino Antonio Díaz Martínez, quien luego habría de escribir el imprescindible Ayacucho, Hambre y Esperanza.
Pero volvamos a la novela. La suerte no le ha abandonado del todo a Fernández. Antes de su encuentro con los notables del pueblo, en el puente sobre el río Pampas, Fernández se ha topado con un inocente niño de diez u once años y con su padre, quienes amablemente le ceden el paso y le orientan en su camino y que son quienes al día siguiente rescatarán su cuerpo moribundo y sangrante, desbarrancado por el burro matrero. El providencial encuentro de Fernández con los Medina será determinante en la vida del pueblo de Pumaranra, de Ayacucho y del país entero. Más aún, este encuentro marcaría particularmente la vida de los hermanos Medina Huarcaya, Manuel Jesús y Grimaldo.
Así más o menos inicia esta magnífica novela. Manuel Jesús, ya adulto, víctima de un trance existencial provocado por la separación de su esposa e hija, decide retornar a Huamanga, último bastión de resistencia en contra de la ignominia y la aldea global, “porque en casa aún reinan la sencillez y el decoro” (…) “…, elegido por el espíritu de los ausentes…” (…) porque “por suerte tengo a mi madre y a mi hermana que me han de guiar de aquí a la quebrada andina de mi niñez, al crepúsculo serrano de bueyes, becerros, alfalfares y sobre todo, a comprender el cataclismo que me arrancó de mi comarca”. Manuel Jesús regresa a Ayacucho en busca del cadáver insepulto de Grimaldo y en busca de paz y respuestas que tal vez no hallaría.
Este retorno al origen sirve para iniciar con la saga familiar de los Medina, con la historia del pueblo de Pumaranra (provincia de Víctor Fajardo) y para contar los inicios de la guerra insurgente en Ayacucho, en la que participa activamente Grimaldo Medina Huarcaya, hermano mayor de Mañuco Chiwaco. De esta manera, los conflictos que ocurren en Pumaranra se convierten en representativos de los problemas típicos de cualquier pueblo del Perú, agobiado y saqueado por militares, ensotanados y autoridades de todo pelaje. Entonces, la polifonía de Retablo encierra preguntas absolutamente válidas hoy en día.
¿Qué sucede en el país?
Si uno recorre nuestra patria con ojo avizor y como recomiendan los orientalistas, en busca de la vía, reparará rápidamente en tres cosas: la pobreza, la dura geografía y el racismo embustero que impera en todas las esferas de la vida pública y privada. En la costa predominan mestizos blanqueados y un exclusivo ghetto endogámico de gente de piel blanca ligada a los mecanismos de poder. Se habla un castellano cada vez más quechuizado, producto de las oleadas inmigratorias de la sierra, se profesa la religión cristiana en sus distintas variantes sectarias y la tradición social es más o menos, aunque cada vez menos, europea o la que viene del norte. En la sierra se concentra la población indígena, aunque existen bolsones de mestizos producto de la cruza con los primeros españoles, se practica un catolicismo borrachiento y totémico, repleto de idolatrías, que ha justificado el acceso de las sectas evangélicas, horrorizadas por el ritual idólatra medieval que persiste en pleno siglo veintiuno. La selva es el origen y es el futuro del Perú. La matanza de Bagua ordenada por el propio Estado criollo-burgués demuestra que la Amazonía es un conjunto de naciones indígenas marginadas, más allá de los grupos de mestizos de las ciudades que han mediatizado sus bailes, con su propia cosmovisión y legítimas aspiraciones, completamente desintegrada del resto del país.
Así, Retablo, desde la ficción refleja una verdad que se resisten a aceptar quienes pregonan el mestizaje ideal, la democracia representativa y la paz de los cementerios. En el Perú nos encontramos ante una nacionalidad fallida, una nación inexistente en donde los muertos regresan a recoger sus pasos, a pesar de la gastronomía, la cumbia, las CVR y las estadísticas. La invasión europea resquebrajó los cimientos prehispánicos, rompió un equilibrio biológico-emocional que no se ha vuelto a recuperar y que, más tarde, liberados de la metrópoli ibérica, el Estado criollo ha persistido tercamente en rematar mediante la implantación de un régimen de castas en plena República, un apartheid astuto a todo un pueblo, quién sabe peor en consecuencias que el sistema de segregación sudafricano.
Para cualquier extranjero que desconozca la historia del país, lo más llamativo en las principales ciudades del Perú resulta su triple fisonomía étnica, inocultablemente expresada en los rasgos, el modo de andar y de vestir y el tipo de trabajo que realiza la gente. Y es en este último aspecto, en donde la correlación es directa y significativa: cuánto más oscuro el pigmento que se lleva en la piel, más relegada queda la persona a labores inferiores.
A costa de las hipótesis oligofrénicamente optimistas de los Arellano I.M., es sabido que los grupos de poder económico en el Perú han sido desplazados de una patada en el poto por las multinacionales (te quiebro o te compro) y el porcentaje de familias poderosas, ese puñado de linajes incestuosos que conformaron los grupos de poder económico, se ha estrechado —sea porque sucumbieron ante el capital extranjero por su propia incapacidad dirigencial, sea porque no resistieron las ofertas de absorción o porque se aliaron abiertamente con éste para poder competir—, en comparación a años anteriores. A despecho de quienes ven en los Añaños, empresarios ayacuchanos exitosos (han logrado captar el 20% del mercado de aguas gaseosas por sus precios bajos) tan internacionales como Los Shapis, motivo de regocijo democrático e incluyente, debemos repetir que una golondrina no hace verano: es el propio modelo económico el que impide el surgimiento de una burguesía nacional de base amplia y boyante. A propósito, en 1923, en La Mar-Ayacucho, se produjo un gran movimiento que se llevó a cabo fundamentalmente contra la familia Añaños que durante decenios detentó el poder mediante sus vástagos repartidos como jueces, diputados y hacendados. No, señores, ayer hacendados de horca y zurriago, hoy florecientes burgueses orgullosos de un liberalismo pelágico que apenas si comprenden. El caso es que esa triple fisonomía etnoclasista pervive en el Perú del 2010, aunada a la desnacionalización absoluta de la economía (las familias otrora poderosas hoy tienen menos y son menos) en aras del predominio absoluto de las multinacionales.
Entonces, ¿la pirámide social se determina en el Perú republicano por una lucha racial? ¿O es al revés? Cuando uno lee Retablo, las cosas parecen invertirse. Ese conflicto inmemorial en las comunidades de la sierra (pero no sólo de la sierra), entre notables y “chutos”, se magnifica a un nivel macro en todas las esferas de la vida nacional. Las razas ocupan los niveles asignados por la lucha de clases. Los invasores españoles se apoderaron por la fuerza o mediante estratégicas alianzas con las panacas poderosas del mando del país, eliminando mediante una aniquilación selectiva, meticulosa y despiadada, a los líderes indígenas, guerreros, amautas, agrimensores e ingenieros de todo tipo, confinando a los vencidos a la mina, la mita y la encomienda, envilecidos en alcohol, catolicismo y desnutrición crónica. La República criolla no ha hecho más que conservar, corregida y aumentada por las taras de la democracia representativa y la globoidiotización capitalista, esta estructura social instaurada hace siglos.
No es necesario ser especialista para percibir lo más resaltante de la pirámide social en las ciudades: la clase terrateniente feudal (hoy remozada, con el cutis polveado de neoliberalismo), en alianza con la burguesía propia de un país colonial, está integrada por un núcleo duro de blancos (blancos PPC, puros por cruce, categoría zootécnica aplicable al ser humano); la piccola borghesia, esa facción cada vez más escueta y vapuleada, está conformada por gente mestiza asombrosamente acomplejada y fluctuante que teme perder lo poco que tiene y, finalmente, las masas trabajadoras (la breve clase proletaria, el subproletariado, los campesinos, los microempresarios, ambulantes y desempleados) por la masa mestiza y la gran masa indígena. ¿Burguesía nacional? ¿Industria nacional? ¿Producción nacional? Si en algún momento la burguesía nativa quiso ser progresista aliándose a las clases populares y enfrentar a la gran burguesía monopolista de los países imperialistas, por lo menos conformando un poderoso mercado interno, yo no tengo memoria de ello. Obviamente, esta clasificación no quiere ser rigurosa, sobre todo en la categorización étnica. En la sierra y la selva, los grandes gamonales, los gamonalillos, “los señores autoridades”, notables y mandones están integrados en su mayoría por mestizos blanqueados, con inocultables vicios cromosómicos, consecuencia de la endogamia de siglos. Pero el hecho fundamental sigue siendo el mismo: el predominio económico y social en el Perú de las gentes de piel más o menos blanca, cuyo poder, aunque ha decrecido cuantitativamente, sigue vigente en su influencia que es igual o superior, desde un punto de vista cualitativo, en todo el espectro de la vida nacional.
Esta estructura semifeudal se consolida con la dependencia económica de los países imperialistas. Esta armazón perversa en la que el blanco cholea a todo el mundo, niega absolutamente alguna gota de sangre india y demuestra repugnancia hacia el indígena y el mestizo, que a su vez siente un odio protervo pero disimulado contra el blanco, pero abierto y teñido de crueldad contra el indio, que recíprocamente anida odio manifiesto hacia los dos anteriores, configura el país que Julián Pérez Huarancca ha simbolizado magistralmente en el pueblo andino de Pumaranra.
Lo central de la novela
A diferencia de lo que sucede en La Violencia del Tiempo con el linaje fundado en el norte por el derrotado soldado godo Miguel Francisco Villar, en la historia de los Medina del sur, aunque no transcurre en la paz de una aldea lejana, no se vislumbra desprecio hacia la raza doblegada. En la colosal ficción de Miguel Gutiérrez, el soldado desertor del ejército de La Serna, abandona a la india Sacramento Chira y a los hijos heterocigotos, atormentados desde entonces por el rencor, la furia y la nostalgia en el perdido caserío de Congará-Piura. En la historia de Julián Pérez, el linaje de los Medina ayacuchanos entronca voluntariamente con hembras indígenas, “mujeres andinas de alto pensamiento pero de bajo destino” y crea un liderazgo que irá tomando forma y sustancia en aquella zona de la sierra sur del país.
La vida en Pumaranra se desarrolla ancestralmente en medio de dos conflictos: el enfrentamiento entre los “uqis” (blancos o mestizos blanqueados) y los “chutos” (indios o mestizos aindiados), sea por la tierra, sea por el odio étnico o de clase, sea por linderos, “ganados” o broncas intestinas. El narrador historia la vieja rivalidad entre las comunidades de Lucanamarca y Pumaranra, cuya existencia transcurre en medio de emboscadas, enfrentamientos y desconfianza perpetua. Los ricos del pueblo establecen acuerdos transitorios con los “uqis” de Lucanamarca, para apoderarse de las tierras y de las rojas minas de sal de Urankancha, orgullo de los pumaranrinos. Los Medina, cuya alianza carnal reiterativa con mujeres andinas de sangre y apellidos indígenas, los ha hecho despreciables y “chutos” a los ojos de los Amorín (los señores feudales de Lucanamarca) son protagonistas de estas luchas, hasta que la rivalidad entre ambas familias se agudiza con el asesinato de Gregorio Medina Sacsara (padre de Néstor Medina), por lucanamarquinos disfrazados sirvientes de Fausto Amorín, en presencia del niño Néstor.
Particularmente atrayente resulta la historia del Néstor Medina, líder comunal natural, trabajador incansable y hombre leído, un “soltero pasado de tiempo para el matrimonio (…) que entregaba sus mejores días y noches a su trabajo de arriero y a atender las diversas dificultades en la vida pueblerina” y que “por ese sacrificio se hizo el más mentado, el hombre que infundía respeto, el que era requerido por sus paisanos cada vez que la vida se les hacía atajo resbaloso”. Es un Néstor ya en la edad madura, quien emparienta su vida en la alianza germinal de la carne con Escolástica Huarcaya, “la mocita pareña que gusta llevar en sus trenzas flor de makuli”, huérfana de madre y con un padre dado al trago, cholita que a “su edad hacía de su existencia una continua preocupación por cumplir las obligaciones del hogar ”, “(…) aunque pobre era hacendosa en el hogar y maciza para los quehaceres”, al igual que su hermana Petronila. “Quién les iba a ganar ordeñando vacas matreras primerizas; en la cosecha, despancando maíz o escarbando papales. Levantaban las bastas de sus faldas de bayeta, las sujetaban a la cintura y recogían allí los frutos con las dos manos. Rápido las habas secas, la alverja, la achita, la quinua. Sudorosas, con los rostros encendidos por el ardor del sol”. “(…) Lampeaban como varones para las viudas, regaban alfalfares para las vecinas viajeras, cuidaban a los pequeños hijos de las negociantes, o se iban a Cachicachi, a recoger sal para canjear con cereales.”
Esa es la génesis de los padres de Manuel Jesús y Grimaldo, signada por la tragedia desde el día mismo en que sus padres se casan, luego de que en concurrida minka construyesen la casa de Néstor Medina en tan sólo siete días entre cánticos de alegría, en hervor de chicha, todo Pumaranra, a excepción de los notables. Durante una semana el pueblo levantó, en gratitud a Néstor, casa hermosa y desafiante, como casa de hacendado. Pero he aquí que el día mismo de la celebración del matrimonio, un grupo de “uqis” lucanamarcas acompañados por guardias civiles se acerca a Pumaranra, con deseos de venganza luego de haber perdido el juicio por linderos. Aquel día de junio los lucanamarcas y las autoridades encarnadas en la guardia civil desataron terrible carnicería en Pumaranra. Cayó abatido medio pueblo por las balas asesinas de los gendarmes. Cayó muerta Mama Auli, de una descarga a boca de jarro. Peleó valientemente la bella Clavelina Contreras, la muchacha de la voz hermosa del valle y por quien no esperó el impaciente amor de Néstor Medina, quien al final es capturado, atrozmente torturado durante varios días y obligado a firmar documento oprobioso mediante el cual el pueblo entrega las ricas tierras de Urankancha a los Amorín. En aquella desigual batalla, Clavelina, todavía virgen, fue ultrajada y muerta por los guardias civiles y los “uqis“, comandados por Fausto Amorín hijo.
Es en este contexto de luchas intestinas en que hace súbita aparición en Pumaranra, el extranjero. Delgado pero fuerte, Antonio Fernández ha enraizado sigilosamente su vida con la de la comunidad. Cual monje laico, sin dios ni mujer, ha establecido alianza con la memoria viva del pueblo, la anciana Mama Auli, prima hermana de Gregorio Medina Sacsara, y ha logrado hacer amistad con los jóvenes del pueblo, particularmente con el hijo mayor de Néstor Medina, Grimaldo. Los ricos desconfían de Fernández, lo hostigan y acosan a preguntas, pero ya nada puede hacerse.
El foráneo comenzó interesándose por los andenes y las técnicas de sembrío tradicionales de los antiguos pumaranrinos. Luego midió las alturas de las graderías y se aficionó a las chullpas y los entierros de las ruinas de los gentiles, ganándose la voluntad hasta de los más suspicaces. En las noches, siempre a solas, escribía con pasión de enamorado, bajo la luz de un mechero. Los sábados y domingos daba clases acerca de cómo sembrar, abonar y aporcar los cultivos para mejorar las cosechas. Parecía tener soluciones para todo. Divulgaba alternativas para mejorar el caudal del agua de regadío, para realizar obras de canalización y economizar agua de riego y en los momentos de éxtasis, afirmaba que “las comunidades son capaces de mover una montaña o cambiar el rumbo de los ríos si se lo proponen”, y casi al mismo tiempo enseñaba a los muchachos a construir cocinas solares, poleas para jalar agua de lejos, bombear agua del río y luego participar en campeonatos de fútbol con su chicha de molle incluida. Pero los viejos estaban asustados porque el extranjero enseñaba a los muchachos “…costumbres y hábitos tan raros como si se prepararan para soportar aluviones por venir (…)”, “corren subidas cargando piedras inútiles, andan de noche oscura por atajos inaccesibles, nadan en el río a las cuatro de la madrugada, se llenan de espinas punzantes el cuerpo como si quisieran curtirlo para soportar tajos de navaja filuda, en noches de lluvia andan sin poncho ni nada que les cubra bien el cuerpo.”
Como en Teorema, aquella bella parábola de Pasolini, el extranjero ha llegado para trastocar toda la existencia de un mundo que ya estaba por desplomarse y ha comenzado perturbando la vida de una familia burguesa del industrializado Milán, mediante lo más íntimo del individuo: el sexo. La tormenta pronto estallaría, pero Mañuco es niño todavía y su vida se inicia, tutelado en un primer momento por un Grimaldo voluntarioso y pendenciero que no para en mientes para hacerse de las más bonitas muchachas de Pumaranra, Lucanamarca y el propio Ayacucho, mozonadas que no impiden que ambos destaquen en los estudios universitarios y que Grimaldo logre un puesto de profesor universitario en Huamanga. Algo que ni siquiera los hijos de los principales habían logrado, era alcanzado por muchachos provenientes de cuna pobre. Mas sus vidas ya han sido trastocadas y la tempestad en los Andes está por estallar.
Coda
He querido pergeñar estas líneas, consciente de que la riqueza polifónica de Retablo va mucho más allá del extranjero que desordenó las vidas de los pumaranrinos. Ya otros han observado la multiplicidad de historias que se suceden cual retablo: el tratamiento de la sexualidad de la mujer andina, encarnada en diversos personajes que van desde Clavelina hasta Liz pasando por las sufridas mujeres engañadas por los Amorín, por mamá Escola y las tías malagente; la historia de los mundos degradados de víctimas y verdugos, como es el devenir de los diablos Amorín, padre e hijo, este último infamado por la traición de Mechita Untiveros; el ardiente encuentro entre Mañuco Chiwaco y una otoñal matrona ayacuchana, Liz Lara-Arriarán, viuda de un militar eliminado por los insurgentes y primer amor frustrado de Grimaldo Medina, el ajusticiamiento de Amorín hijo, dinamitado en la iglesia del Señor de Luren, luego que la guerrilla destruyera las minas Buena Nueva Urankancha, la propia eliminación y desaparición del cadáver de Grimaldo por tropas de infantería y helicópteros artillados del ejército en el fortín de Markaqasa; las innumerables fábulas tradicionales; el lirismo que impregna las descripciones regionales; los personajes matizados, antagónicos y tan humanos, en fin.
Los personajes de Retablo son cholos auténticos. No son cholos taciturnos o tontamente reilones o espectacularmente cretinos como esa vergüenza que se hace llamar Tongo. No son cholos para el turismo o para promocionar marcas de celulares. Son peruanos retratados en toda su condición humana, con sus vicios y virtudes y no como artesanía parlante, que ya quisieran algunos como aquél que sugiere que el logro lingüístico y estético que cosecha Pérez resulta más importante que “las torpes intenciones ideológicas que pueda haber habido”, calificándola de un intento frívolo para “explicar” la “ignominia” cometida contra el pueblo ayacuchano, afirmando preñado de mezquindad que Retablo es una novela sobrevalorada por críticos afines. ¿Afines a qué, señor Víctor Coral?
He escrito estas líneas porque cuando se lee una buena novela, una gran novela, como Retablo, uno se siente parte de ella y no quiere que la historia finalice, hay un deseo de que la historia, como la máquina de movimiento sinfín de los alquimistas, no deje de funcionar nunca. Sin darnos cuenta la máquina nos ha atrapado en su misteriosa estructura de movimiento perenne. Es lo que he experimentado al disfrutar Retablo. Lo que sucedió en Ayacucho y en el Perú en el último tercio del siglo anterior no es más que la consecuencia de siglos de violencia estructural y política, maquillada de múltiples formas de dominación, como la que se narra magistralmente en Retablo. Ahora que tanto se habla de literatura de la violencia, sería bueno preguntarse si existe también una literatura de la paz. Sí, carajo, todo lo que conocemos en este bello y terrible lugar que se pretende nación ha sido milenariamente parido por la violencia de un tiempo de dolor que todavía no termina.
Junio 2010