sábado, 26 de julio de 2008



El científico y biólogo de origen italiano, Giuliano Vecco, me envía este artículo en torno a la bataclana Daysi Suárez y su felíz cabalgata sobre la bandera peruana. En torno a los juicios que se vienen, Terra informa de la siguiente manera:

Puntual y con una amplia sonrisa, Leysi Suárez se hizo presente esta mañana en la Segunda Fiscalía Penal de Lima para responder sobre el presunto delito de posar sobre el pabellón nacional. “Quisiera hacer un llamado a las personas que se sintieron en algún momento ofendidas por alguna publicación… Yo amo al Perú”, precisó Leysi después de tres horas y veinte minutos de interrogatorio de la fiscal.

Aquí el artículo titulado: La Dama y el Tartamudo:


El orgullo criollo, esa falacia risible inventada por las clases dominantes, ha sido remecido en un solo día por dos acontecimientos: el estrepitoso moqueguazo y la rotunda goleada por 6 a 0 propinada al borrachiento equipo de fútbol que ostenta la blanquirroja hoy dulcemente humedecida por las savias de Leysi Suárez.

Estos dos acontecimientos —el moqueguazo y la goleada— han sumido en la más profunda crisis existencial al establecimiento criollo y son tema de análisis de científicos sociales y otros sesudos y tembleques humanistas por quienes guardo poco respeto. Un tercero, una hermosa potranca mestiza y calata montada sobre un sufrido caballo, es motivo de escándalo y denuncias penales. Veamos, la imagen de una hermosa chola desnuda acoplada sobre un caballo, es en sí misma, una figura de desobediencia y conquista de masas, es un subliminal mensaje globalizador en pleno auge neoliberal, como bien observa César Hildebrandt. Este estremecimiento que han ocasionado tres sucesos aparentemente desvinculados, ha sido tan fuerte que hasta uno de los más notables miembros de la intelectualidad criolla, el poeta, columnista principal de Perú 21/El Comercio y coordinador de la especialidad de periodismo de La Católica, Abelardo Sánchez León (El Tartamudo), se ha visto obligado a reconocer anteladamente que "…quizá sea tiempo de considerar que la bandera del arco iris puede reemplazar a la blanquirroja, símbolo oficial de la gente criolla como yo, concebida a espaldas de la población indígena que no ha sentido suya la independencia…" (Banderas detrás de la niebla, El Comercio, 18 de junio del 2008)

Esta evidencia palmaria del resquebrajamiento moral del pro-extranjero criollismo peruano, y nada menos que desde su prensa misma, desde el buque insignia del clan familiar Miró Quesada y más aún en pluma de uno de sus intelectuales más notables, es por demás sintomático.

Por otro lado, en esta última semana dos sucesos más han remecido a la opinión pública. El circo montado por los delincuentes Carlos Torres Caro (tránsfuga político, maleante en ciernes y novel paparazzo filmador de la cuchipanda en un viaje a Brasil en el que participó el congresista Velásquez Quesquén), el pillo pseudonacionalista Gustavo Espinoza (autor de un proyecto de ley para amnistiar a Antauro Humala y Alberto Kenya Fujimori), amistados dizque por Velásquez Quesquén, alias La Chola Quesquén (corrupto congresista candidato por el APRA a la Presidencia del Congreso). Pero no contaban con la astucia del retorcido Gustavo Espinoza, este jíbaro con terno (con perdón de los jíbaros), alumno aplicado de la rata Montesinos, filmó a todos en su miseria al mejor estilo de su maestro. Entonces, la contundencia de este vídeo tiene el efecto de una potentísima enzima, si las palabras con las que el cholo infecto Torres Caro insta a su colega moral Espinoza, no hacen madurar a la fuerza al pueblo peruano, pues la calateada de Leysi merece flores, aplausos y poemas. Leamos la arenga del infecto Torres Caro al jíbaro Espinoza: "Aquí es el bienestar de nosotros primero, eso es lo primero, antes que trabajar por el país tiene que estar el bienestar tuyo".

Y ahora viene lo rico, el día de hoy el señor Ministro de Defensa, Antero Florez-Araoz (sí, el mismo que dijo "qué saben las llamas del TLC") ha dispuesto que los fiscales ignorantes inicien una investigación preliminar de oficio a Leysi Suárez por supuesto "ultraje" a un símbolo patrio. Además, la graciosa ministra de Justicia, Rosario Fernández ha afirmado que "posar desnuda sobre el pabellón nacional linda con lo ilícito".

Realmente hay que tener una concha de vieja tortuga galápagos para hacer semejantes afirmaciones y rasgarse las vestiduras, actitud comprensible tal vez en una anciana beata, pero en un viejo pajero y carcamán como el Ministro de Defensa... vésteconc…!

Entonces, el singular poeta Abelardo Sánchez León tiene razón cuando se pregunta, esclarecido él, "¿Podemos vivir con dos banderas? ¿A cuál de ellas le debemos lealtad, afecto, reconocimiento? ¿La blanquirroja es para un tipo de peruano y la del arco iris para otro? No conozco país que tenga dos banderas. Quizá la bandera del Tahuantinsuyo sea un símbolo transnacional y reúna toda aquella área que se asume como heredera de un antiguo imperio, unida por profundos lazos culturales".

Un país (qué digo país, corral, establo, chiquero) como el Perú, en donde a sola firma se han perdido, donado, cedido más de 300 mil kilómetros cuadrados de territorio a través de tratados diplomáticos firmados por maricones de la Academia Diplomática, no es un país que merezca ostentar siquiera una bandera. Un país que ha cedido a Chile aire, tierra, mar y hembras no es un país que merezca cantar el somos libres. Porque en este país de mentirillas todo es falso: comenzando por el sucio dios de los cristianos impuesto a sangre y fuego hasta la bandera bicolor con la que Leysi se ha enjugado la fuente de jade, pasando por el escudo, el himno y las fiestas patrias.

Un país cuya economía está totalmente extranjerizada y particularmente chilenizada, no es un país cuyas clases dominantes deban arañarse ante la audacia de una hermosa bailarina mestiza y cachonda que se cubre la papa con un trapo bicolor mil veces pisoteado por las clases dominantes.

Un país que construye el tercer piso del fujimorato (el segundo lo hizo Toledo) sobre montañas de cadáveres y desnutridos crónicos, un país que implementa medidas neoliberales que ni siquiera EU o Francia osarían implementar, un país que farsantea juzgando a Montesinos pero que da vivas a la Vladiconstitución espúrea, un país que firma TLCs sin más criterio que el que dicta Torres Caro (primero son mis negocios, luego los de la patria), debería aplaudir y dar vivas a Leysi Suárez.

Incoherencia total y absoluta: ¿no que ya no habían naciones, por tanto, tampoco banderas? ¿no que no había fronteras, por tanto, tampoco ejércitos ni nacionalismos? Hipócritas y mil veces hipócritas. Nacionalistas de cartón piedra. Yo le pregunto al carcamán y cobarde Ministro de Defensa, ¿oye pezuñento, cuántas pajas te has hecho pensando en la hermosa potranca que hoy condenas? ¿No que son cristianos y que quien esté libre de culpa tire la primera piedra?

El estado de amariconamiento generalizado de la sociedad peruana, particularmente la descomposición política/empresarial/militar clama ahora en voces de sus turiferarios por la condena y apedreamiento público de las camaradas cortesanas, cuando ellas les han restregado en plena cara la ruindad de su sistema neoliberal, con una ironía tan fina que tal vez ni ellas mismas son conscientes de lo sublime del mensaje globalizador que ofrecen posando desnudas sobre un trapo bicolor enmierdado mil veces por las fuerzas armadas, los empresarios, políticos, jueces, curas y demás delincuentes de saco y corbata.

Resulta muy deplorable, por otro lado, ver a muchos izquierdistas y feministas rabiosas emitiendo su opinión sobre este tema bajo la hipócrita moral pequeño-burguesa clasemediera de centro izquierda hoy llamada progresista (bajo el paradigma positivista-eurocentrista y anglosajón) y que nada tiene que ver con la mejor tradición socialista auténtica y revolucionaria. Digo clasemediera porque la gran mayoría de quienes condenan la calateada de la camarada Leisy Suárez bandera en chucha no son capaces de condenar la abyección en que ha caído el Perú por obra y gracia del liberalismo autoritario que gobierna este corral desde hace 20 años, pues esta pseudoclase mimética denominada media por lo peor de la sociología burguesa es un amasijo de gente inestable, sin verdadera ideología pues la que tienen viene impuesta desde arriba, desde sus patrones.

Hace unos meses la compañía de teléfonos celulares Claro (Méjico) bombardeó todo el territorio del Perú con un slogan que además pintaba en gigantescos murales al ingreso de las principales ciudades de la patria: TODO EL PERÚ ES TERRITORIO CLARO. ¿Alguno de estos fariseos condenó acaso a Claro por usurpar el nombre de la nación de manera tan descarada y mercantil? La cadena de farmacias chilena INKAFARMA utiliza el nombre de la cultura que nos ha parido para así lucrar engatusando al cholerío y nadie tampoco dice nada. Y podríamos seguir con mil ejemplos más, pero sería inútil.

Sus cerebros cucufatos y caducos no comprenden que exhibir o mostrar el cuerpo del mismo modo que muchos deportistas, modelos, actores y actrices venderían el suyo en numerosas escenas fingidas o no de sexo están al mismo nivel de la camarada bailarina cuando ofrece generosamente su carnalidad voluptuosa y bien peruana sobre alazán maltrecho, que eso es lo que en realidad irrita a los hipócritas que la condenan, que lo del pabellón patrio es sólo un recurso para justificar su pacatería provinciana mientras rematan la patria al mejor postor y si es chileno con más ganas.

Desde esta tribuna pública y democrática hago mi llamamiento a la solidaridad socialista para el reconocimiento de las bailarinas, vedettes, prostitutas, putos y afines, como trabajadores y contribuyentes a la riqueza nacional con el añadido de ser generadores de gratificantes e intensas horas de placer y relajo. Insto también al original poeta y columnista de los reputados diarios Perú 21 y El Comercio a actualizar el visionario artículo titulado Banderas detrás de la niebla, tomando en cuenta los últimos sucesos acaecidos en nuestra patria.


(Arriba: extraño híbrido)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

la pluma filosa de tu contenido esta muy bien conectada con tu cerebro y tus visceras , el chauvinismo burgues hace el ridiculo y describes bien con esa ironia casi suirrealista tratandose de el PERU, lei de pasada y me quede hasta termibnar todo tu articulo , quiza como dijo hildebrandt hace tiempo los blogs puede ser el reducto de la prensa verdaremente libre sin sueldos de ordenanza ......ahora estoy en fuga pero tratare de leer todos tus articulos , no te digo suerte porq sabes quiza mejor q yo q eso es solo para los mediocres y con esta cronica me has demostrado q eres todo lo contrario al mediocre de pie q abunda en esta lima la horrible.. say no more .........

Anónimo dijo...

SAY NO MORE.

TG

Anónimo dijo...

Excelente artículo de Giuliano Vecco. A propósito, cuándo conoceremos a este misterioso colaborador del blog de Ybarra? Tengo entendido que trabaja en la selva.

Vivan Leysi y las camaradas bataclanas!

Quilquero

Anónimo dijo...

Abelardo Sánchez León está con las orejas rojas y ardientes. Se las han jalado sus patrones debido al premonitorio artículo que sirve de inspiración a Vecco y justifica intelectualmente la calateada de la señorita vedette Lacey Zamudio Suárez. ¿Qué dirán ahora las viejas lesbianas y los viejos pajeros congresistas desde hace más de 20 años, qué los opusdeistas cabros e hipócritas y qué los patriotas de oropel y mentiras?

Un abrazo libertario, Giuliano

Arturo Delgado Galimberti
Novelista

La Ruptura
Los Espejos del Infierno

Anónimo dijo...

¿Arturo Delgado Galimberti?

Pensé que había muerto.

¿Qué es de la vida de este patita?

Al parecer se lo tragó la tierra... o la vida.

Sanmarquino acucioso

Anónimo dijo...

¿Qué opina Vecco de la cerrada defensa del señor Ñaupari sobre el liberalismo?

A.R.E.