miércoles, 2 de julio de 2008

LA POETISA RIDÍCULA



Hay una mujercita de andar ridículo con apariencia de bataclana que se alucina poeta, no se sabe qué bicho raro le habrá picado para haber llegado a semejante conclusión. Resulta que un día unos vagonetas surferitos y otros estudiantes de ociozoología (carrera pragmática para subespeciaciones del género humano) de su universidad particular (bien llamada el “Arca de Noé”, no confundir con la “facilazo”) le dijeron que tenía un par de buenos versos (en brassiere) que se leían a simple vista y un poemón en forma de doble redondela que jamás podría pasar desapercibido tras ese jean apretado, sobre todo a la hora de tomar asiento en los unipersonales de la “U”. Estás perdiendo plata, flaca, ponte las pilas, con esos poemazas y esos versazos qué haces acá (¿de verdad?, ya me habían dicho pero una tiene sus dudas. No es fácil aceptarse parte del parnaso. Entonces, qué dicen ustedes chicos, soy poeta, ¡soy poeta!).
La mujercita, orgullosa por la alabanza, empezó a buscar la forma de editar esos “versos”, pidió ayuda a sus padres, un par de yuppies mediocres entornillados en los oscuros negocios de los corretajes y la venta de autopartes robados, tocó las puertas de la dirección académica donde el rector, un empresario ganadero, antiguo pederasta de rubia cabellera, especializado en la crianza de cerdos, lo recibió con desdén; lo primero que le preguntó fue si estaba al día en sus pensiones y qué tal estaban sus notas, y después de rumiar unas palabras en silencio, le dijo que se dedicara a sus estudios, que iba a consultar con sus asesores y que la mandaría a llamar (qué se habrá creído esta putita, “poeta” dice, todo lo que hay que aparentar para sacarles la plata a estos fracasados); entonces la mujercita acudió por indicación de su profesor de literatura (un gay reprimido que sueña con Oscar Wilde y que lee con pasión a Henry Miller) donde unos poetas setenteros caídos en desgracia cuya mejor fama era la que se alababan y se lamían como monos unos a otros, en general tristes personajes. Entre tragos, hechos con alcohol metílico y kerosén, le aconsejaron inmediatamente que se buscara el prólogo (introito) de un crítico dislocado muy conocido que siempre arroja flores a todo el mundo (para este espécimen nunca hay poeta malo, todos son perfectos y dignos de laureles, su palabra y sus reseñas son recibidas con beneplácito por sus bufones y adláteres de actuar perruno).
Pero, horror, la mujercita no había escrito más que unos cuantos garabatos, unas cuantas líneas vomitivas, a las justas lograba coincidir en género y número a sus oraciones simiescas. Cuando le hablan de “parágrafos” piensa que están hablando de un objeto volador, un adelanto de la aeronáutica, un ovni; cuando le mencionan la palabra “estructuralismo” piensa automáticamente que están hablando de andamios, mezcladoras, barrenas e instrumentos de construcción civil. Cuando le hablan de gramática generativa cree que se trata de una técnica moderna de liposucción o de cirugía plástica para rejuvenecimiento facial (pobre Chomski).
Como no había calidad en sus unigénitos textos (por todos los lados en que se mirase), el crítico dislocado le propuso que esos textos corresponderían a un nuevo género, una nueva forma de “ver y entender” la poesía (no te preocupes, no es que la torta esté mala, sino que el paladar no te tiene mayores predilecciones, ya le hallaremos una variante dentro de la escuela del dadaísmo, todo es cuestión de cómo se presente el asunto), él personalmente se encargaría de llevarla de la mano a la aceptación literaria e incluirla en sus antologías de lectura obligatoria en las facultades de letras. Como era obvio, sólo había un requerimiento, un pequeño detalle: que le acompañe a una cita para brindar juntos por el éxito esperado.
La mujercita ni tonta, ni perezosa –y entendiendo la invitación- aceptó la propuesta. Esa misma noche el crítico de rasgos equinos y cráneo cinocéfalo se cobraba el esfuerzo, cogiendo y “declamando” el par de buenos versos y el poemón que, por cierto, ya había tenido un recorrido bastante exagerado; el trajín había empezado con los surferitos (sexo normal), el rector (sexo contranatura), el profe gay (que sucumbió ante una fellatio), los carroñeros setenteros (quienes revivieron las orgías hippies, “el trencito” y otras pruebas de sometimiento) y otros chacales que aparecieron a mitad del camino (sexo al paso y en el elevador); y bueno, pues, aquí al final de la escala alimenticia, el escalafón literario de la mediocridad (como jamás lo soñaron los poetas griegos y romanos): la coronación de la poesía, el nirvana versicular. Como no estaba previsto, el premio mayor estaba compuesto en un agudo chancro blando (doce dosis de megacilina de un millón), unas perturbadoras ladillas (rasuramiento y medicamento especial) y una tentativa al premio gordo de la sífilis u otra enfermedad más grave (prueba de Elisa y Westemblot).
El crítico dislocado jadeaba de placer mientras la poetisa ridícula cabalgaba dándole bofetadas sobre el rostro caballar.
Esa noche él, orondo y soberbio se llevaría a casa su premio recién otorgado.
Ella, la poetisa ridícula ganaría, en un par de meses, un fabuloso premio literario otorgado por una institución del Estado. Todavía tenía que guardar fuerzas (de la cintura para abajo) para alcanzar la aceptación absoluta de la Real Academia de la Lengua.

(Un viejo académico se frotaba las manos mientras repasaba la foto a colores en la contratapa del libro, recién editado, de la poetisa ridícula).

24 comentarios:

Anónimo dijo...

JAJAJAAA
Aquí se puede ensayar una lista grande...Boris MoromisaPo, BoBana CrisóToPo, SeXcilia MoNAEstá,Canessa ArRECHué, ENÁNika GueNsi, PiNcHoria DELHerrero, Silvia Facilón,...la infaltable Gladis OloresFlowers.

firma
CARNE MOLLÉ.

Anónimo dijo...

pucha que hay hartas poetisas ridículas...

Anónimo dijo...

Oye Ybarrón no te metas con mis preferidas, estás advertido.

Eli

Anónimo dijo...

DICEN QUE REAPARECIÓ FACHERÓN, AHORA ESPERAMOS TU POSICIÓN, MAESE YBARRA CON RESPECTO A ESTE INDIGNO REPRESENTANTE DEL IMPERIALISMO Y LA REACCIÓN.

LAERCIO

Anónimo dijo...

que buina, la jauría femenina tiene tambièn sus liderezas, ja ja jaja agggggg

Anónimo dijo...

ki guiiiiina!!!!!!

ybarra, a ver si te haces una sobre el bloguero mafioso.

Anónimo dijo...

Oe Ybarra, Facherón estuvo por Lima, estuvo en la Católica hablando pestes de ti y de los blogers.

Dice que tu blog es basura y es suyo es el infinitamente superior.

¿qué dices? acuérdate que el que caya otorga

hunter

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

No sé por qué se preocupan en desacreditar al poeta Ybarra, ya muchos han puesto las manos al fuego por él, aparte de Veràstegui y Róger Santiváñez, el buen Pablo Guevara le dedicó junto a otros poetas, su último libro, no es esto acaso un homenaje tambièn a un poeta silenciado por la burguesìa. De verdad me incomoda que siempre halla por ahí rastreros individuos que quieren silenciar a nuestro ybarra. Y digo nuestro porque él representa a un buen sector de nuestra cultura, quieran o no quieran.
(Señor Ybarra borre esos comentarios que no ayudan en nada a la crítica y entorpecen la lectura de este buen blog)

EL VERDADERO SURF

Anónimo dijo...

YO CONOSCO A MUCHAS DE ESAS POETAS QUE PARAN DETRÁS DE UN CONOCIDO EDITOR, LA VERDAD ES QUE DAN PENA.

ENCISO

Anónimo dijo...

Sí Ybarra, ese Faverón ha venido a Lima a rajar de tí, te ha dado duro y dice que pronto va a postear un análisis de tu blog. ¿qué se habrá creído este?
Anda qué opinas, esperamos tu opinión.

C

Anónimo dijo...

Falta pes, Melissa Pastruño. Oiga Ybarra no pasa nada de nada con la plaqueta de su ahijada. Dónde quedó su buen gusto literario? la chica es malísima, aunque en los mingitorios de los bares quilquenses dicen que está buenaza, buenaza estará para ese tal papaya. Esta joven cayó presa sólo por cuestiones del destino...ya pes Ybarra deje de inflar globos que se le revientan en la cara. ja ja ja

Firma

La Llamoja (poeta matricida)

Anónimo dijo...

Ybarra, no haga caso a esos cobardes poetas de la católica que no le han ganado a nadie. Siga Ud. adelante y nosotros atrás.

Recius

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
RECORD dijo...

Señor Ybarra, Ud sí que tiene Humor, negar su talento sería un acto de envidia evidente, creo que sus enemigos no son más que rastreros poetastros. Bueno, igual creo que eso a Ud. no le interesa.

Saludos

Anónimo dijo...

Oye Ybarra, ya me contaron los chismes de ese Faverón, toda la católica comenta que el chato te tiene hambre por que le has bajado los humos y lo has jaqueado con tu retórica. Eso està bien, ya alguien tenía que hacerlo

Saludos

Rencito

Anónimo dijo...

Jajajaja... Qué risa, Rodolfo. Cada vez que estos señoritos "serferitos" leen algún post tuyo, les entra tremenda picazón en el ortográfico. Se sentirán aludidos pues. Y así estos palomillas de ventana de auto dicen que no toman en serio tu blog. Jajajaja...

Fedor

Anónimo dijo...

SIGA ADELANTE COMPAÑERO YBARRA.

EL PROLETARIO RAÚL

Anónimo dijo...

aquí falta la sacristeban...

Anónimo dijo...

oye respeta a las chicas, aunque sea nos acompañan en el pollos piers, ja ja ja

Anónimo dijo...

He leído algunas cosas tuyas, escribes más o menos bien; pero eres pusilánime, escribes desde el resentimiento y eso no te llevará a nada. La verdad no sé si sentir gracia o lástima. En fin.

Anónimo dijo...

este ivancito no sabe qué hacer de su vida, no sabe si sentir "gracia" o "lástima" dice; debería sentir lástima, pero por sì mismo. Cree que eso va a lastimar el intelecto del maestro ibarra. Pobres diablos.

Leal Cayo

Carla Astoquilca Zegarra dijo...

Pucha por eso voy a poner mi editorial, a ver cuantos fracasaditos intelectualoides vienen a chuparme la teta por una plaqueta...
jajajaja
hay de todo...y hasta en papel couche!!

Anónimo dijo...

NO TE HAGAS QUE ESA POETOIDE ES TU HERMANA...