"NO VALES UNA BALA" DE MICHAEL JIMÉNEZ MELCHOR

Es un libro disléxico, en el mejor sentido de la palabra, se lee de atrás hacia adelante, o sea que la carátula es la contracarátula y nos muestra el patio trasero del libro sin mayor desenfado. Así el primer poema titulado “paloma” como para que empiece a volar (levitar, tomar control sobre la gravedad) el libro dice lo siguiente: ¿hablarán tus besos o simplemente será que no me amas?// consumo mi corazón como a un helado/ te sacio hasta decir basta:// mi alma desolada no sabe defenderse// las aves no saben de amor/ mi maldita paloma.
Michael Jiménez Melchor es de oficio carpintero así que sabe del trabajo del escritor más que cualquiera. Sabe cómo se maneja el verso de la madera, sabe cómo se clavetean las oraciones, cómo se apuntalan los verbos y cómo se lija el poema entero para darle el acabado adecuado.
“No vales una bala” (edit. Zignos, 2009) es quizás el grito emblemático de un amor perdido, de un canto al vacío, un canto en el vacío donde el eco nos devuelve la misma voz, la voz de lo extrañado: “No vales una bala// mucho menos un día triste/ no quiero desperdiciar/ los odiados abriles/ pensando en ti// no vales mis platos rotos/ porque estos merecen/ motivos más grandes que tú// en los cuales pueda// derramar la leche por los suelos// junto a mis lágrimas// no vales las pesadillas que tengo en los feriados// tampoco las risas de los niños en los parque// solo las aves merecen semejante canto// junto a los árboles que ahora// hacen llover las hojas como a una catarata.
Recomiendo este poemario, asimismo como al blog http://www.angelesdelpapel.blogspot.com/ dedicado a la promoción de eventos literarios y de jóvenes poetas.