lunes, 19 de mayo de 2008

DOMINGO DE RAMOS O SÁBADO DE GLORIA (I)



Hace poco leí en un periódico los pesares de nuestro buen amigo y buen poeta Domingo de Ramos, echando las culpas de sus males a las largas noches de bohemia y al “maldito” trago y que, in estricto, le estaba pasando la factura con una dolorosa polineuritis (inflamación de los nervios y tendones) , haciéndole casi imposible seguir escribiendo poesía, que es el verdadero dolor, entiendo yo, que mella la vida misma de Domingo, acostumbrado a batallar junto a los heroicos y mitológicos Hudson Valdivia y Grover Gambarini y con quienes, yo mismo, perdí más de una batalla, tanto en “Las Rejas” como en la “Cámara de Gas” –así con mayúsculas”, en los tiempos en que ni “la chancha” hecha con las monedas de menor denominación lograban comprar el peor de los tragos –lejos de las que llaman bebidas espirituosas- fabricados con kerosene, insecticida o sabe dios qué otro componente o químico extraño y lascivo.

Por aquella época, más o menos, acabando el primer lustro de los noventas, caí en combate, me detectaron a tiempo un tipo de úlceras péptica que por su razón dolorosa había tocado la alarma de mi organismo, aparte de que el hígado y mis menudencias –como diría el Erick Desconcierto- estaban en proceso de degradación. Un médico amenazó con cortarme un metro de mis intestinos y quería programarme para entrar a sala de operaciones “lo antes posible”. Luego de escuchar esto y ante el advenimiento de "lo imposible", salí corriendo como alma en pena, me dirigí al "Queirolo" del Jirón Quilca y tomé todo lo que pude, brindé con todos los amigos, empuñé de los pelos a Baco y a Dionisios y rompí en pedazos una estampita religiosa que mi madre me había regalado cuando me fui de la casa; ahora estaba solo y me enfrentaba a mí mismo o a lo que tenía adentro. Con mucho dolor y luego de rejuntarme con una antigua enamorada –y solo por esa noche-, pasé –como buen guerrero- a la "clandestinidad". Me asilé en una casa de playa en “Los Cedros” de Villa, propiedad de una hermana –no católica, ni evangélica, sino carnal- que viendo mi estado moribundo, propio de mi vida desordenada y bohemia, me dio un espacio para morir en paz, así sin compañía de nadie ni de nada, sólo de un rottweiler llamado Zeus, quien con sus fuertes ladridos fue el gran conversador que tuve por casi tres años. El gran Zeus, por cierto, aún vive y lo visito cada vez que puedo ya no ladra y apenas mueve la cola, ahora yo soy el que le ladra y lo anima a seguir.

Conocí a Domingo de Ramos en el jirón Quilca, junto a Róger y a Dalmacia, lo ví poguear y agarrarse a patadas con el poeta Willy Gómez en una noche de lluvia y barro, pero Domingo era (es) recio y siempre extendía su mano con el vaso vacío. Recuerdo una vez en la casa de un amigo en común, en el Rímac. Ya pasada la fiesta y en plena luz del día, Domingo era uno de los pocos que seguía en pie, nuestro amigo no sabía cómo “deshacerse” del poeta y sacó de su vitrina con llave un vodka original y se lo entregó para que Domingo siguiera brindando, pero en la calle. Ví como el poeta levantó la botella y se vació un tercio de resplandeciente trago en un solo bocado, me sonreí mientras intercambiamos algunos conceptos y teorías literarias con otros amigos de la generación del noventa que apenas podían ponerse de pie... (continuará)

13 comentarios:

Anónimo dijo...

uuy, Ybarra que maaaaalo que eres...
je.

Anónimo dijo...

ibarra por qué no analizas sus textos, ahí le darías duro a este gordo -ahora flaco- poeta.

RS

Anónimo dijo...

ESPERAMOS LA 2DA PARTE, QUE NO HAS DEJADO CON LAS GANAS. SALUD

Oscar.

Anónimo dijo...

Rodolfo, sería bueno que nos des la receta de cómo te curaste esa úlcera péptica. Un médico me dijo después de varias evaluaciones, endoscopías y demás que tenía el esófago completamente erosionado, el estómago lleno de pequeñas úlceras y que debía operarme cuanto antes si quería prolongar mis perdularios días y que aún así las probabilidades de que quedase bien eran ínfimas.

Hasta hoy sigo en la brega, bebo ocasionalmente, y cada vez estoy más seguro que esto de las gastritis, úlceras y demás somatizaciones son un problema relacionado no sólo al alcohol, si no al rechazo visceral a un sistema podrido.

Un abrazo

Rafael Inocente

PD: Un saludo y un fuerte abrazo para Domingo Pastor de Perros Ramos, gran amigo y mejor poeta.

RODOLFO YBARRA dijo...

Ok. Rafael, pronto daré mi receta para curar esos organismos ahuecados. Te adelanto que casi en un 90 por ciento son somatizaciones, cuestiones que tienen que ver con la cabeza. Recibe un abrazo de mi parte.

Anónimo dijo...

Domingo de ramos es un poeta de un solo discurso, ese es su problema. EM

Anónimo dijo...

Domingo o Róger, por cuál te animas. LG

Anónimo dijo...

Mingo y Roger son poetas mayores. Cada uno en su estilo, cada cual con sus noicas y fijaciones, han sentado precedentes para las generaciones de los ochenta-noventas.

Anónimo dijo...

Me parece que hay un encuentro visceral entre esa poetica que practica D. de R.y el grupo H.Z.un poco que lo reactualiza lo pone en un dialogo donde la visión del poeta del 80s es mas contundente como un cañonazo como diría J.E. Eilson.Esa suma aluvionica nso hace ver desde varios planos una realidad circundante asfixiante por ratos negros y brillantes que nos hace recordar a los beanitks y al Poeta de Nueva York del vate andaluz etc etc etc.J.C.

Anónimo dijo...

De los ochentas me quedo con Rocío Silva S. ella fue y es la más linda y la mejor poeta. Quien diga lo contrario es porque no quiere ver.
El admirador sin peros.

Anónimo dijo...

Buena Ybarra por allí esta la mejor creación y no los discursos hegemonicos que planteaban los criticos de turno al anteponer una mala poesia hecha por mujeres que al final resulto ser un fraude asi como lo de Maria Emilia Cornejo y que las feministas con su actitud de clase querian levantarla como su estandarte.Salvo Carmen Olle que es y fue la iniciadora las demas son sus simples epigonos que no aportaron nada a la poesia peruana ultima.Habia oscuros intereses que venia de una critica oficial y de poder y de los academicos por querer poner por encima esta poetica de moda que con el tiempó se desinflo .Solo de ellas quedan las arrugas y la marchitez de sus escritos.
Damisela Quevedo.

Anónimo dijo...

VIVA DOMINGO DE RAMOS Y LOS POETAS DE LOS OCHENTASªªª
rafo kloaka

Anónimo dijo...

Salud, Domingo, Ybarra, larga vida compañeros.

Arrunátegui